𝗟𝗢𝗨𝗗 𝗙𝗔𝗠𝗜𝗟𝗬

008

— Calma pueblo—Seonghwa agarró a los niños haciéndolos reír.

— ¡Yo quiero de chocolate!

— ¡Yo de menta!

— ¿Y tú que quieres mimi?—se agachó en frente del niño esperando respuesta— si, ya sé que helado ¿de qué? Tienes chocolate, coco, va- ¿El mismo que San? Está bien—le dió un besito en la frente y pidió los helados.

Hongjoong suspiró cansado y le dió la galletas a Wooyoung para que dejara de mirarlo mal, si a Yeosang le habían dado ¿por qué no a él? La agarró con una sonrisita y la llevó a su boca.

Habían salido un momento al supermercado y terminaron en una heladería, que cosas ¿no?

— A ver, tranquilidad, nos comemos el helado y volvemos a casa ¿está bien?

— Oye, calma a tus hermanos, son muy ruidosos—una mujer pasó por su lado irritada.

— Son mis hijos.

— Dile a tus hijos que se calmen.

— ¿Cree que no lo he hecho?

— Un buen padre sabe controlar a sus hijos.

Seonghwa tuvo que ir a agarrar a Hongjoong si no quería que se lanzara encima de la señora. Bueno, uno parecía que tenía que cuidar sus impulsos y la otra su boca.

— ¡Mira mami! Son rosita fresita y naranjita—una niña apuntó a la pareja que esperaban a que sus hijos terminaran de comer.

Ambos se miraron entre sí y rieron viendo como la madre pasaba avergonzada con su hija que iba casi arrastrada, pobre niña.

En casa Hongjoong los sentó a todos en el sofá menos a Jongho que estaba dormido en su cochecito y fué a la cocina para hacer las palomitas, sería una noche de películas infantiles. Seonghwa sabía que Hongjoong no iba a durar ni la mitad de la primera película despierto así que tenía planeado que se sentara en sus piernas y él estaría haciéndole cariñitos hasta que se durmiera. El cuerpo de Hongjoong encajaba perfecto con el suyo, así que estaría muy cómodo.

— No te sientes ahí.

— ¿Y dónde me siento?

— Aquí—palmeo sus piernas y Hongjoong lo dudó pero se terminó sentado a su lado.

Seonghwa se sentía ofendido.

Los niños cantaban, Hongjoong estaba se podría decir que babeando en su quinto sueño y luego estaban Mingi y Wooyoung que se mostraban sus peluches, parecía no importarles la película. ¿Y él? Él estaba preparando la cena y un biberón a la vez, que viva la vida.

— No te voy a dar más galletas San, ya te comiste mu...oh, ¿qué pasa mi amor?—se agachó a la altura de Mingi— ¿Qué le pasó a tus lentes?

El niño los agarró y pasó su dedito por el agujero donde se supone que iba el cristal, se le había caído y no se había inmutado, se dió cuenta cuando notó que veía bien por un ojito y por el otro no.

— Mierda...siéntate ahí ¿Sí? Mingi te estoy hablando, siéntate ahí.

Le hizo caso y se montó en la silla alta balanceando sus pies en el aire, quería volver al sofá a ver la película, se había puesto interesante.

— Bueno, creo que te quedaste sin lentes hasta nuevo aviso mi amor...¿tienes el cristal? Gracias, mmh...ahí, perfecto—sonrió pero esa sonrisa se borró cuando se salieron ambos cristales— ¿Qué hiciste para que se salieran?—se encogió de hombros.

Seonghwa agarró los cristales y los puso en sus ojos, no sabía quién veía peor, si Hongjoong o Mingi.

— ¿Por qué estás triste? ¿No puedes ver la película? Oh...pero la puedes escuchar...no llores bebé.

Hongjoong despertó confundido y vió a su alrededor ¿por qué Mingi estaba debajo de la mesa y por qué Yunho y Yeosang le estaban poniendo algo en la cara? Espera...¡le estaban poniendo algo en la cara!

— ¿Qué hacen niños traviesos?

Yunho soltó un pequeño gritico pero empezó a reír por las cosquillas, pero eso no pareció agradarle a San porque les había tirado un cojín y se quejaba molesto que no lo dejaban ver la película.

Su hijo los amaba mucho. Tanto que los había echado del sofá.