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Tras esa aparentemente incómoda escena (o al menos sólo para Dib), el par ingresó nuevamente a la habitación para continuar con su trabajo.

El rostro del azabache estaba prácticamente hirviendo en un notable sonrojo, pues se encontraba bastante apenado ante el comentario hecho por el ojiazul sobre su aparente "grito de niña" (según lo nombró).

—...Te está pasando otra vez– Mencionó repentinamente el castaño al notar el tono rojo que abundaba en el rostro del contrario.

—¿D-De qué hablas?– Preguntó el de lentes intentando ignorar dicho sonrojo y proceder con las actividades.

—Tu cara...– Señaló el de sudadera magenta —Está igual que la última vez– Al escuchar esas palabras, el de gabardina se apresuró en intentar cambiar de tema; pues ahora no quería que Zim le recordara aquella vergonzosa ocasión

—N-No sé de que hablas– Mencionó el de lentes en un intento por desviar el tema... Irónicamente no lo consiguió.

—¿De verdad?, fue en mi cumpleaños– Habló el castaño

—Escucha, no creo qu...– Dib intentó evitar que el ojiazul continuara, sin embargo fue totalmente en vano.

—Estabas hablando conmigo en mi habitación– Siguió contando, al parecer Zim no notaba la aparente vergüenza en el pelinegro.

—Zim, p-por favor no...–

—Me abrazaste un par de veces, luego empezaste a...–

—¡ZIM!...– Exclamó el azabache mientras su rostro volvía a arder en un notable sonrojo, evitando así que el mencionado pudiera continuar con la anécdota... Sólo que al parecer debió pensarlo dos veces antes de siquiera hacerlo.

El más bajo se sobresaltó ligeramente ante el grito por parte del contrario, pues este jamás se había atrevido a gritarle de esa forma. Agachó su cabeza ciertamente apenado mientras pequeñas lágrimas comenzaban a inundar sus ojos.

Dib se percató de la idiotez que acababa de cometer al notar como el ojiazul estaba por romper en llanto, eventualmente se apresuró en intentar tranquilizarlo y disculparse por su reacción tan desproporcionada.

—... Tranquilo– Susurró en un tono dulce mientras envolvía al contrario en un cálido abrazo —De verdad lo lamento, y-yo no quería...– Soltó un ligero suspiro, acariciaba con suavidad el cabello del más bajo en un intento por mantenerlo calmado.

Zim permanecía con el rostro oculto entre el hombro del azabache, su respiración estaba ligeramente entrecortada mientras las lágrimas comenzaban a cesar. Repentinamente pudo escuchar al de gabardina tararear suavemente una canción, una que reconoció al instante... Vanilla Twilight, de Owl City.

~|it's not the same without you, Because it takes two to whisper quietly|~

Permanecieron abrazados por un momento, eventualmente se separaron mientras en sus rostros podía distinguirse como sus mejillas se teñían con pequeños sonrojos.

—Zim... Ha-Hay algo que debo decirte– Mencionó el de peinado de guadaña sin apartar su vista de aquellos ojos azules que lo enamoraron pérdidamente desde hace bastante tiempo.

El castaño soló se limitaba a observar y escuchar atentamente lo que el contrario estaba por decir, pues supuso que debía ser algo importante considerando su aparente seriedad.

—Y-yo...– Por conveniente o irónico que pueda parecer, las palabras de Dib fueron abruptamente cortadas por la llegada de su padre a casa.

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Ahuevo banda, porque no se podía cerrar la noche sin algo bonito asies.

Espero que este pequeño maratón les haya gustado.

¡Hasta la próxima!

A•U•T•I•S•M  AU! [Invader Zim]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora