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—... De acuerdo, muchas gracias– Mencionó el hombre para posterioremente colgar la llamada —Dice que podrá recibirnos mañana por la tarde– Habló a su esposa, mientras una creciente inseguridad se manifestaba en su interior.

El castaño se encontraba en su habitación escuchando algo de música mientras dibujaba cualquier cosa que se le ocurriera,"¿por qué mierda quieren llevarme con un psiquiatra?" pensaba"no tengo nada malo... Al menos no que yo sepa". Sería una mentira decir que Zim no se encontraba casi igual de inseguro que sus padres respecto a lo que pudiese pasar estando con el especialista.

—¿Hermanito?– Preguntó el pequeño de goggles entrando a la habitación del chico -¿Puedo pasar?- Cuestionó nuevamente, recibiendo una respuesta afirmativa de su hermano.

—... Papá y mamá están diciendo que te llevarán con un doctor mañana– Habló Gir en un tono de inocencia —¿Estás enfermo?, porque en ese caso yo podría cuidarte– Mencionó el menor abrazando al contrario, cosa que le sacó una pequeña sonrisa de seguridad.

Eventualmente la tarde llegó a su fin, dando paso a una tranquila noche; el ojiazul se encontraba recostado en su cama manteniendo la vista en el techo de esta. Era obvio que no podía dormir, las constantes inseguridades y el miedo que sentía al saber que sus padres deberían llevarlo con una especie de "doctor" no le permitían conciliar el sueño.

A duras penas consiguió volver a dormir, sin embargo aquel sentimiento de incertidumbre continuó atormentándolo hasta la mañana. Llegado el siguiente día Zim durmió plácidamente por unas horas más, pues era fin de semana y no debía preocuparse por la eskuela.

—¡Hermanito!– Irónicamente su tranquilidad no duró mucho tiempo, pues después de unos minutos Gir había entrado a su habitación dispuesto a despertarlo —¡Mira!, papá y mamá tienen algo para ti– Habló el menor mientras sacudía ligeramente al chico entre las sabanas de aquella cama. Eventualmente el castaño soltó un bufido fastidiado y se levantó un tanto molesto.

—¡Vamos, te encantará!– Mencionó el pequeño de goggles con entusiasmo, posteriormente comenzó a jalar al contrario del brazo y a llevarlo abajo; el ojiazul se encontraba un tanto adormilado y vistiendo aún su pijama azul adornada con un diseño de pequeñas naves espaciales.

Soltó un bostezo mientras bajaba las escaleras en compañía de su hermano, estando a la mitad de estas pudo divisar lo que parecía ser su "sorpresa" en el comedor.

—¡Buenos días Zim!– Saludo el azabache sentado en el comedor,"¿es enserio?", Pensaba el ojiazul, "¿hicieron que Gir me despertara y me trajera aquí?, ¡cuando perfectamente pude hacerlo por mi maldita cuenta en un rato más!".

A decir verdad, el castaño se encontraba ciertamente feliz con la presencia del de gabardina; pero sinceramente hubiera preferido que no lo despertaran a esa hora de la mañana. Pues ni siquiera le dio tiempo para vestirse.

Se estiró ligeramente y tomó asiento junto al azabache, eventualmente este notó la apariencia del más bajo; cosa que le causó algo de gracia.

—Vaya, tu cabeza parece un nido de ratones– Comentó a modo de broma, haciendo referencia al cabello un tanto desordenado del de pijama, el contrario sólo hizo una mueca de confusión; "¿qué demonios harían un montón de ratones en mi cabeza?", Se preguntaba, Dib notó la confusión en el castaño y decidió explicarle a lo que se refería.

—Oh, me refiero a tu cabello– Explicó el de lentes —Está tan desordenado que justo parece un nido de ratones– Mencionó dejando escapar una ligera risa, cosa que Zim eventualmente imitó.

•••

Una vez terminado el desayuno, ambos subieron a la habitación del castaño; pues Zim estaba realmente entusiasmado por mostrarle a Dib algunas de sus cosas

—Woow, tienes bastantes pósters– Mencionó el de gabardina —¡Increible!, ¡tienes el póster del tour Cinematic!– Habló entusiasmado al notar el póster que resaltaba entre los demás, siendo este una imagen promocional del último álbum de su artista favorito.

El par de amigos pasaron las próximas horas hablando de múltiples temas, algunas veces sobre distintas series animadas que a ambos les gustaban y otras retomando la plática de antes respecto a su artista favorito. A Dib no le molestó en ningún momento ser el único de los dos que hablara, pues sabía que el ojiazul lo escuchaba atentamente y (aunque no lo demostrara) le interesaba todo lo que le contaba.

Eventualmente llegó la hora en la que los padres de Zim deberían llevarlo con el mentado psiquiatra, su madre subió a la habitación del mencionado para indicar que debía vestirse ya; pues casi era hora de irse.

El chico con peinado de guadaña salió del lugar, dándole privacidad al castaño para que se vistiera.

—Estaré aquí afuera, ¿de acuerdo?– Indicó Dib, a lo que el ojiazul respondió asintiendo levemente; no iba a mentir, aún se encontraba un poco nervioso sobre lo que podría pasar estando allá.

"¿Qué pasará si resulto tener algo malo?", se preguntaba, "¿estaré bien?". Eventualmente su vista se fijó en aquel póster promocional que atesoraba en su pared, lo miró por unos segundos cuando una canción que Zim consideraba su favorita automáticamente comenzó a sonar en su cabeza.

~|So please remember when I say, I'm with you always|~

Eventualmente una sonrisa se formó en su rostro al recordar esa parte de la letra, terminó de vestirse y salió de su habitación con los nervios un poco más calmados mientras reproducía dicha canción en su teléfono celular.

A•U•T•I•S•M  AU! [Invader Zim]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora