A•U•T•I•S•M AU! [Invader Zim]

[5 7]

—¡¿Qué carajo pasa allá adentro?!– Se escuchó a Gaz exclamar desde afuera del baño, realmente lucía molesta.

Por otro lado, el pelinegro se apresuró en terminar de vendar la herida para evitar que la chica gótica entrase repentinamente. Una vez concluyó ambos intentaron salir antes de que la pelimorada los notase.... Irónicamente las cosas no salieron como se esperaban, o al menos no para Dib. Pues en cuanto Gaz lo vio salir, inmediatamente lo tomó por el cuello de su gabardina para confrontarlo.

—¿Qué demonios era todo eso?– Preguntó la chica gótica en un obvio tono de enfurecimiento.

—S-Sólo estaba tratando la herida de Zim, ¿no es así?– Cuestionó el azabache dirigiéndose al de camiseta rosa, a lo cual este último asintió mostrando un poco la parte vendada de su brazo.

Los múltiples gritos eventualmente terminaron llamando la atención de Gir, quien igualmente subió para ver lo que ocurría.

—¡Hermanito!– Mencionó el menor, un tanto asustado al notar que el antebrazo del chico se encontraba cubierto de vendas y teñido de un ligero tono carmesí —¿Qué te pasó?– Cuestionó sin dejar de observar la herida vendada en el brazo del mayor.

Zim estaba por responder, cuando rápidamente el azabache se le adelantó.

—Se cortó accidentalmente con una navaja de sacapuntas– Ante la excusa tan ridícula por parte de Dib, el ojiazul lo miró un tanto confundido.

"¿Un sacapuntas?", pensaba, "¿es en serio?, ¿no se te pudo ocurrir algo mejor que esa estupidez?". Siendo sinceros, al castaño le costaba creer que su hermano menor se creyera algo tan patético como eso.... Irónicamente estaba equivocado.

—Ohh, ya veo...– Comentó el pequeño de goggles —En ese caso deberías tener más cuidado con tus cosas– Habló en un intento por "regañar" al mayor.

Tras aclarar todo (y unos cuantos regaños tanto por parte de Gaz como de Gir), el par ingresó a la habitación del de gabardina; pues tenían pensado continuar con sus acostumbradas sesiones de trabajo.

Dib procedió a buscar el material con el que trabajarían en esa ocasión, mientras que el de camiseta rosa se encontraba rascando suavemente la zona de su antebrazo que se encontraba vendada; ya que había comenzado a darle algo de comezón.

—Bien, hoy vamos a...– El azabache detuvo su explicación al notar lo que el más bajo estaba haciendo —¿Qué haces?– Preguntó.

—Tengo picazón Habló el ojiazul mientras continuaba rascando ligeramente su brazo, al menos hasta que fue detenido por Dib.

El pelinegro tomó suavemente la mano del contrario y la alejó cuidadosamente de la herida, pues temía que la cortada pudiera ser reabierta si Zim continuaba rascándose.

—¿Por qué no comenzamos de un...– Antes que siquiera pudiera continuar con la actividad, el azabache notó como el castaño seguía rascando su antebrazo; aparentemente no había entendido la indirecta —Zim, no debes hacer eso, si lo haces la herida se volverá a abrir– Habló, inmediatamente el de camiseta rosa dejó de rascarse, en su rostro podia verse una pequeña mueca de molestia ante el comentario por parte del de lentes.

—... Mientes– Se escuchó al contrario hablar en un susurro mientras permanecía con la mirada baja, irónicamente dicha mención fue casi audible para el azabache frente a él.

—¿Dijiste algo?– Preguntó el de gabardina en un tono casi sarcástico, pues claramente había escuchado lo que el más bajo había dicho.

—Sí– Contestó el castaño mientras levantaba la mirada, al parecer este no había notado el sarcasmo —Eso no es verdad, se supone que las vendas son para evitar que la herida se abra de nuevo... Tú mismo lo dijiste– Mencionó con una sonrisa victoriosa.