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Las horas pasaron hasta dar paso a una ciertamente tranquila tarde, Zim ya se encontraba a punto de salir rumbo a sus ya acostumbradas sesiones de trabajo... Sólo que al parecer no esperaba que algo lo detuviese, o mejor dicho; alguien en esta ocasión.

—¡Zim!, ¿a donde vas?– Cuestionó la adolescente al ver al castaño bajar las escaleras de un modo ciertamente apresurado.

El chico se quedó prácticamente congelado, era claro que no podría contarle a la pelimorada sobre sus reuniones con Dib; puesto que corría el riesgo de ser acusado ocasionando que todo su trabajo se fuera al carajo. Su respiración había comenzado a agitarse gradualmente mientras temblaba levemente a causa del miedo.

—Y-Yo...– Ni siquiera podía hablar correctamente, Gir lo notó e inmediatamente inventó una excusa rápida para que el mayor se tranquilizara.

—Iremos a visitar a su amigo– Comentó el menor —Y te agradecería que no nos acompañaras, por favor– Ante la afirmación por parte del pequeño con goggles (e ignorando por completo eso último) Tak pareció interesarse; pues creía que esa sería una gran oportunidad para hablar con el de gabardina.

—¿Por qué no quisieran que los acompañara?...– Mencionó la adolescente —A decir verdad, acabo de recordar que hay algo muy importante que necesito discutir con Dib– El ojiazul le dedicó una mirada con cierta confusión y desconfianza, no sabía si ese "asunto importante" tenía algo que ver con lo que aparentaba estar planeando.... Aunque a esas alturas sería verdaderamente estúpido el pensar algo así.

—Me importa una mierda lo que quieras decirle– Habló el de camiseta rosa inconscientemente, para cuando se dio cuenta de a quién se lo había dicho era claro que ya podría darse por muerto.

Tak sólo trataba de no reír al escuchar el insulto dicho por el ojiazul, aparentemente eso era algo realmente nuevo para ella tomando en cuenta que la última vez que lo vio apenas y se dignaba a hablar.

Tras un rato lleno de ocasional incomodidad (y principalmente de múltiples súplicas por parte de la pelimorada) el par de hermanos finalmente tuvieron que permitir que su prima los acompañara; básicamente porque, en un punto de sus súplicas, Rojo y Púrpura tuvieron que intervenir y prácticamente "obligarlos" a aceptar su compañía con el pretexto de que pasarían más tiempo juntos.

Ahora los tres se encontraban de camino a la casa del azabache, tanto Zim como Gir estaban realmente molestos por la compañía de Tak. Pues esta pasó todo el camino intentando hacer "conversación" con ambos (principalmente con Zim) cosa que, a la larga, terminó por incomodar notablemente al castaño.

Finalmente habían llegado, Dib atendió la puerta borrando totalmente la sonrisa en su rostro al percatarse de que la adolescente los estaba acompañando.

—Ehh, ¿por qué demonios ella...–

—Créeme, ni siquiera yo tengo idea– Interrumpió el más bajo hablando casi en un susurro para que la chica gótica no los escuchara.

A•U•T•I•S•M  AU! [Invader Zim]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora