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Estuvo un buen rato sentado en el sofá ahogándose en sus propias lágrimas cuando su omega empezó a aullar de felicidad moviendo su cola de un lado a otro dando saltos de felicidad ¿a qué se debía eso? Trató de ignorarlo y subió para ir al baño a lavarse la cara e ir a consolar a sus hijos uno por uno pero al verlo sentado en la cama sintió que había perdido toda la fuerza de sus piernas.

El alfa volteó la cabeza al escuchar el golpe de las rodillas de Seonghwa contra el piso y estiró sus brazos para que Seonghwa fuera con él cosa que hizo de inmediato, Park se había acercado a él incrédulo sin saber como procesar lo que estaba viendo, se sentó en frente de él y empezó a tocar su rostro sin saber que decir y sin darse cuenta había empezado a llorar de nuevo confundiendo a Hongjoong que lo veía sin entender por qué lloraba.

— No llores...—limpió sus lágrimas.

— Creí que te habíamos perdido...Dios—lo abrazó fuerte y ocultó su rostro en su pecho, se sentía demasiado asustado.

Ahora que bajara con Hongjoong sus hijos iban a creer que les había hecho una broma de mal gusto y se iba a ganar el desprecio de todos de nuevo ¿Qué debía hacer? Dejó a Hongjoong un momento y bajó lentamente las escaleras, todos sus hijos estaban en la sala sentados en el sofá y el suelo. Se preparó mentalmente y agarró aire antes de hablar.

— Oigan, necesito decirles algo...—debía relajar sus nervios, en serio, lo necesitaba aunque fuera imposible, hasta no saber las reacciones de sus hijos no se iba a calmar— subí un momento para usar el baño y vi a Hongjoong, Hongjoong está vivo.

— ¿Qué?—Yunho lo miró sorprendido y se levantó como rayo del sofá— ¿Lo dices en serio?—asintió.

Todos habían subido corriendo menos Jongho que se había quedado sentado un momento tratando de procesar lo que acababa de pasar en esos diez minutos, había pasado mucho que su pobre cabecita no podía procesarlo.

— ¿Qué pasa?—miró a Jongho y se sentó con él poniendo su mano en su espalda.

— Gracias por salvar a mi papá—lo abrazó fuerte dejando que Seonghwa lo mimara— p-perdóname.

— De nada mi cielo ¿por qué pides perdón?—lo apretó en sus brazos y empezó a mecerlo despacio.

— Porque si yo no hubiera abierto la boca esto no estuviera pasando...

— No debes disculparte mi vida, no importa...no importa.

Después de todo no era culpa de Jongho, era su culpa.

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Durante los siguientes días habían tratado de hacer su vida con tranquilidad los ocho juntos y la verdad es que no iba tan mal, habían intentado rehacer su vida juntos como si el divorcio nunca hubiera pasado, como si el problema de la marca no hubiera pasado, como si nada hubiera pasado y así estaban bien y felices, era lo mejor, estaban felices de nuevo y juntos volviendo a su antigua vida donde Seonghwa trabajaba en un hospital, Hongjoong en la confitería de su hermana y ellos estudiaban.

Se acercaba el fin de año escolar y los proyectos abundaban por todos lados, San y Yunho eran los más frustrados, Jongho solo tenía exámenes, Yeosang y Wooyoung tenían una exposición y Mingi tenía un trabajo en equipo con unos chicos que había conocido en la universidad que por esos últimos meses esos cuatro se habían denominado sus amigos aunque Mingi no los viera tanto como amigos, tenían una relación extraña.

— Si necesitas algo puedes llamar a Hongjoong o puedes llamar a uno de tus hermanos que no van a dudar en ir a ayudarte ¿bien? Nos vemos después cuando vuelva a casa ¿sí? Hoy tengo que trabajar—besó su frente y lo dejó.

 𝗟𝗢𝗨𝗗 𝗙𝗔𝗠𝗜𝗟𝗬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora