A•U•T•I•S•M AU! [Invader Zim]

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Pasaron algunos minutos antes de que alguien más despertara, irónicamente ese era nada más ni menos que Gir; el menor se encontraba de camino a despertar a su hermano mayor... Cuando rápidamente se percató de que alguien se le había adelantado.

Desconfiado y temeroso de que la adolescente le hubiese hecho algo al ojiazul, el menor se aproximó despacio esperando poder revisar que Zim estuviera "a salvo"; Tak lo notó y decidió aclarar todo antes de que el pequeño de goggles o alguno de los adultos malinterpretaran la escena.

—Antes de que digas alguna estupidez– Mencionó la pelimorada —Sólo estábamos hablando, ¿está bien?– Ante la declaración, Gir le dedicó una mirada con cierta desconfianza mientras veía a la chica bajar hacia la cocina.

Puesto que obviamente no se iba a creer algo así, optó por preguntarle directamente al mayor para ver si este lo confirmaba. Se acercó a la puerta de la habitación del mencionado y se asomó momentáneamente.

—... ¿Hermanito?, ¿pu-puedo entrar?– Preguntó el niño, recibiendo una respuesta afirmativa por parte del chico.

Zim se encontraba aún en pijama y sentado en una de las orillas de su cama, aparentemente había comenzado a pensar el el ofrecimiento por parte de Tak sobre "darle una segunda oportunidad".

—Tak me dijo que había hablando contigo, ¿es verdad?_ Preguntó Gir, pues quería asegurarse de que la adolescente no estaba mintiendo.

—... Sí, d-digamos que sí– Mencionó el ojiazul después de un corto silencio, el menor eventualmente tomó asiento junto a él; al parecer estaba curioso sobre lo que la pelimorada pudo haberle dicho.

—Y... ¿Qué fue lo que te dijo?– Cuestionó el pequeño de goggles, el castaño volvió a guardar silencio; pues no sabía si sería buena idea contarle al respecto.

—E-Ella... Ella dijo que quería que la perdonara, que después de todo aún eramos familia y que las personas no eran malas para siempre– Contó el chico mientras mantenía su mirada en el suelo.

El menor se encontraba procesando todo eso, sabía que Tak le había hecho demasiado daño al mayor (o al menos desde que Gir tenía memoria) ¿por qué querría que la perdonara ahora?, ¿qué se supone que ganaría con ello?; preguntas como esas habían comenzado a rondar por su cabeza.

—... ¿Qué vas a hacer?, ¿la perdonarás?– Preguntó nuevamente el pequeño de goggles, sin embargo se arrepentiría de hacerlo al notar como unos ligeros nervios comenzaban a manifestarse en el mayor.

Claramente Zim ya tenía demasiado sobre ese asunto en su cabeza como para que ahora su hermano lo preocupara de más, su respiración estaba agitándose mientras comenzaba a mecerse levemente sobre la cama. Gir lo notó y procedió a tomar su mano con delicadeza esperando que eso lo mantuviera tranquilo.

•••

—Llegas tarde, Skoodge– Recalcó la adolescente al ver que su "ayudante" se había retrasado con unos cuantos minutos.

—L-Lo siento– Contestó el pelinegro —No recordaba muy bien la dirección y...–

—Cierra tu maldita boca y entra de una vez– Indicó Tak, el ojiámbar obedeció y se dirigieron a la sala.

—... ¿Donde están todos?– Preguntó el de tez ligeramente morena.

—Durmiendo– Mencionó la pelimorada —Bueno... No todos en realidad, Zim ya está despierto– Comentó, inmediatamente unos pequeños nervios comenzaron a surgir dentro de Skoodge.

—¿Qué demonios te sucede?– Preguntó de nueva cuenta Tak al notar los nervios en su "compañero".

—¿T-Te molestaría repetirme el plan?... Por favor– Cuestionó el pelinegro con cierto temor de que la adolescente le reclamara por no recordar la "fase dos".

—¡Eres un...– La pelimorada estaba por golpearlo cuando repentinamente se detuvo, no quería llamar la atención del chico que se encontraba arriba; suspiró pesadamente y habló —Escúchame bien, maldito hijo de puta... Sólo tienes que volverte su "amigo", ¡¿entiendes?!– Mencionó eso último con cierto fastidio en su voz, el contrario sólo asintió temeroso.