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San no lograba entender como Mingi aún recordaba cosas de cuando tenían cinco años ¡él ni siquiera podía recordar que habían comido el día anterior! Lo envidiaba, como le gustaría recordar las cosas y no tener memoria de pez, pero bueno, descartando lo de que recordaba eso aún, le causaba risa que recordaba esas cosas pero no como volver a casa, no importaba si lo dejabas a una manzana de la casa, no iba a saber como volver, recordaba una vez que había tenido que ir a buscarlo en el supermercado porque Seonghwa le había dicho que volviera antes que él y no sabía como volver, le había mandado un mensaje diciendo que lo ayudara a volver a casa, cada vez que lo recordaba no podía evitar reír.

— ¿Choi San está en esta clase?—una coordinadora entró en el salón en busca del adolescente.

— Aquí—levantó su mano.

— Bien, necesito que vengas conmigo ¿se puede retirar un momento?—miró al profesor y este asintió— ven por favor.

— Ya vengo, tranquilo—le susurró a Mingi soltando la mano del menor de su sudadera.

Siguió a la mujer por los largos pasillos hasta llegar a la enfermería de la escuela ¿Qué hacían ahí? La mujer le pedía que entrara pero San no quería ¿y si era uno de sus hermanos? ¿Y si había pasado algo malo? Tuvo que entrar a la fuerza y lo primero que vió fue a Wooyoung recostado de la camilla con expresión de mal humor ¿Qué había pasado?

— ¿Qué pasó?

— Tu hermano se desmayó en plena clase—explicó la enfermera.

— ¿Se desmayó?—era raro que eso pasara aunque tuviera la enfermedad avanzada— ¿y por qué está de mal humor?

— No me deja volver a clases Sannie—se quejó.

— Te llamamos para ver si aceptaba comer contigo, no quiere comer—era cierto, Wooyoung no había desayunado ese día y ya eran pasadas la hora del almuerzo.

Tuvo que obligar a Wooyoung a comer perdiendo tiempo valioso que podía estar gastando en jugar con lápices con Mingi en la mitad de la aburrida clase de historia universal ¿a él que le importaba lo que pasó en otros países? ¡no le importaba la revolución industrial! Prefería jugar con lápices aprovechando que estaba en el fondo de la clase con Mingi y a Mingi lo dejaban hacer lo que quisiese con sus limites pero no hacía más que mirar por la ventana ¿Qué tenía de entretenido contar autos? Era algo que no le veía sentido.

— ¿Por qué no quisiste comer? Te puede hacer mal Woopi.

— Quería ver que pasaba, mejor no lo vuelvo a hacer.

— De paso anoche tampoco cenaste porque te quedaste dormido temprano—ya podía descartar que se había desmayado por la anemia y había sido porque su hermano era estúpido.

— Sigo con hambre.

— Ya falta poco para volver a casa, aguantate.

Lo dejó en su salón y luego fue al de él como si nada, la clase de historia ya había terminado y no había nadie en el salón, vió la hora y sus ojos se abrieron como platos ¡era el examen de educación física! Corrió a cambiarse el uniforme y luego corrió al gimnasio, la profesora lo había mirado mal por su llegada tarde pero estaba justificada por la coordinadora así que no tenía ningún problema.

— ¿Quieres que juegue contigo?—se acercó a su hermano cuando lo vió solo pateando una pelota, usualmente Mingi no participaba en las clases de educación física porque se distraía con todo lo que veía y no prestaba atención así que lo dejaban hacer lo que quisiera y suficiente con que estuviera presente— ya terminé mi examen así que estoy libre.

— Ellos te buscan—miró a los amigos de San que llamaban a su hermano.

— Puedo ir luego con ellos, tú estás aburrido aquí con tu ejército de conos—dijo viendo el grupito de conos agrupado, la profesora no utilizaba los conos rotos así que todos los usaban para lo que quisiesen, la única regla era no terminar de romperlos.

 𝗟𝗢𝗨𝗗 𝗙𝗔𝗠𝗜𝗟𝗬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora