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Eran las dos de la mañana y él recién llegaba a casa, amaba pasar tiempo con él aunque a ella no le gustara, él no estaba mucho tiempo en casa por el trabajo y se quedaba mucho tiempo con ella, no le gustaba estar en casa cuando su padre no estaba.

Entró en su habitación y quedó paralizado al ver ese cajón secreto abierto, las cartas, las fotos, todo el contenido de ese cajón estaba hecho cenizas, su cámara en la que había capturado esos hermosos momentos con él estaba rota. Se dió cuenta de un extraño olor fuerte en su habitación, no era aquél olor a desinfectante y lavanda que siempre estaba en su habitación, era diferente y muy desagradable. Su cama estaba húmeda y olía a lo mismo ¿eso era gasolina? Ese día durmió en la habitación de invitados por miedo, tenía miedo de lo que esa mujer podía hacer, estaba demasiado asustado. Esa mañana apenas se levantó acomodó su habitación como siempre estaba, había echado un montón de líquidos con tal de que ese se fuera y su habitación oliera bien, estaba harto de ella.

Tuvo una cita con aquel chico que tanto amaba pero no había salido bien, ese día no estaba de buen humor, había creído que viéndolo al menos se pasaría su mal humor y la ansiedad que estaba sintiendo en ese momento pero no había sido así. Cuando él le había dicho algo de su aspecto físico no aguantó más y explotó en frente de él. Nunca se había sentido tan miserable como en ese momento, Changkyun había terminado su relación ahí mismo porque no quería estar con un enfermo. Él siempre había aguantado sus compulsiones delante de él porque no quería asustarlo como habían hecho otras personas a las cuales no les había parecido normal que un adolescente de quince años tuviera crisis de ansiedad porque no lo dejaran lavarse las manos o porque había algo asimétrico o simplemente algo que no era perfecto.

Varios le habían dicho que no debía ser doctor por como era pero él no los escuchaba, él quería cumplir su sueño, pero no podía evitar sentirse mal ¿tenía algo malo? ¿Su forma de ser era mala? ¿Él tenía algo malo? Lo que más le dolía era que ella se lo dijera.

— Serás el mejor doctor de todos Hwa, todos van a saber quién eres por el gran trabajo que harás, no dudes de eso—lo alentó su padre abrazándolo, lo había encontrado llorando en su habitación después se que su madre de haya gritado que nunca llegaría a ser un doctor, que sería uno mediocre y que todos se iban a burlar de él por como era— todos van a reconocer el gran doctor que eres.

— ¿Y si no lo logro? ¿y si hago algo mal? ¿Y si todos se burlan de mí? ¿Y si tengo compulsiones seguido? ¿Y si...?—no pudo seguir porque su padre no lo dejó.

— Créeme que no pasará nada, serás uno de los mejores de todo Corea.

Cuando conoció a Hongjoong por primera vez se sintió aceptado, se sentía bien con él pero aún así su vida seguía siendo una mierda, siempre que hacía sentir mal a Hongjoong sin intención en casa no paraba de llorar y de culparse, Hongjoong en algún momento iba a terminar odiandolo, le daría asco a Hongjoong en algún momento y se iría.

Se sintió como una completa mierda cuando a pesar de haberlo engañado con otra persona Hongjoong se había quedado ahí, con él y sus tres cachorritos, Hongjoong en ningún momento le reclamó por eso ni lo había dejado.

Aún recordaba esas vacaciones que tuvo con la familia de Hongjoong, él le tenía pánico al mar y era algo que solo Hongjoong sabía, el cual para que pudiera superar su miedo lo había invitado a bajar con él al agua, realmente no era profundo, hasta Hongjoong podía tocar el piso aunque le llegara casi al cuello.

— Vamos Hwannie, yo estoy aquí—sonrió estirando sus brazos.

— ¿Cómo sé que no hay un dinosaurio mutante gigante ahí?—lo miró aún aferrado a las escaleras.

— No hay ni siquiera peces, ven conmigo, no pasará nada, muy bien—lo abrazó fuerte y unió sus labios en un tierno beso sintiendo el cuerpo tembloroso de Seonghwa en sus brazos— ¿ves? No pasa nada, no va a salirte un pez mutante a comerte.

— Está fría—se quejó abrazando más fuerte a Hongjoong.

— Ya te vas a acostumbrar, ven, vamos a algo más bajo, sin miedo, estás conmigo, tranquilo—acarició su cabello sintiendo como se ocultaba en su cuello— shh, tranquilo cielo—le dió un besito en la mejilla sacándolo del agua.

El día que más lo había marcado había sido cuando le había dicho a su padre que estaba embarazado, no contaba con que su madre lo escuchara.

— Nunca serás un buen padre, tus hijos te van a odiar, tendrán asco de tenerte como padre, te tendrán miedo y van a querer correr de ti, nadie quiere a un enfermo como padre—estaba roja de la ira, no le importaba la forma en la que su hijo reaccionaría, no le importaba como se sentía, no le importaba en lo absoluto su hijo— abortalo.

— No—negó asustado colocando sus manos en su vientre, él no iba a a abortar a su cachorrito, él lo tendría y lo
cuidaría como su pequeño tesoro dándoles la mejor vida de todas, no lo iba a abortar.

— ¡Te dije que lo abortes y me vas a hacer caso Park Seonghwa!—gritó histérica golpeando la puerta— ¡No te metas alfa!—miró a su esposo.

Quería escapar de casa, quería que ella lo dejara en paz. Apenas vió la oportunidad no dudó en comprar un apartamento con sus ahorros y con ayuda de su padre, se iría de ahí lo más rápido que podía.

— Hwannie—Hongjoong se sentó en frente de él al ver su expresión decaída— ¿te sientes bien?

— ¿Seré un buen padre?—lo miró sintiendo su labio temblar mordiendolo al instante para que parara.

— Claro que sí, el mejor—sonrió abrazándolo.

Hongjoong casi nunca lo abrazaba porque no le gustaba que lo tocaran, ese momento se había sentido especial, demasiado.

Su comportamiento nunca había sido el mejor, nunca fue la mejor persona, no pudo ser para sus hijos lo que había querido y prometido ser y se odiaba por eso, se tenía asco.

Las noches en las que no hacía nada durante su trabajo solía aislarse de todos saliendo solo si tenía una emergencia, eran muy pocas las veces en las que estaba con Taemin o JiEun, siempre estaba sentado en una silla y de vez en cuando pasaba a la cafetería por algo para tomar, tenía miedo de que ellos se burlaran de él o lo dejaran aunque para ellos él sea como su hermano menor y lo quisieran como a uno siendo incapaces de hacerle algo.

Las horas que pasaba en el baño pasando  esa barra de jabón por su cuerpo llegando a lastimarse con sus propias uñas no eran normales, sabía que estaba mal, sabía que necesitaba ayuda, sabía que necesitaba cambiar, pero tenía miedo, tenía demasiado miedo, era muy hipócrita de su parte decirle a Hongjoong que no se guardara lo que sentía cuando el siempre lo hacía porque simplemente no era relevante y eso lo ponía cada vez peor aunque no lo demostrara, simplemente Park Seonghwa no era alguien relevante y por quien preocuparse, solo estaba ahí para ayudar y sanar las heridas de los demás ¿Quién sanaria la suyas?

Las horas que pasaba en el baño pasando  esa barra de jabón por su cuerpo llegando a lastimarse con sus propias uñas no eran normales, sabía que estaba mal, sabía que necesitaba ayuda, sabía que necesitaba cambiar, pero tenía miedo, tenía demasiad...

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 𝗟𝗢𝗨𝗗 𝗙𝗔𝗠𝗜𝗟𝗬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora