[7 7]

182 18 13
                                    

Temeroso de que lo peor pudiera ocurrir, Dib se ocultó tras un auto cercano y esperó que el hombre entrara por completo a la casa."¡Maldición!", pensaba,"¡debí suponer que ese maldito hijo de perra estaba detrás de todo esto!, nadie puede parecer tan amigable sin ocultar algo".

Eventualmente optó por entrar lo más rápido que pudo, golpeó la puerta con desesperación esperando que no fuera demasiado tarde; Roger atendió e inmediatamente el pelinegro comenzó a insultarlo como todo un demente.

—¡¿Creíste que esa maldita fachada te sería útil para ocultar tu asqueroso fetichismo de mierda?!– Exclamó molesto —¡Pues adivina qué maldito bastardo!, ¡ERROR!– El hombre parecía estar verdaderamente confundido.

—¿Qué es lo que te pasa?– Preguntó el adulto —¿Fetichismo?, ¿de dónde sacaste es...–

—¡Cierra tu asquerosa boca!– Volvió a exclamar —Te diré algo, imbécil... No creas que podrás meterte con Zim tan fácilmente como posiblemente lo hiciste con el otro montón de chicos que seguramente abusaste, ¡porque yo estoy aquí y no...– Los gritos fueron abruptamente interrumpidos por Tak, quién había bajado a revisar en cuanto escuchó el escándalo.

—¡¿Qué carajo está pasando aquí?!– Exclamó —¿Dib?, ¿qué estás...–

—¡Tú!, ¡¿Donde está Zim?!– Se le escuchó al de gabardina gritar

—Esta arriba, pero ¿para qué...– Dib no pudo escuchar lo que la pelimorada estaba por decir, pues rápidamente se apresuró en subir rumbo a la habitación del castaño.... Dejando al adulto y la adolescente ciertamente confundidos.

—... ¿Quien es usted?– Cuestionó Tak, ahora dirigiéndose al hombre con anteojos

—Ro-Roger Smith, soy el terapeuta de Zim– Contestó, un tanto temeroso de que la adolescente reaccionara a insultarlo al igual que el azabache.

Mientras tanto, este último estaba por ingresar a la habitación del ojiazul, siendo recibido por Gir quien le indicó que aparentemente el chico no se encontraba muy bien; pues había estado llorando los últimos minutos.

El pelinegro abrió ligeramente la puerta encontrándose con Zim metido entre sus sabanas (como lo hacía normalmente cuando estaba asustado) y dejando escapar ligeros sollozos. 

—¿Zim?... ¿Estás bien, cariño?– Preguntó mientras se sentaba al lado de este, el ojiazul se descubrió lentamente el rostro para asegurarse de que se trataba de Dib.

—N-No...– Contestó el contrario, en ese momento el azabache sólo podía imaginarse lo peor tras lo ocurrido en la sala.

—¿Él te hizo algo?, ¿te tocó en algún lado?– Cuestionó el de gabardina esperando que su sospecha no se confirmara.

—¿Qué?, ¿de qué estás hablando?– Preguntó el castaño un tanto confuso ante lo comentado por Dib.

—De-Del tipo que está allá abajo, ¿te hizo algo malo?– Volvió a preguntar, debió suponer que tratándose de alguien tan inocente como lo era Zim obviamente no le sería fácil de reconocer un acto tan vil como el que el de peinado de guadaña imaginaba.

—Espera, ¿Roger está aquí?– Cuestionó nuevamente el ojiazul, inmediatamente se levantó y pensaba dirigirse a la sala... Sin embargo fue detenido rápidamente por Dib.

—Un momento, ¿a donde vas?– Preguntó el azabache

—¿A donde crees?, voy a mi sesión con él– Contestó el de camiseta rosa intentando soltarse del suave agarre por parte del pelinegro.

—Espera... ¿Sesión?, di-dices que él es...– Habló Dib, ciertamente se encontraba nervioso de que esos insultos y ocasionales amenazas al hombre no lo hagan quedar como un idiota en caso de que lo que Zim estaba por decir era verdad

—Sí, es mi psicólogo– Interrumpió el castaño —¿Por qué?, ¿te molesta o algo así?– Los ojos del de gabardina se abrieron como platos tras esa aparente revelación, al parecer tantos insultos sólo habían sido en vano.

Finalmente el ojiazul se soltó y bajó a la sala en compañía de un ciertamente nervioso Dib. Quien fue recibido por por el hombre con una pequeña sonrisa al ver al castaño.... Inmediatamente su sonrisa se borró al percatarse de que el pelinegro también lo acompañaba.

—¡Hola Zim!– Saludó el hombre con su característico entusiasmo —Dime algo, ¿tú conoces a.... Este chico?– Preguntó al notar como aparentemente ambos se sentaban juntos.

—Sí, ¿recuerdas a mi amigo del que te hablé la semana pasada?– Comentó el ojiazul, haciendo que los nervios en el azabache sólo empeoraran.

—Oh, ¿él es Dib?– Cuestionó Roger mientras miraba de reojo al mencionado.

—Sip, ¡es mi mejor amigo!– Comentó el castaño mientras abrazaba suavemente al contrario, quien aún no se deshacía de sus nervios.

El hombre con camiseta a cuadros observó la escena un tanto enternecido, pues al ver lo mucho que Zim aparentemente quería a su amigo obviamente no podía desconfiara de él.... Sin embargo aún había unos cuantos asuntos que deberían atender.

•••

—... ¿Tienes lo que te encargué?– Cuestionó la adolescente, quien había salido de la casa dejando a Zim con su terapeuta.

—Sí... Por cierto, lo del petardo ya está hecho– Comentó el contrario, Tak sólo sonrió divertida; pues su plan recién había comenzado.

======================

Verga... Acá entre nos, ya había olvidado lo increíblemente incómodo que era este capítulo.

Pero bueno, todo sea por la nostalgia y los buenos recuerdos, ¿Apoco no razita?

En fin, ¿Qué me cuentan?, ¿Cómo va su fin de semana?

Espero que esto les haya gustado, y ¡Hasta la próxima!

PD: un abrazo a toda la nueva bandita que va llegando a esta cosa (porque sí, me dí cuenta Xdxd)

A•U•T•I•S•M  AU! [Invader Zim]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora