𝗛𝗢𝗡𝗚𝗛𝗪𝗔 ♥︎!!!! [ seis pequeños desastrosos gritaban y corrían por toda la casa gritando y riendo mientras jugaban, definitivamente tenían la mejor familia de todas ]
★ historia original, no copias ni adaptaciones sin mi permiso.
★ k.hj x p.s...
Seonghwa no quería asumir la culpa de sus acciones y todos estaban demasiado seguros de que no lo haría ni hoy, ni mañana y quizás nunca lo haría. No había algo que le cambiaría la idea y eso molestaba a varios en casa, a Yeosang más que a nadie. Seonghwa no quería asumir que era su culpa que Yeosang lo odiara, no quería asumir que era su culpa el estado mental de Hongjoong y Yunho, no quería asumir que por su culpa Wooyoung tenía anemia, no quería asumir que era su culpa que San tuviera tantas malas calificaciones porque nunca se tomó el tiempo de colocarse con él y ayudarlo. Nadie podía lograr que cambiara ese pensamiento y la idea de llevarlo a algún tipo de terapia no salía de la cabeza de Hongjoong, no podía permitir que las cosas siguieran así y ese día trataría de hablarlo con él.
— Estás dañando a los chicos—lo miró molesto al ver que se negaba— es lo mejor que puedes hacer por ellos.
— ¿Se puede saber en qué les afecta a ellos?
— No te hagas el desentendido porque lo sabes Seonghwa, mírame a la cara y deja de darme la espalda, te estoy hablando.
— Es mi decisión si quiero hacerlo o no, no puedes obligarme a ir a hacer terapia solo porque si, ahora cállate.
Hongjoong suspiró y se dió por rendido, no quería discutir con Seonghwa, era un caso perdido hacerlo.
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Ellos en casa tenían un pequeño problema. La casa tenía un timbre, un timbre que no usaban porque era demasiado ruidoso y a ninguno le gustaba, recordaban veces en las que los agarraban desprevenidos con el timbre y se daban buenos sustos, incluso habían puesto un cartelito que decía: no toques el timbre, golpea la puerta, y había funcionado muy bien hasta que a unas dos cuadras de su casa abrieron una secundaria, varios alumnos que debían pasar por su casa para llegar a sus hogares los molestaban tocando el timbre para luego huir, se había vuelto una pesadilla el llegar a la hora en la que salían. Y no es que lo tocaban una sola vez y se iban, lo tocaban varias veces seguidas y era horrible.
— Maldita sea con el timbre—se quejó Hongjoong abrazando a Mingi tapando sus oídos.
— Yo que tú voy a presentar una queja—Yeosang lo miró y luego a la puerta, seguían tocando.
— Me cansé—San se levantó del sofá y abrió la puerta harto— ¿tienen algún problema? ¿Necesitan algo que tanto tocan el timbre?—les habló en un tono no muy bonito haciendo que corrieran del lugar.
Cerró la puerta de golpe y suspiró volviendo a su lugar, esperaba que no volvieran.
Valía la pena soñar.
Los días siguientes se volvieron más intensos, eran los mismos dos grupitos de amigos los que iban a molestar. Todos estaban hartos, y algo que les preocupaba eran los periodos de crisis que estaba teniendo su hermano por culpa del timbre. Ya no podían seguir de esa forma.
Hubo una vez que San los había agarrado justo apunto de tocarlo y harto les echó agua sin importarle lo que cargaban encima, no los aguantaría más. No le importaba si las madres iban a quejarse a su casa, no los iba a aguantar más ahí.
