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Seonghwa volvió de noche, justo a la hora que sus hijos ya se iban a dormir. La casa estaba en silencio hasta que escuchó ruidos arriba. Revisó habitación por habitación y todos estaban dormidos ¿era Hongjoong? Entró en su habitación y encontró a su esposo teniendo un ataque de ansiedad ¿Qué había pasado? Iban tan bien, de hecho, Hongjoong no presentaba síntomas desde que habían nacido Yeosang y Wooyoung.

— Amor, amor—lo abrazó— ¿Qué pasa? Oye, no...—agarró sus manos.

Estaba estresado y frustrado, siempre tenía que cumplir las necesidades de los demás independientemente de la edad, pero cuando se trataba de él nadie estaba. Sus hijos parecía que solo lo veían como alguien que los cuidaba, Seonghwa casi nunca estaba, tenía varias cosas que hacer, no lo dejaban estar solo con los niños, sus padres estaban muy lejos y su único soporte tampoco estaba mucho tiempo. No salía de casa a un lugar que no fuera al supermercado, gritos, llantos, reclamos, un miedo constante que taladraba su cabeza, sentía que en algún momento se volvería loco. Se sentía inútil, demasiado. Sentía que si en algún momento fallaba en alguna tarea Seonghwa le haría algo aún sabiendo que Seonghwa nunca lo tocaría ni con el pétalo de una rosa, su omega era incapaz de hacerle daño por algo así ni por nada.

— ¿Ya estás mejor? ¿Sí? Me alegro mucho mi vida—le dió un besito en la frente— ¿quieres contarme qué pasa? ¿No? Está bien, mi naranjita.

Seonghwa sabía que Hongjoong desde muy pequeño padecía de ansiedad, se la habían diagnosticado días después de ser adoptado, pero su alfa era muy fuerte y muy valiente, había aprendido a vivir con ella e incluso superarla. Pero había vuelto o eso parecía.

— Descansa ¿sí? ¿No me vas a soltar? Bueno...

Se puso a ver detalladamente a su esposo y sonrió levemente, Hongjoong era hermoso.

En la mañana lo encontró haciendo el desayuno, se veía más tranquilo que en la noche.

— Buenos días Honggie.

— Buenos días—le dió un besito en la frente.

— ¿Te sientes mejor?—asintió— me alegro mucho—lo abrazó por detrás viendo lo que cocinaba— ¿huevos revueltos?

— Con tostadas, son para los niños.

— ¿Y para mí?

— Puedes hacerte algo, también tienes manos.

— Que grosero—frunció el ceño haciéndolo reír.

— El tuyo ya está servido.

— Gracias Honggie.

El alfa asintió y apagó la hornilla para servir los huevos en cuatro platos y poner dos tostadas en cada uno junto a un vaso con jugo de pera. También calentó la avena de la nevera y la colocó en dos planos pequeños para los mellizos y a Jongho ya le había dado el biberón.

Era hora de despertar a los demonios.

— Sin llorar—arrullo a los mellizos y bajó junto a Yunho que parecía seguir dormido.

— ¿Hoy quieren ir a casa del abuelo?—preguntó Seonghwa y todos aceptaron, sus hijos amaban a su padre.

En casa de sus suegros, Hongjoong estuvo todo el rato con Mingi sentado sobre sus piernas, no quería que la madre de Seonghwa lo tocara, esa mujer ya había hecho suficiente con su hijo. Igual no había problema con que lo tuviera consigo, cada que iban ahí Mingi se quedaba sentado en el patio y no hacía nada.

— Sannie.

— ¿Mmh?—volteó a ver a Yunho.

— ¿Y si asustamos a Papi?

— No.

— ¿Por qué?

— Que malo eres.

Yunho rió y San le pegó en el brazo, no quería asustar a su papi, eso era de niños malos y él no era un niño malo, era uno bueno.

— Tú eres aburrido.

San le sacó la lengua y le dió la espalda, no se quería portar mal y que sus papis lo regañaran.

— Oigan, no—Seonghwa se levantó a agarrar a los mellizos que iban directo a curiosear el enchufe.

— ¿Y él raro como se porta?—la mujer vió a Mingi que dormía en las piernas de Hongjoong.

— ¿Mingi? Se porta bien—respondió Hongjoong cansado de su suegra.

— ¿Cuánto a que salió raro por culpa del papá?—miró a su esposo riendo y este lo miró sin expresión.

— ¿Perdona?

— Saca a la desgracia de la familia de mi casa por favor.

— Jujeong ya por favor, es un niño y es tu nieto, nada te da el derecho a tratarlo así.

— Uy, es un pobre niño neurodivergente, hay que respetarlo, cuando los cerdos vuelen Jeonmin.

— Vamonos.

— Ho-

— Vamonos Seonghwa, vamonos, no me interesa, busca a los niños.

Seonghwa buscó a los mellizos y llamó a San y Yunho, no entendía el mal humor de Hongjoong.

— No voy a dejar que hable así de mi hijo Seonghwa, perdóname lo que te voy a decir pero no aguanto a tu madre, no quiero que se acerque a ninguno.

— Hong...

— Esa mujer es una enferma Seonghwa, no le bastó con trastornarte y ahora va por Mingi, no lo voy a permitir Seonghwa, no—negó apretando el volante molesto.

Seonghwa había crecido con una madre con trastorno obsesivo compulsivo y esta se negaba a ser tratada. Ella había metido cosas en la cabeza de Seonghwa que lo había llevado a desarrollar misofobia, Hongjoong recordaba que cuando había conocido a Seonghwa siempre lavaba sus manos antes de agarrar cualquier cosa o siempre las desinfectaba, por suerte Seonghwa no era como su madre y si había aceptado la ayuda. No entendía como el padre de Seonghwa soportaba a esa mujer.

Pobre hombre.

 𝗟𝗢𝗨𝗗 𝗙𝗔𝗠𝗜𝗟𝗬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora