𝗟𝗢𝗨𝗗 𝗙𝗔𝗠𝗜𝗟𝗬

094

Jongho debía llevar a algún familiar a la escuela y ya tenía a uno de sus hermanos en mente, el problema era si aceptaba ir con él, iba a ser difícil convencerlo.

— ¿Ya decidiste a quién vas a llevar?—Hongjoong en lo más profundo de su ser esperaba que lo eligiera a él, pero las posibilidades eran muy mínimas.

— Sip—asintió— a Mingi—sonrió pero volteó preocupado cuando su hermano se ahogó con la comida— ¿Estás bien?

— ¿Yo?—lo miró asustado buscando la mano de Seonghwa por debajo de la mesa.

— Sí, tú.

— ¿Lo estás diciendo en serio? Si quieres ganar el juego mejor lleva a algún otro menos a Wooyoung, con los dos tienes las mismas posibilidades de perder, si llevaras a Wooyoung lo más seguro es que se desmaye en pleno juego—habló San ofendido.

— Sigue rogando y menos te va a elegir a ti, omega idiota—Yunho rodó los ojos fastidiado.

— Alfa estúpido—gruñó irritado.

— Oigan, la boca—regañó Hongjoong— entonces ¿vas a ir?—volteó a ver a Mingi.

La cocina quedó en silencio, Mingi se sentía presionado por la mirada insistente de Jongho ¿Qué debía hacer? Era mejor que escogiera a otro, San tenía razón, si iba con él no iba a ganar ni siquiera un caramelo, debía ir con alguien mejor.

— San, creo que lo hiciste sentir mal—esta vez fue Yeosang el que habló al notar como la expresión de su hermano había cambiado.

— ¿En serio? Perdóname, no fue mi intención—se disculpó avergonzado.

— Lo decidirá después, mejor terminemos de comer—concluyó Seonghwa quitando unos mechones de la cara de su hijo.

— ¿No creen que debemos cortarle un poquito el pelo?

— ¡San!—exclamó Yunho cansado de su hermano.

— Perdón...

Jongho despertó emocionado al día siguiente y más cuando vió a su hermano esperando junto a los demás en la sala, le había prometido a sus papás cuidarlo muy bien porque estarían solo ellos dos. Aunque se sentía mal por romper su rutina, había adoptado una rutina nueva desde que se habían mudado que se basaba en acostarse a la una y despertar casi a las doce, y eran las seis de la mañana, se veía un poco irritado y cansado, esperaba que no pasara nada y que si pasaba algo fuera en el auto porque el no sabría que hacer de los nervios.

— Llegamos, ven—entró a su salón y lo arrastró hasta su banco— empieza a las nueve, mientras tanto puedes quedarte aquí al lado mío del lado de la pared, ahí me siento yo pero no me va a matar no sentarme ahí por un día. Duerme un rato si quieres ¿no? Bueno.

— Las matemáticas son aburridas—murmuró fastidiado recostandose en Buba.

— Lo sé, yo tampoco las entiendo. Hay veces que envidio a Yeosang, parece como si fuera destinado a entenderlas. ¿Quieres hacerlas conmigo? No son difíciles, pero tampoco las entiendo.

— No sé dividir...—se colocó la capucha de su suéter y se acomodó mejor para que no le diera la luz en la cara, lo estaba empezando a irritar.

— Estoy jodido...

— Pregúntale a la profesora, ella lo sabe todo.

— Me da vergüenza—lloriqueó.

Mingi negó y se quedó viendo al piso, había una polilla muerta ¿Cómo había llegado ahí si estaba todo cerrado? Parpadeó un par de veces algo intranquilo, pero se sintió más tranquilo cuando Jongho agarró su mano. No le gustaban las luces que habían en los salones, lo irritaban al igual que los ruidos. Algunas veces deseaba ser sordo solo para no escuchar más, habían demasiados ruidos que le molestaban como el ruido de la nevera o el del reloj ¡eran demasiado molestos! No entendía como a los demás no les molestaban esos ruidos tan desagradables.