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Oscuridad... No había más que eso en kilómetros.

El castaño abrió repentinamente sus ojos, sentía las ráfagas de aire frío golpeándolo con delicadeza; levitaba en lo que parecía ser un espacio vacío, sin nada alrededor. Ocasionalmente movía ligeramente sus pies en un intento por tocar el suelo, pues estaba tan obscuro que casi nada era distinguible.

De un momento para otro... Cayó, su corazón latía fuertemente a causa del miedo sobre posiblemente morir tras la caída; afortunadamente el impacto nunca ocurrió. Abrió nuevamente los ojos, estaba tirado en medio de lo que aparentaba ser una especie de bosque; uno realmente aterrador.

Sacudió un poco su ropa y procedió a caminar, en realidad no tenía idea de a donde; sólo creyó que sería la mejor opción. Mientras caminaba podía escuchar múltiples sonidos a su alrededor,  en su mayoría eran aullidos de lo que parecía ser una jauría de lobos cercana.

Siguió su camino sin darle tanta importancia al miedo que sentía, pequeños crujidos de ramas y ocasionales golpes con rocas eran algunos de los sonidos que el ojiazul producía al caminar. Los aullidos eventualmente se convirtieron en feroces gruñidos, cada vez más cerca de lo que aparentaba ser su objetivo.

El cielo nocturno estaba completamente despejado, no había nubes en kilómetros; ni siquiera habían aparecido estrellas. Zim se detuvo un momento para observarlo, era algo que le parecía ciertamente tranquilizante.

Eventualmente, ligeros susurros y ocasionales suspiros se escuchaban; estaban tan cerca que prácticamente podía sentirlos resoplando en su nuca. El castaño volteó instintivamente dispuesto a encarar lo que sea que estuviese detrás suyo... Grave error.

Entre los arbustos cercanos podían apreciarse los ojos brillantes de aquella jauría de lobos, acechándolo cuidadosamente y esperando la oportunidad de atacar. Sin tener más opción, el ojiazul comenzó a correr.

Al desgarrador sonido de un aullido ciertamente aterrador, la jauría fue tras él; Zim corría con desesperación a través de aquel obscuro bosque. Golpeándose el rostro con algunas ramas de árboles que se encontraban en su camino.

Podía oír los trotes de los múltiples lobos tras él, estaba agotado; pero sin embargo no se detendría. Sus piernas prácticamente le gritaban implorando un descanso, pues eventualmente habían comenzado a doler.

Por conveniente o estúpido que suene, el castaño tropezó con una raíz que se encontraba un tanto levantada del suelo; golpeó su rostro un par de veces al rodar por el suelo cubierto de tierra. Las feroces bestias tras él estaban por alcanzarlo, cuando de repente algo pasó.

Un rayo de luz se estrelló contra el suelo, generando un gran estruendo y cegándolo momentáneamente

•••

Despertó de golpe, estaba sudando y temblaba ligeramente debido al miedo.

Se levantó y observó por su ventana con cierta desconfianza, todo seguía igual; un poco de luz lunar entraba a su habitación, removió un poco la cortina dejando ver la calle ligeramente iluminada por los postes de luz; así como las siluetas de algunos árboles lejanos.

El castaño se sentó a la orilla de su cama, suspiró pesadamente y se talló el rostro con ambas manos en un intento por tranquilizarse. Posteriormente (y a duras penas) volvió a dormir.

A la mañana siguiente, pudo sentir (de nueva cuenta) una ligera brisa helada entrando por su ventana; despertándolo eventualmente. Se levantó de la cama y se estiró un poco, posteriormente salió de su habitación esperando encontrarse con Gir.

Se asomó un poco a la habitación de su hermano menor, encontrando al mencionado durmiendo plácidamente en su cama. Puesto que no quería molestarlo, decidió dejarlo dormir y bajar a la cocina para el desayuno.

Sobre la mesa del comedor aún se podían ver algunos platos sucios resultado de la reunión del día anterior, sin embargo había algo que resaltaba entre todas las cosas; una pequeña nota aparentemente hecha por sus padres.

Niños:

Salimos temprano por una situación de emergencia en el trabajo, hay leche y un poco de cereal para el desayuno.

Volveremos en la noche.

"Genial", pensaba el ojiazul con un poco de fastidio, "¿quién demonios trabaja en domingo?" ; era claro que ahora debería encargarse de cuidar a Gir sólo. Y es bien sabido (o al menos para él) que era una basura para cuidarlo... Ese sería un día realmente largo.

A•U•T•I•S•M  AU! [Invader Zim]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora