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— Buenos días mi amor—habló con voz suave viendo como Jongho abría sus ojitos— hola—sonrió.

— ¿Y a mí no me vas a dar los buenos días?—Hongjoong levantó su cabeza viendo como Seonghwa le hacía cariñitos a Jongho.

— No, a ti no, fuera.

Hongjoong lo miró ofendido y le dió la espalda sintiendo las caricias de Seonghwa en su espalda, ya no quería nada.

— Me caes mal.

— Yo también te amo Hong—le dió un besito en la mejilla y siguió con Jongho— tú si eres bonito, muy bonito—sonrió de nuevo haciéndolo reír— ¿mi bebé bonito tiene hambre? Vamos a darle de comida al bebé bonito.

San los miró con el ceño fruncido y les tiró una almohada, no lo estaban dejando dormir y tenía sueño.

— ¿San?—Seonghwa volteó a verlo.

— Amor, vuelve a dormir, es muy temprano—Hongjoong volteó a ver a San.

Esa tarde todos estaban reunidos en el patio jugando con pelotas y juegos, todos estaban tranquilos en su mundo hasta que un llanto los sacó de su burbuja, era Wooyoung.

— ¡Fué ese niño raro!—una de sus primitas apuntó a Mingi.

Seonghwa volteó a ver a Mingi con el ceño fruncido y cargó a Wooyoung para calmarlo, iba a hablar seriamente con Mingi o quizás lo haría Hongjoong, no sabía.

— ¿Qué es lo que está pasando? ¿Por qué le estás pagando a tus hermanos? Mírame Mingi, quédate aquí—lo agarró del brazo— ¿por qué empujaste a Wooyoung? Primero Yeosang y después los demás, no podemos seguir así, vete conmigo y no te vas a ir hasta que yo te diga.

¿No había salvado a Wooyoung del golpe de la pelota?

Triste se sentó al lado de su papa y se quedó viendo a sus hermanos y primos jugar, él también quería jugar, no quería quedarse ahí sentado.

Wooyoung se aferró a la camisa de Seonghwa y cerró sus ojitos, le dolía mucho su espaldita, pero también estaba cansado.

— ¿Qué pasa mi amor?—Seonghwa acarició su mejilla escuchándolo balbucear— tú quieres hablar ya ¿verdad? Niño bonito—le dió besitos en su cabecita— ¿dónde está mi lunita?—buscó a Yeosang con la mirada, ya tenía a su solecito, le hacía falta su lunita— ahí está—lo vió con uno de los héroes de Hongjoong y se sintió aliviado.

Yunho puso sus manitos en las mejillas de San y las apretó viendo su sonrisita, las quitó y vió sus hoyuelitos, ¿por qué tenía huecos en sus mejillas? Puso su dedito en el huequito y de la nada desapareció ¿Qué era ese hueco? Su papi era doctor, seguramente sabía por qué Sannie tenía huecos en su carita. San no estaba enfermo ¿verdad?

— Papi, Sannie tiene huecos raros en su cara.

— ¿Sí?

— Sí, le salen cuando se ríe—dijo asustado— no te rías—frunció el ceño.

— Eso es normal mi vida, Sannie nació con hoyuelos, son muy lindos ¿verdad?—picó la mejilla de San que sonreía— no te asustes Yuyu.

Asintió y agarró a San para llevárselo a donde estaba el perrito que estaba a punto de llevarse a Shiber.

— ¡Noo, no te lleves a Shiber!—corrió detrás del perrito asustado, no quería que se rompiera su peluche favorito.

Jaemin volteó a San y agarró a su perrito sacandole a Shiber de la boca, San no podía descuidar así sus cosas.

— Ten más cuidado Sannie, no lo dejes por ahí suelto, no llores.

El niño asintió limpiando su carita y volvió con Yunho que se reía de él, para qué tenrr enemigos si tenía un hermano así, le caía mal.

— Ya no quiero jugar contigo, tonto.

— Está bien, no juegues, tonto.

San le sacó la lengua y Yunho le respondió, se habían jurado el odio en ese momento pero al final terminaron juntos como siempre, que hermosa hermandad.

 𝗟𝗢𝗨𝗗 𝗙𝗔𝗠𝗜𝗟𝗬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora