𝗟𝗢𝗨𝗗 𝗙𝗔𝗠𝗜𝗟𝗬

092

Esa noche se animó a salir de su habitación y fue a dar un paseo por las nocturnas calles de la ciudad llenas de lindas luces que le daban vida. Caminó sin rumbo hasta que unas brillantes luces lo cegaron.

Las bocinas resonaron por toda la calle y los gritos de personas ajenas lo sacaron de su ensoñación, los gritos de terror con los de molestia se escuchaban todos a la vez y lo aturdian. No sabía cuando había terminado en el suelo, supo que estuvo en él cuando el grito molesto de un alfa lo sacó de su burbuja.

— ¡Sal ya del camino! ¡si quieres suicidarte tírate de algún lugar o cuelgate! ¡pero salte del medio de la calle!—gritó con voz furiosa tocando sin parar la bocina de su auto.

Se levantó como pudo del suelo y aún en shock caminó a la vereda donde una mujer corrió a él y le preguntó si estaba bien, incluso lo había sentado en una banca cercana para asegurarse de que estuviera bien. Él no había dejado de temblar y el nudo en su garganta no lo dejaba respirar bien, en ese momento quería a alguien en específico estuviera con él, quería que Hongjoong estuviera ahí con él.

Quería que todo fuera un mal sueño y que al despertar estuviera en su cama abrazado junto a su esposo y sus hijos estuvieran en casa a punto de despertarlos porque se les hacía tarde para ir a clases. Pero no, no era así, Hongjoong y sus hijos ya no estaban más.

A la mañana siguiente recibió una llamada del hospital diciendo que había perdido su empleo por todos los días que llevaba faltando sin licencia o algún justificante. No le había quedado de otra que tener que buscar trabajo en alguna tienda solo para poder mantenerse con vida y aún con su poco ánimo salir adelante.

Cada día que pasaba su casa se iba volviendo un desastre, ni siquiera se levantaba de su cama y él se iba descuidando poco a poco, sentía que sus razón para seguir adelante ya no estaban, ya no tenía a alguien por quien luchar, todos lo habían dejado.

Muchas veces le gustaría volver al pasado solo para remediar sus errores y decirse a si mismo que no cagara su futuro. Su único deseo en ese momento que cada vez empezaba a carecer de sentido, era poder arreglar las cosas con su familia.

Y si no era suficiente sus padres habían decidido irrumpir en su casa en el peor momento de todos.

— Mírate, llevas puesto unos trapos y hueles mal—juzgó su madre viéndolo de arriba para abajo sin parar— yo no te crié así Seonghwa—lo miró con asco— huele a cigarro ¿estuviste fumando?

— ¿Qué te pasó?—su padre lo miró preocupado y asustado.

— Hola a ustedes también...

Su madre en ningún momento paró de hablar y cotorrear hasta que Seonghwa se cansó y mandó a callarla casi gritando, estaba harto de ella y de escucharla.

— ¡Perdí mi trabajo y más importante aún, a mi familia! ¡Perdí todo ¿¡y aún así quieres que cumpla tus caprichos!? ¡vete de mi casa!—ya no aguantaba más, ya no la quería escuchar— ¡tú jodiste mi vida! ¡y tú no hiciste nada para evitarlo!—miró a su padre— ¡ustedes jodieron mi vida!—sollozó cayendo al suelo al perder la fuerza en sus piernas.

Ellos se fueron y lo dejaron solo en la sala de su casa llorando, llorando desconsoladamente lamentándose todo lo que había hecho. Lloró todo lo que pudo tirado en el suelo de su casa hasta que ya no pudo más. Su cabeza y su cuerpo dolían, su estómago pedía a gritos comida, pero Seonghwa no reaccionaba, no sabía que hacer exactamente en ese momento.

"Ya nada tenía sentido", pensó aferrándose a las vigas de metal de aquel puente con sus manos temblorosas, no quería arrepentirse de lo que haría porque ya sería tarde.

"Ya nada tenía sentido", volvió a pensar. Había perdido su familia, su trabajo, sus amigos, lo había perdido todo ¿Qué más seguía? Ya nada en su vida tenía sentido, su esposo e hijos se habían ido, ya no tenía a alguien por quien luchar y alguien por quien seguir adelante ¿por qué debía seguir? Hongjoong lo había dicho, no sabía cuidarse a si mismo, no se amaba a si mismo, y como todos decían, no puedes amar sin amarte a ti mismo. Él realmente amaba a Hongjoong y a sus hijos, pero había cometido un montón de errores que los habían separado, un montón de errores que habían hecho que todos se alejaran.

Había transferido todo su dinero a la cuenta de Hongjoong, les había dejado un mensaje a sus hijos diciéndoles lo mucho que su papi los amaba al igual que a Hongjoong ¿eso era lo suficiente como para poder irse en paz?

Respiró hondo volviendo a pensar en lo que iba hacer y miró hacia abajo, en el agua se reflejaba la hermosa luna. Pensó por última vez lo que haría y el recuerdo de sus hijos riendo y jugando entre ellos lo detuvo ¿estaba seguro de lo que haría? Sollozó aterrado y se alejó del puente, no podía hacerlo, le tenía miedo a la muerte.

Retrocedió un par de pasos y unos brazos lo rodearon por detrás, conocía perfectamente ese aroma, era aquel aroma que anhelaba volver a sentir todas las noches a su lado.

— ¿Hongjoong?

Estamos yendo por el final canon, luego estará el bueno y el malo ♡