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Ahora sus papis eran una naranja y una fresita, ambos se habían pintado el cabello. A Hongjoong lo habían retado muchas veces en el trabajo pero lo había hecho solo porque quería que Wooyoung lo distinguiera de Seonghwa y sus hermanitos, quizás el naranja era un color muy llamativo pero le servía para que Wooyoung supiera quién era quién.

— ¿Tienes alguna idea?

— No, pero podemos...ya sabes—lo miró jugando con sus dedos y una pequeña sonrisa traviesa.

Hongjoong tocó la frente de Seonghwa y suspiró cansado, ya sabía a lo que se refería el omega— No podemos Hwa, están los niños en casa, dios, abre la boca.

— Los podemos dejar con tu mamá Hong.

— No y punto.

— Yo quiero ir con la abuela—San apareció de la nada.

Seonghwa rió y Hongjoong negó yendo a ver como estaban Wooyoung y Yeosang, esos dos se habían vuelto inseparables. Wooyoung le daba besitos a Yeosang y Yeosang siempre agarraba sus manitos. Y más cuando habían empezando a intentar caminar, Yeosang ayudaba a Wooyoung a guiarse, eran muy bonitos juntos.

— Eso mi amor—Hongjoong recibió a Yeosang que iba tambaleándose, en sus brazos.

Yeosang volteó y vió a su hermanito sentado con un puchero en sus labios gimoteando, no se movía ni parecía tener la intención de hacerlo. Se arrodilló y gateo hasta Wooyoung para agarrar su manito y llevarlo con él.
Hongjoong sonrió con ternura cuando ambos intentaron levantarse pero terminaron cayéndose. Yeosang rió y Wooyoung lo miró adolorido, le dolía su traserito.

— Woo—agarró sus manitos.

El menor lo miró y apretó su manito cansado, quería dormir.

En la noche los encontraron dormidos en su corral los dos abrazaditos entre sus peluches, era tan linda la escena que no los querían tocar y dejarlos así como estaban.

— Papá, Mingi está haciendo algo raro—le contó Yunho a Hongjoong asustado.

— ¿Qué hace mimi, mi amor?

Yunho lo llevó arriba y lo que encontró fué a Mingi arrullando y arropando a sus peluches a su lado para dormir, no veía nada raro en eso— No está haciendo nada Yuyu, lo hace siempre.

— ¡Eso no, mira!

Hongjoong rió cuando vió la hoja que le mostró, ya entendía.

— Amor ¿tú sabes dibujar?—negó— Mingi tampoco sabe.

— Da miedo.

— Es un lindo...perrito—sonrió nervioso sintiendo la mirada de Mingi sobre él.

Más tarde cuando volvió para arroparlos encontró a Mingi rompiendo lo que suponía que era un perro ¿por qué? Se sentó a su lado y le preguntó que por qué lo hacía, su única respuesta fué mirar a sus hermanos, ellos le habían dicho que su vaquita era fea y daba miedo.

— Si el dibujo de Mingi es feo ¿por qué no rompen los de ustedes también?

— ¡Hongjoong!—exclamó Seonghwa con el ceño fruncido viéndolo con Jongho en sus brazos desde fuera.

— ¿Qué? Ah...no, no, no, todos sus dibujos son lindos, todos—cerró sus ojos cuando recibió peluches en su cara— está bien, lo merezco.

Cuando fué a acostarse con Seonghwa, el omega lo golpeó en la nuca sermoneandolo, no tenía que haber dicho eso, si era otro niño quizás sí, pero le había dicho a sus hijos eso, era un idiota.

— Ya sé que soy un idiota, yah—se quejó.

Jongho los veía a ambos con sus ojitos bien abiertos, él solo quería que le terminaran de dar su biberón. Bueno, quizás había que esperar.

 𝗟𝗢𝗨𝗗 𝗙𝗔𝗠𝗜𝗟𝗬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora