A•U•T•I•S•M AU! [Invader Zim]

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Tan rápido como había sido disipada, una horrible tensión se presentó nuevamente en la sala; los padres del ojiazul miraban fulminantes a la adolescente de cabello morado y aspecto gótico frente a ellos. Mientras que, por otro lado, la pareja de hombres se encontraban ciertamente incómodos; pues temían que ya no fuesen recibidos tras lo sucedido la última vez.

El hombre rubio con chaqueta púrpura tosió ligeramente intentando romper el hielo.

—Y... ¿Qué tal están las cosas?– Preguntó, la verdad era que no tenía un muy buen tema de conversación.

—Bi-Bien, en realidad– Contestó la mujer —Zim ha estado teniendo una gran mejoría desde la última vez que vinieron, está teniendo reuniones con un psicólogo... Incluso aprendió a hablar– Al escuchar eso último una sonrisa se formó en el hombre de cabello rubio, mientras que su esposo sólo se limitó a observar un tanto desinteresado.

—Entonces... ¿Dónde está?– Cuestionó nuevamente el de chaqueta púrpura, los contrarios se miraron mutuamente un poco inseguros. Eventualmente el hombre procedió a hablar.

—D-Debe estar arriba, espero no les moleste per...– Sus palabras fueron interrumpidas por el hombre de chaqueta roja.

—No hay problema, nosotros lo entendemos– Habló mientras dirigía su mirada hacia su hija, era claro que ahora se encargaría de mantenerla "a raya" (por decirlo de alguna manera).

El silencio incómodo regresó, tras esa pequeña charla nadie se dignó a decir absolutamente nada... O al menos hasta después de unos minutos.

—... ¿Creen que pueda subir a verlo un rato?– Preguntó la adolescente, inmediatamente las miradas de los adultos se posaron sobre ella.

—Bien... Pero iremos contigo– Habló el de cabello negro en un tono autoritario —Y no quiero que te pases de lista, ¿entendido?– No sabía si Tak se traía algo entre manos; pero después de todo el motivo principal de su viaje era que su relación con el castaño se "restableciera". Además tanto él como su pareja habían comenzado a vigilarla de cerca.

Mientras tanto, Zim se encontraba en su habitación con la puerta cerrada; estaba metido entre sus sabanas y abrazando a mini alce en un intento por mantenerse tranquilo.

"¡¿Acaso no se cansa de hacer de mi vida una basura?!", se preguntaba, "me importa una mierda si vienen, no les abriré la maldita puerta ni aunque me paguen". Realmente parecía asustado, y es completamente entendible si consideramos que ya había pasado por todo un infierno junto a Tak... Obviamente no se arriesgaría otra vez.

Los adultos y la adolescente se encontraban afuera de la habitación del ojiazul, estaban por llamar a la puerta cuando Gir se interpuso rápidamente en su camino al ver de quien se trataba.

—¡Lárgate!– Exclamó el pequeño de goggles mientras se paraba frente a la puerta impidiendo el paso —¡No permitiré que te acerques a mi hermanito!– Los adultos intentaron negociar un trato con el menor, pues claramente iban a entrar.

Pasaron dos minutos y aparentemente no había nada que el niño quisiera más que mantener al chico a salvo de lo que podría pasarle estando cerca de la adolescente, sin tener más opción (y básicamente porque Rojo ya estaba harto) el de chaqueta púrpura tomó al pequeño y lo retiró cuidadosamente del camino.

—...¿Zim?, ¿estás ahí?– Preguntó la chica gótica en un aparente tono de amabilidad, la sangre del chico en el interior de la habitación se heló repentinamente al escuchar el llamado; sin embargo (por más asustado que estuviese) mantendría su ideal de no dejarla entrar.

No hubo respuesta, el castaño permanecía en la misma posición de antes; sólo que ahora había comenzado a morder ligeramente una de sus manos debido al miedo y ansiedad que le provocaba la sola idea de que Tak lograría entrar en cualquier momento.

La adolescente soltó un gran suspiro y habló, al parecer era algo importante.

—Mira, lo entiendo ¿está bien?– Comentó —Sé que no quieres verme después de... Bueno, todo lo que pasó; pero sólo quiero que sepas que estoy dispuesta a cambiar– Ese pequeño discurso hubiese doblegado a cualquier otra persona... Pero no a Zim.

—Tsk, sucias mentiras– Susurró el chico para sus adentros, eventualmente un silencio volvió a hacerse presente.

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Ahuevo, hoy llegamos con un 2x1 en ambas versiones nomás porque se me hizo chido Xdxd

¿Qué me cuentan?, ¿Cómo les trata la vida?

Espero que esta pendejada les haya gustado.