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Una brisa ligeramente fría recorría las calles de aquel vecindario, el sol comenzaba a salir dando inicio a la mañana. El cielo que durante la noche había sido obscuro y repleto de estrellas; ahora era esclarecido por la temprana luz del día.

Esto claramente no pasó desapercibido en la residencia de la familia Membrana, pues ligeros rayos del sol ingresaron a la habitación de aquel chico pelinegro que se encontraba aún en su cama. La alarma de un despertador cerca de la misma fue el responsable de que Dib se despertase.

Apagó el molesto sonido y se levantó para vestirse, al bajar los pies de la cama pudo sentir la múltiple basura que se encontraba regada por todo el suelo de su habitación; resultado del aparente "proyecto" que había dado inicio el día anterior con la visita del ojiazul. Incluso se percató de que no había recogido las tarjetas que usó para ayudar a que Zim trabajara en su habla, pues aún se encontraban sobre la sabana de la cama.

El chico soltó un pesado suspiro mientras recogía dicho material y procedía a guardarlo en su respectiva bolsa, en vista de que obviamente no planeaba tener el lugar así de sucio para cuando el castaño volviera a sus "sesiones" (según lo habían acordado anteriormente) Dib se dispuso a hacer una limpieza rápida.

Recogió algunos pequeños montones de basura y los puso en diversas bolsas de plástico que eventualmente estarían en el contenedor. Pasó los siguientes minutos limpiando el suelo y su escritorio de todo el papel y trozos de foami que había, así como guardando su "material de trabajo" tanto en contenedores y bolsas que procedía a guardar en su armario para que Gaz no las encontrase.

—¡Date prisa idiota!– Se escuchó a la pelimorada hablar desde el piso de abajo —¡Llegaremos tarde a la eskuela!– El chico se apresuró en guardar todo para posteriormente comenzar a vestirse lo más rápido que pudo. Una vez vestido se peinó de un modo improvisado usando sus manos y pasándolas por su cabello para no lucir tan "desarreglado".

Una vez estuvo completamente listo, bajó para emprender camino hacia la eskuela. Sería una mentira el decir que Dib no esperaba encontarse con el castaño al igual que todas las mañanas, pues (según su propia perspectiva) el sólo estar con Zim le alegraba notoriamente el día.

Al llegar a la esquina donde generalmente se encontraban, el de lentes se llevó una gran sorpresa al notar que Gir se dirigía a la eskuela junto a sus padres... Sin el ojiazul. Esto obviamente hizo que la mente del azabache se llenara de múltiples dudas; "¿donde está Zim?", se preguntaba, "¿estará bien?".

Su cabeza continuó siendo azotada por preguntas de esa índole, al llegar a la eskuela (como es costumbre) se dirigió a su aula; debía admitir que todo parecía un tanto aburrido sin la compañía del castaño.

"Mierda, ¿todo siempre ha sido tan... Deprimente?", pensaba mientras ingresaba a su respectiva aula y tomaba asiento, dando eventualmente inicio a las clases.

Las horas pasaban cada vez más y más lento, Dib sólo esperaba con ansias la hora del almuerzo para al menos poder preguntarle a Gir el por que su hermano no había ido a la eskuela. Después de unos minutos, el de gabardina fue sacado de sus pensamientos por el chico pelirrojo junto a él.

—Psst, Dib– Se escuchó a Keef llamar la atención del contrario —¿Sabes por que no vino Zim hoy?– Preguntó al notar que el pupitre del mencionado estaba vacío.

—...No lo sé, también me parece extraño– Mencionó el azabache sin apartar su vista de aquel solitario asiento.

•••

Mientras tanto, en aquella habitación podía apreciarse a cierto chico de ojos azules recostado en su cama mientras su padre lo revisaba.

—...38 grados– Habló mientras le quitaba el termómetro de encima, realmente lucía mal.

¿Qué sucedió?, sólo digamos que el sistema inmunológico de Zim es bastante malo cuando se trata de evitar que se enferme; si bien sólo se trataba de una gripe, el simple hecho de tener que soportar los ligeros escalofríos y el ocasional dolor de garganta ya eran toda una tortura para el castaño.

A•U•T•I•S•M  AU! [Invader Zim]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora