A•U•T•I•S•M AU! [Invader Zim]

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—¡Gir!, encontré los...– El castaño estaba por indicar que había recuperado los aviones de papel, cuando se percató de la presencia del de gabardina.

—¡Hola Zim!, ¿qué están haciendo?– Preguntó Dib, el ojiazul rápidamente se apresuró en quitarse su casco para posteriormente arrojarlo a un lugar al azar de la sala.

—N-Nada, sólo estaba ayudándole a Gir a limpiar– Se excusó el contrario mientras dejaba escapar una pequeña risa nerviosa.

—¿En serio?, creí que estábamos...– La boca del menor fue rápidamente tapada por Zim antes de que pudiera continuar con su oración, haciendo que el de lentes soltara una pequeña risa ante la acción.

—En fin, ha-hay algo que debo mostrarte– Comentó el azabache, ganando una mirada de curiosidad por parte del de camiseta rosa; este último le indicó al menor subir a su habitación un rato mientras hablaba con Dib.

El de peinado de guadaña procedió a sacar un par de hojas de papel de uno de los bolsillos de su gabardina, mientras que el ojiazul parecía aún más confundido que antes.

—... ¿Qué es eso?– Cuestionó con curiosidad mientras ambos tomaban asiento en una de las escaleras.

—Sólo, abre la carta y mirala– Indicó el contrario, el de vestimenta rosa obedeció mientras su confusión aumentaba; al ver el "texto" de esta rápidamente se dio cuenta de lo aparentemente extraño que contenía.

—¿Sabes lo que es?– Preguntó Dib nuevamente

—Sí, es un mensaje aparentemente escrito en código binario... ¿Pero ¿quien demonios enviaría una carta así?– Contestó el castaño mientras intentaba "analizar" el mensaje.

—No lo sé, esto me llegó por correo hace unas horas– Comentó el azabache —Pero logré traducirlo... Y no creo que te guste– Mencionó para entregarle la traducción de la carta.

Los ojos de Zim se abrieron como platos debido al miedo que experimentó al leer el mensaje:

"Estoy de vuelta, y no hay nada que puedas hacer al respecto".

—Ahora, ¿quién crees que pudo...–

—Tak– Interrumpió el castaño hablando casi en un susurro, dejando al contrario un poco sorprendido.

—¿Qué?, ¿po-por qué crees que ella...–

—Tal vez sólo sea una suposición– Volvió a interrumpir el ojiazul —Pero, ¿no te parece demasiada coincidencia haber recibido esto justo después de que ella haya decidido volver?– Dib estaba realmente impresionado, le pareció increíble como el de camiseta rosa logró llegar a esa conclusión tan rápido.

—... Entonces, ¿qué crees que esté planeando?–– Cuestionó el de gabardina tras un corto silencio.

—No lo sé, probablemente tiene que ver con el hecho de que haya estado muy apegada a mí últimamente– Remarcó el contrario, debía admitir que la repentina cercanía de la adolescente ya le había comenzado a dar mala espina.

Era claro que ahora Dib tenía un nuevo problema de que preocuparse además de su aparente inseguridad respecto al "amigo" de Zim.