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El silencio incómodo sólo se hacía cada vez más y más abrumador, habían pasado ya varios minutos desde que los adultos se fueron dejando al par de hermanos bajo el cuidado de la adolescente; los tres se encontraban sentados en los sofás de la sala.

La incomodidad en Zim era verdaderamente notoria, pues se encontraba con la vista en el suelo y jugando con sus dedos para distraerse y así mismo evitar el contacto visual con la pelimorada frente a él; mientras que (por otra parte) el pequeño de goggles azules no le quitaba los ojos de encima a esta última. La miraba con cierto odio de por medio mientras tomaba la mano de su hermano mayor para ayudarlo a mantenerse tranquilo.

—Entonces... ¿Creen que podamos hablar un rato?– Comentó la chica gótica refiriéndose al ojiazul —Escuchen, sé que tal vez ustedes no crean...– Tak fue rápidamente interrumpida por el menor

—¡No!, ¡cierra la boca si no quieres que le digamos a mamá y papá lo que...– Irónicamente, este también fue interrumpido por la adolescente.

—¡Maldita sea!, ¡sólo quiero hacer las paces!– Exclamó, ganándose una mirada de cierta confusión por parte del castaño.

Tanto él como Gir guardaron silencio un momento, obviamente no eran nada idiotas; sabían que la chica se traía algo entre manos. Eventualmente el de camiseta rosa soltó una pequeña risa.

—Dime algo... ¡¿De verdad piensas que apareciendote con una fachada digna de la madre Teresa lograrás arreglar 14 MALDITOS AÑOS DE TRAUMA E INSEGURIDAD QUE TÚ MISMA CAUSASTE?!– Exclamó con bastante ira mientras señalaba a la adolescente de un modo acusador mientras unas pequeñas lágrimas comenzaban a brotar de sus ojos.

Su respiración estaba comenzando a agitarse gradualmente, sin tener una mejor idea (y básicamente porque había comenzado a alterarse notoriamente) Zim se apresuró en subir rápidamente a su habitación. Siendo eventualmente seguido por Gir... Claro, no sin antes dedicarle una mirada con bastante desprecio a la adolescente.

•••

Dib se encontraba de camino a una tienda cercana, había sido enviado por Gaz para traer algunos bocadillos. Al llegar a dicho establecimiento se encontró con el hombre que generalmente lo atendía, este último saludó al de gabardina con su característico entusiasmo.

—¿Qué tal está tu día?, ¿eso sería todo?– Cuestionó Roger al notar como el pelinegro dejaba una bolsa de papas fritas en el mostrador.

—Sí, gracias por...– El azabache fue interrumpido por el hombre con barba de candado frente a él, aparentemente se había percatado de la preocupación en el rostro del chico.

—Disculpa, sé que tal vez parezca raro viniendo de un desconocido... Pero, ¿te encuentras bien?– Preguntó con amabilidad, sería una mentira decir que Dib no se mostró un tanto inseguro ante ello; "¿por qué demonios debería contarle mis problemas a un tipo de quien apenas y me sé su nombre?", se preguntaba.

—... N-No es nada, sólo estoy preocupado– Contestó el de lentes, Roger esbozó una pequeña y tranquilizadora sonrisa para que el chico se sintiera mejor; sabía que obviamente este no accedería a contarle sus problemas a un desconocido, así que simplemente lo dejó pasar.

Eventualmente el hombre tomó sus cosas y salió del negocio, ganándose una mirada curiosa por parte de Dib.

—... ¿A donde va?– Cuestionó al notar como el adulto cerraba ligeramente el lugar.

—Oh, no sé si ya lo sabías, pero también soy psicólogo– Contestó el hombre de camiseta a cuadros —Justo ahora tengo una pequeña sesión con un chico de la cuadra– Habló con amabilidad, el de lentes parecía un tanto interesado en ello.

—Wow, ¿de verdad? ¿Y qué es lo que tiene?– Preguntó Dib, Roger soltó una pequeña risa; le parecía curioso ver a un chico de su edad tan interesado en el tema.

—Sólo es autismo– Comentó el hombre —No es tan grave como otros casos que he atendido, así que digamos que será pan comido– Al oír eso la caminata del azabache se detuvo abruptamente, "¿podría ser... Nah, sería demasiada coincidencia", pensó.

Tras un momento ambos se percataron de que aparentemente estaban caminando en la misma dirección. Eventualmente Dib se detuvo atónito al observar como el hombre se dirigía a la casa... De Zim.

A•U•T•I•S•M  AU! [Invader Zim]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora