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El niño de goggles tardó un poco más en bajar, pues al no encontrar a Zim en su habitación supuso que este ya se había despertado y bajó para desayunar junto a él.

—¡Buenos días hermanito!– Saludó al divisarlo mientras bajaba las escaleras, el castaño lucía bastante malhumorado; pues no quería tener que cuidar al menor durante todo el día.

—... ¿Qué te pasa?, pareces enojado– Mencionó al notar el mal humor en el rostro del chico, el ojiazul señaló con cierto descontento la nota que sus padres habían dejado sobre la mesa.

El menor comenzó a leer cuidadosamente lo que el papel contenía, eventualmente una sonrisa se formó en su rostro; pues se encontraba realmente feliz de pasar todo un día junto a su hermano mayor.

Gir rápidamente abrazó entusiasta al de pijama, mientras que Zim se maldecía internamente por lo que estaba a punto de pasar; pues lo que menos quería era que su rutina se viera "destruida" por el pequeño.

—¡Vamos hermanito!, ¡vayamos a jugar!– Era claro que el menor estaba entusiasmado por comenzar a jugar con el chico, jaló al castaño ligeramente de su mano intentando hacer que se levantara de la silla.

"Un momento... ¡Tengo una idea!", pensó repentinamente el ojiazul, posteriormente le indicó al niño que fuera a la sala. Una vez ahí, el castaño comenzó a rebuscar entre uno de los libreros que había en el lugar; ganando una mirada de curiosidad por parte del menor.

Después de unos minutos logró encontrar lo que buscaba, un libro para colorear y unos cuantos crayones de colores; dejó las cosas en el suelo a lo que Gir se acercó con curiosidad.

—Ohh, ¿vamos a colorear juntos?– Preguntó el menor en un tono de inocencia, a lo que Zim respondió asintiendo desinteresado.

Eventualmente el castaño dio la vuelta dispuesto a subir a su habitación, sin embargo se detuvo al observar la pequeña pila de platos sucios sobre la mesa; si había algo que Zim odiase más que al mundo en general, sin duda eso era el desorden.

En vista de que no toleraría el pasar y ver constantemente toda esa suciedad sobre la vajilla y los cubiertos; decidió lavarlos adecuadamente. Tomó el primer montón y se dirigió al lavavajillas... Encontrándose con algo mucho peor de lo que imaginaba.

El lavabo estaba prácticamente lleno de más platos y recipientes sucios,"¡¿quien mierda come tanto como para dejar este desastre?!" pensaba el ojiazul; era claro que no podría lavar todo eso él sólo.

—Oww, parece que necesitarás ayuda– Se escuchó hablar al menor detrás suyo, Zim volteó dando a entender que efectivamente la necesitaba.

—¡No te preocupes hermanito!, ¡te ayudaré!– Mencionó Gir en un tono entusiasta —Pero antes, necesitaremos algo– Habló para posteriormente subir rápidamente las escaleras, el castaño estaba confundido; "¿que podríamos necesitar para lavar todo esto?", se preguntaba.

Después de unos minutos, el menor bajó nuevamente con una pequeña bocina en sus manos; dejando aún más confundido al mayor.

—... Papá siempre hace esto cuando le toca lavar los platos– Mencionó para posteriormente llevar la bocina junto al lavabo de modo que hiciese algo de eco y el sonido se intensificara, eventualmente la encendió y comenzó a sonar la canción"Viva La Vida" de la banda Coldplay.

Zim soltó una ligera risa, pues no imaginó que su padre escuchara esa clase de música. Posteriormente ambos comenzaron a lavar el desastre del lavabo; mientras que el castaño enjuagaba y mojaba los platos, Gir se encargaba de secarlos y guardarlos en su lugar.

Al parecer ese día no sería tan malo para Zim después de todo.

A•U•T•I•S•M  AU! [Invader Zim]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora