La mañana recién comenzaba a ascender, los cálidos rayos del sol iluminaban levemente aquel pasillo; en el cual era divisible a cierta chica gótica saliendo de la habitación donde se quedaría durante su estadía en la casa. Tak caminaba con cierto sigilo esperando no llamar la atención de nadie, aparentemente se dirigía a la habitación de su primo.
Una vez logró acercarse lo suficiente a la puerta verificó un par de veces que nadie la hubiese visto, pues prácticamente esa era la única oportunidad que tendría para hablar con el ojiazul; además sabía que Gir no se la dejaría nada fácil una vez que se levantara, así que la adolescente optó por levantarse mucho antes que los demás.
Abrió la puerta con sumo cuidado sólo deseando que el chico dentro de la habitación no se despertara por el ruido que esta pudiera provocar, se asomó un poco dejando ver que el castaño aún se encontraba durmiendo plácidamente. Suspiró aliviada mientras daba pequeños pasos a través de la habitación, podía sentir la alfombra color azul marino con la que el piso estaba tapizado; eventualmente llegó a la cama.
La pelimorada intentó despertar al contrario siendo lo más tranquila posible, pues no quería que Zim se alterara al ver que se trataba de ella.
—Psst, despierta– Habló en un tono de voz bajo mientras movía ligeramente al chico entre las sábanas, este sólo respondía pequeños quejidos (ya que creía que se trataba de Gir).
Finalmente el ojiazul pareció rendirse, se volteó esperando encarar al menor... Su rostro eventualmente reflejó el terror puro que sintió al darse cuenta de que era Tak quien había intentado despertarlo. Zim estaba a punto de gritar cuando la adolescente le tapó rápidamente su boca, sabía que si llamaba la atención de los adultos su oportunidad de hablar con él se vendría abajo.
—Sólo cálmate, ¿bien?– Mencionó la pelimorada —No voy a hacerte daño, sólo quiero hablar contigo– Comentó, irónicamente eso no logró nada; el castaño parecía verdaderamente aterrado.
Unas cuantas lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, al parecer estaba al borde del llanto; cosa que la adolescente notó y rápidamente decidió actuar antes de que ello llamara la atención de alguien.
Sin tener ni idea del por qué hacía eso, tomó al pequeño peluche de alce con el que el chico generalmente dormía y procedió a moverlo en un intento por demostrar que estaba "jugando" con él y así lograr que el chico se tranquilizara. Mientras que Tak intentaba mantenerlo calmado, Zim sólo parecía empeorar; pues podían oírse pequeños gritos de terror ahogados por la mano de la adolescente sobre su boca.
Pasaron unos minutos hasta que aparentemente todo pareció calmarse, pues (si bien el castaño ya no estaba llorando) aún podía sentirse como la respiración del contrario estaba ligeramente entrecortada; finalmente la pelimorada se dio por bien servida con ello y decidió soltarlo.
—... Escucha, voy a quitar mi mano de tu boca ¿está bien?– Indicó la chica gótica —S-Sólo prometeme que no gritarás– Tak recibió una respuesta afirmativa por parte del castaño, pues este asintió levemente.
Retiró su mano con delicadeza, una vez estuvo relativamente "libre" Zim no tuvo otra mejor idea que arrinconarse a si mismo en uno de los extremos de la cama. De verdad lucía aterrado, pues temblaba levemente al tiempo que sus ojos podían verse ligeramente enrojecidos debido al llanto.
La adolescente suspiró resignada, decidió guardar su distancia con el chico para no alterarlo de más; posteriormente habló.
—Mira... Sé que no quieres perdonarme, ¿de acuerdo?– Comentó —Y no te culpo, sinceramente yo tampoco me perdonaría el haber hecho de toda tu vida un maldito infierno– El chico la observó con cierta desconfianza, podría tener autismo pero eso no lo hacía ningún idiota.
—... Pero quiero que sepas una cosa– Prosiguió Tak —No todas las personas serán "malas" para siempre, ¿sabes?... Sí, admito que no fui la mejor prima para ti, mucho menos ahora que sé lo de... Bueno, tu asunto– Señaló, mientras que el chico seguía sin tragarse esas palabras.
—Escucha, no quiero "obligarte" a que me perdones, eso está totalmente a tu elección– Continuó la adolescente tras un corto silencio —Sólo quiero saber si quisieras darme una segunda oportunidad, después de todo seguimos siendo familia... ¿Qué dices?– Concluyó, el castaño se quedó callado un momento.
Sabía que todo eso no era nada más que una farsa para desviar las sospechas que pudieran surgir hacia ella... Pero también había algo en su interior que le pedía aceptar las aparentes disculpas de Tak, es decir; claramente Zim no podría estar enojado para siempre, tarde o temprano debería perdonarla.
—Y-Yo...– Habló el contrario —N-No lo sé, tú lo dijiste, no fuiste alguien a quien pueda perdonar tan fácilmente... C-Creo que debo pensarlo un poco– Mencionó el chico mientras desviaba ligeramente su mirada.
La pelimorada soltó un ligero suspiro, si bien no optuvo lo que esperaba al menos eso ya era un avance.
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A•U•T•I•S•M AU! [Invader Zim]
FanfictionZim ha pasado toda su vida oyendo a las demás personas catalogando sus comportamientos cómo "anormales", o "extraños". Sin embargo, años después, finalmente obtiene la aparente respuesta al ser diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista, tres...