La luz de la mañana poco a poco era visible, los rayos del sol habían comenzado a iluminar las calles del vecindario al tiempo que eran rociadas por un ligera brisa impregnada de rocío mañanero.
En uno de los pasillos de aquella casa era distinguible la figura de cierto niño con goggles azules sentado junto a la puerta de la habitación de su hermano mayor, Gir se había quedado dormido tras esperar que el ojiazul se levantase a hablar sobre su aparente pesadilla... Todo esto desde casi las tres de la madrugada.
El sueño del menor fue rápidamente perturbado por uno de los rayos del sol que ingresaban al lugar desde una ventana cercana, la luz comenzó a golpear su rostro suavemente causando que se despertara; al recordar lo que habia estado haciendo (o al menos hasta que se quedó dormido) rápidamente se apresuró en levantarse y esperar que el mayor ya se encontrase despierto.
—¿Hermanito?, ¿estás despierto?– Llamó al tiempo que daba pequeños golpes a la puerta.
Mientras tanto, el castaño se encontraba durmiendo plácidamente en su cama, podían apreciarse pequeñas lágrimas secas sobre su rostro; aparentemente indicando que había llorado bastante al intentar calmarse tras esa pesadilla. Abrazaba con fuerzas a mini alce en un intento por acabar con el ligero miedo que tenía, eventualmente se percató del llamado por parte de Gir; Zim soltó un bufido fastidiado e intentó volver a dormir.
Tras varios minutos (y en vista de que el menor no tenía pensado callarse) el ojiazul se resignó a levantarse antes de que el pequeño de goggles siguiera insistiendo, abrió la puerta y lo miró con fastidio; mientras que Gir rápidamente se apresuró en abrazarlo en cuanto lo vio salir.
—¡Hermanito!– Habló con entusiasmo —¿Qué te pasó anoche?, ¿tuviste una pesadilla?– Cuestionó con cierta curiosidad de por medio.
—Sí... A-Algo así– Contestó el mayor mientras correspondía suavemente al abrazo, rápidamente se percató de que sus tíos y Tak se encontraban recién despertando de igual forma... Quedando prácticamente paralizado del miedo.
—Oh, ¡buenos días Zim!– Saludó la adolescente al ver que el mencionado por fin se había dignado a salir de su habitación, el castaño permanecía estático con sus ojos abiertos como platos debido al miedo.
Gir eventualmente lo notó al sentir como lo apegaba más a ese abrazo, eventualmente se colocó frente al mayor en un intento por protegerlo... Ganándose unas miradas de extrañez por parte de los hombres y la chica gótica frente a él. Casi como si su vida dependiera de ello, el ojiazul se apresuró en correr a su habitación y encerrarse el tiempo que fuese necesario.
La pareja de hombres bajaron a desayunar en compañía de su hija, mientras el menor comenzaba con su "patrullaje" frente a la habitación de Zim. Este último se encontraba sentado sobre su cama y meciéndose ligeramente mientras abrazaba nuevamente a mini alce.
Las cosas en la cocina se incomodaron rápidamente, para Tak era más que claro el hecho de que ganarse la confianza del castaño sería toda una odisea. Pero sin embargo una que estaba dispuesta a tomar... O al menos sólo por un tiempo.
—Entonces... ¿Qué le sucedió a Zim anoche?– Preguntó el hombre de cabello rubio
—Tal vez tuvo una pesadilla o algo así...– Contestó el de cabello negro —No entiendo el por qué demonios hizo tanto escándalo, a su edad no debería ser común que se tome un mal sueño como un maldito cobarde– Ante eso último, Rojo recibió varias miradas desaprobatorias tanto de Púrpura como de Tak.
—Ehh, no sé si lo recuerdes... ¡Pero él tiene autismo!, ¿qué carajo te hizo pensar que lo afrontaría como cualquier otro chico de su edad?– Cuestionó el de camiseta púrpura con bastante molestia, amaba a Rojo tanto como su hija... Pero era claro que su comentario estaba completamente fuera de lugar.
—Escucha Pur, no es por sonar "ofensivo"– Comentó el de camiseta roja —Pero sinceramente no es mi culpa que la salud mental de Zim sea una completa mierda, después de todo él ni siquiera es mi hijo– Si tan sólo no fuera su padre, era claro que Tak ya lo hubiese golpedo.
—¡ES TU MALDITO SOBRINO!– Exclamó la adolescente —¡¿Cómo demonios crees que me sentiría si su padre comenzara a decir esa clase de estupideces sobre mí?!– Claramente se encontraba molesta.
—¡No confundas las jodidas cosas Tak!– Exclamó Rojo casi tan molesto como ella —¡En primer lugar, tú ni siquiera eres una maldita enferma mental!– La discusión se prolongó por unas horas más, al menos hasta que los tres se levantaron ciertamente furiosos de la mesa.
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¿Qué me cuentan banda?, ¿Cómo va su día?
Espero que esto les esté gustando tanto como a mí
Also, mejor agarrense de dónde puedan, porque por poco y se me olvida que a partir de aquí empieza lo feo Xdxd
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A•U•T•I•S•M AU! [Invader Zim]
FanfictionZim ha pasado toda su vida oyendo a las demás personas catalogando sus comportamientos cómo "anormales", o "extraños". Sin embargo, años después, finalmente obtiene la aparente respuesta al ser diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista, tres...