A•U•T•I•S•M AU! [Invader Zim]

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—... ¡Hola Zim!– Saludó entusiasta el pelinegro al abrir la puerta y percatarse de que se trataba del ojiazul, al tiempo que un pequeño sonrojo se hacía presente en sus mejillas; no entendía el por que siempre le debía pasar eso cuando veía al castaño.

—Hola...– Saludó igualmente el de sudadera magenta acompañado de una pequeña sonrisa, se notaba entusiasmado por contarle al de gabardina sobre lo sucedido esa mañana.

Ambos ingresaron al lugar mientras Gir entraba tras ellos, eventualmente el par subió a la habitación de Dib para dar inicio a su sesión juntos. Al entrar a dicho lugar, el de lentes notó que el castaño llevaba su mochila; cosa que le pareció un poco extraño tomando en cuenta que era fin de semana.

—¿Por qué tienes puesta tu mochila?– Preguntó un tanto divertido —Hoy no hay eskuela...– Ante el comentario, Zim se apresuró en sacar el pequeño alce de peluche que llevaba con él para mostrárselo al contrario.

—¡Aww, es adorable!– Habló nuevamente el de gabardina al notar el pequeño alce con el que Zim cargaba, debía admitir que eso sólo lo hacía ver mucho más tierno de lo que ya era —¿Cómo se llama tu amiguito?– Preguntó Dib con curiosidad.

—Mini alce– Contestó el ojiazul sin dejar de abrazar al pequeño peluche. Mientras que el de peinado de guadaña se encontraba gritando internamente,"maldición, ¿acaso no puede ser más adorable?", pensaba.

Ambos tomaron asiento sobre la cama y procedieron a dar inicio con el tema del que hablarían ese día.

—Entonces... ¿Qué hay de nuevo?, ¿pusiste en práctica lo que hablamos ayer?– Cuestionó el de lentes, a lo que el castaño asintió entusiasta.

—Sí... Tengo un nuevo amigo– Habló el ojiazul mientras desviaba ligeramente la mirada, dejando un tanto sorprendido al contrario; pues no esperaba que sucediera tan rápido.

—¿En serio?, ¿qu-quién es?– Volvió a preguntar.

—Su nombre es Roger... Es muy agradable– Contó el de sudadera magenta, eventualmente la emoción del azabache se detuvo repentinamente.

"Un momento... ¿Roger?",  se preguntaba,"¿quién demonios es?". Una aparente paranoia comenzó a manifestarse en su cabeza, pues ese nombre no le sonaba nada conocido.

—¿E-Es alguien de la eskuela?– Preguntó Dib de nueva cuenta, pues supuso que (al no reconocer el nombre) debía tratarse de alguien que seguramente no conocía del todo; como un compañero del aula o algo parecido.

—¿Eh?, n-no...– Habló Zim mientras levantaba la vista —De hecho... Es un adulto– Esas últimas palabras hicieron que la sangre del de gabardina se helara repentinamente, pues su inseguridad y paranoia eventualmente aumentaron.

"¡¿Qué?!", pensaba, "¿por qué demonios se haría amigo de alguien mayor?". Era obvio que Dib no estaba enterado de que aquel hombre era el psiquiatra del ojiazul, por ende tenía bastante desconfianza sobre su aparente "amistad".

Observó momentáneamente como el castaño jugaba inocentemente con el pequeño alce de peluche entre sus manos, era claro que (a causa de su aparente desconfianza) debería protegerlo de que esa nueva amistad. lo terminase por dañarlo o algo peor.