A la mañana siguiente, el castaño fue despertado de nueva cuenta por los rayos del sol que entraban desde su ventana. Estaba por quejarse como de costumbre, cuando recordó que debía asistir a la eskuela; su repentino entusiasmo por asistir no era para menos, pues ahora tenía uno de los mejores amigos que podría desear.
—¡Buenos días hermanito!– Saludó Gir quien se encontraba saliendo igualmente de su habitación, el chico respondió a ello con una sonrisa. Ambos bajaron a la cocina para desayunar, encontrándose con sus padres; quienes ya estaban en ello.
—Buen día, Zim– Habló su madre —Al parecer hoy estás de buen humor, seguramente esperas ver otra vez a tu amigo ¿cierto?– Preguntó la mujer mientras servía el desayuno, a lo que el chico respondió con una ligera risa.
Zim se puso sus audífonos y salió de casa junto a su hermano y padres para ir camino a la eskuela. Debía admitir que eso le encantaba, concentrarse de lleno en la música que escuchaba le ayudaba a reducir notablemente los nervios y la ansiedad.
La familia caminó por unas cuantas calles, encontrándose con una pequeña sorpresa al doblar una esquina.
—¡Hola Zim!– Saludó el chico de gabardina desde el otro lado de la calle, El castaño respondió con una gran sonrisa y saludando entusiastamente con su mano —¿Les gustaría acompañarnos a la eskuela?– Propuso Dib al par de hermanos, quienes sin dudar aceptaron gustosos.
El resto del camino estuvo lleno de divertidas pláticas entre ambos chicos, mientras que Gir ocasionalmente observaba fascinado como Gaz jugaba en su consola de videojuegos.
—¿Escuchaste el último álbum de Owl City?– Preguntó el azabache en medio de la conversación, el ojiazul asintió dejando al contrario escuchar música junto a él; dando a entender que justo lo estaba haciendo.
Entre bromas y ocasionales curiosidades respecto a su artista favorito, los cuatro llegaron a la eskuela. Eventualmente se dispersaron dirigiéndose cada uno a su respectiva aula, el par de amigos se encontraba por entrar a la suya cuando un chico pelirrojo se interpuso en su camino.
—¡Hola!– Mencionó con entusiasmo —Tú debes ser el nuevo, mi nombre es Keef– Saludó extendiendo su mano hacia el castaño en un ademán de saludo, cosa que el mencionado no comprendió del todo bien; pues no respondió como se esperaría.
Zim siguió su camino hacia su pupitre, dejando a Keef un tanto confundido sobre lo que acababa de pasar.
—... ¿Qué le pasa?– Preguntó al de gabardina, quien continuaba en la puerta igual de confundido.
—No lo sé, no lo había visto hacer eso– Contestó Dib prácticamente igual de confuso que el pelirrojo. Dentro del lugar, podía verse como el ojiazul comenzaba a sacar sus útiles y cuaderno de su mochila; para acomodarlos de un modo extremadamente preciso en su pupitre.
Durante el resto de la clase, el pelirrojo observaba con curiosidad al de vestimenta rosa sentado casi junto a él; "¿qué le sucede?", pensaba, "¿acaso fue algo que dije?".
Eventualmente la hora del almuerzo llegó, el chico con peinado de guadaña no se encontraba en el aula; pues había salido por un encargo de la señorita Bitters. Cosa que puso un poco nervioso a Zim, pues tenía pensado pasar el almuerzo junto a su nuevo amigo.
Keef notó que el castaño aún no salía del lugar, por lo que decidió acercarse e incitarlo a pasar el almuerzo con él.
—¡Hola de nuevo!– Saludó el pelirrojo —¿Te gustaría venir a almorzar conmigo?– Propuso, ganándose una respuesta aún más inesperada por parte del ojiazul; Zim permaneció con la vista en su pupitre, un tanto nervioso por la presencia de Keef.
"¡¿Por que demonios no se larga?!", pensaba, "¿qué no se da cuenta de que somos los únicos aquí?"
Lo único que Zim deseaba en ese momento era que Dib apareciera por la puerta, pues la presencia del pelirrojo (añadiendo que era obvio que no planeaba irse sin una respuesta) comenzaba a incomodarlo.
—Ehh.. ¿Te encuentras bien?– Preguntó el de camiseta azul al notar que el castaño aún no le respondía —¿Necesitas ayud...– No pudo terminar de hablar, pues (al notar que el contrario parecía nervioso) se dispuso a tocar suavemente su hombro en un intento por tranquilizarlo... Grave error.
El ojiazul reaccionó de una forma no tan esperada, soltó un sonoro quejido al sentir el contacto por parte del pelirrojo. Cosa que lo asustó bastante.
—¡T-Tranquilo!– Mencionó Keef, sin saber que hacer ante la reacción del castaño —¿Necesitas ayuda?, ¿qué mierda te sucede?– El de vestimenta rosada permaneció sentado en su pupitre, soltando ocasionales quejidos mientras sus ojos se cristalizaban en lágrimas y ponía sus manos sobre su cabeza notoriamente alterado.
El escándalo eventualmente llamó la atención de los alumnos que pasaban por el pasillo, reuniendo a unos cuantos dentro del lugar observando la escena. Mientras tanto, el azabache se encontraba de regreso al aula en busca de su amigo; estando lo suficientemente cerca pudo escuchar los quejidos del ojiazul.
Entró al lugar lo más rápido que pudo encontrándose con la escena, Zim gritaba con desesperación mientras que Keef intentaba tranquilizarlo tomándolo de los hombros. Irónicamente, cuanto más intentaba calmarlo más se alteraba el ojiazul.
—¡¿Qué mierda le hiciste?!– Exclamó el de gabardina acercándose al pelirrojo.
—Y-Yo no le hice nada– Contestó Keef ciertamente asustado —S-Sólo quería calmarlo, cuando él...–
—¡¿Qué está pasando aquí?!– Se escuchó la tenebrosa voz de la señorita Bitters resonar entre los presentes —¡Ustedes tres vendrán conmigo!– Mencionó para llevarlos a quien sabe donde.
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A•U•T•I•S•M AU! [Invader Zim]
FanfictionZim ha pasado toda su vida oyendo a las demás personas catalogando sus comportamientos cómo "anormales", o "extraños". Sin embargo, años después, finalmente obtiene la aparente respuesta al ser diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista, tres...