La temprana luz de la mañana comenzaba a hacer presencia en las calles de aquel vecindario, el imponente sol surgía a través del horizonte; las aves cantaban al tiempo que sobrevolaban el inmenso cielo azul acompañados por una relajante brisa de verano.
Misma que, curiosamente, fue la encargada de hacer que aquel chico de cabello azabache se despertara. Pues una pequeña ráfaga de viento entró a la habitación de Dib por una de sus ventanas, dándole justo en su rostro el tiempo suficiente como para que optara por levantarse.
Tomó asiento a la orilla de su cama y talló su rostro con ambas manos en un intento por despertar completamente, se puso sus anteojos y hubiera procedido a vestirse... Si tan sólo no hubiera recordado abruptamente lo que haría ese día.
Un entusiasmo enorme invadió al pelinegro mientras rebuscaba entre sus cosas la ropa que usaría para una ocasión tan "especial" (según él). Irónicamente su vestimenta no cambio demasiado, pues seguía usando su clásica gabardina negra y sus tenis de siempre; sólo que esta vez decidió alternar un poco usando una camiseta amarilla en un tono un tanto obscuro con el estampado de una cara inexpresiva en ella.
Bajó rápidamente al desayuno, encontrándose con Gaz quien parecía habérsele adelantado; al igual que casi todas las mañanas no había señales de su padre. Sinceramente eso no le parecía extraño a Dib, pues sabía que el Profesor debía estar demasiado ocupado en su laboratorio como para permitirse ir a desayunar junto a ellos; además tanto él como Gaz ya estaban medianamente acostumbrados.
—... ¿Qué te sucede?– Preguntó la pelimorada —Pareces más raro que de costumbre– Señaló al notar el aparente buen humor en el de peinado de guadaña, cosa que le parecía un tanto extraño en alguien como él.
—¿Qué acaso alguien ya no puede despertar de buen humor?– Contestó
—Sólo estoy entusiasmado, es todo– Recalcó mientras devolvía la mirada a su tazón con cereal.—¿Y se puede saber por qué?– Volvió a cuestionar Gaz —Es decir, de verdad es extraño verte tan alegre por la mañana– Comentó, el de camiseta amarilla sólo le dedicó una pequeña sonrisa mientras terminaba su desayuno.
—Oh, no es nada en realidad... Sólo tendré una cita, nada importante– Mencionó Dib mientras se levantaba de la mesa y se dirigía de nueva cuenta a su habitación.
_Adivinaré... Irás con Zim, ¿cierto?– Preguntó la chica gótica mientras, de igual modo, se dirigía a su habitación.
El contrario sólo asintió levantando su pulgar, eventualmente ingresó a su habitación y cerró la puerta.
•••
Mientras tanto, el ojiazul apenas se encontraba durmiendo; había cerrado su ventana y puerta de modo que nada pudiera interrumpir su sueño. Sin embargo, parece ser que siempre olvida la parte más "importante"... Gir.
Y curiosamente eso era lo que estaba por ocurrir, el pequeño de goggles azules se encontraba justo afuera de la habitación de su hermano mayor; esperando el momento perfecto para despertarlo.
—¡Hermanito!– Llamó con entusiasmo —¡Despierta!, es hora de desayunar– Habló mientras golpeaba ocasionalmente la puerta.
El chico en el interior sólo soltó un quejido al percatarse, pero por otro lado debía admitir que estaba un tanto impresionado. Pues Gir generalmente no lo despertaba hasta más tarde; al parecer hoy decidió levantarse un poco más temprano.
Pasaron unos minutos hasta que Zim pareció hartarse, se levantó dispuesto a encarar al menor.
—¿Qué es lo que quieres?– Preguntó con cierto fastidio al abrir la puerta y notar el como niño de gorra plateada le sonreía con entusiasmo.
ESTÁS LEYENDO
A•U•T•I•S•M AU! [Invader Zim]
FanfictionZim ha pasado toda su vida oyendo a las demás personas catalogando sus comportamientos cómo "anormales", o "extraños". Sin embargo, años después, finalmente obtiene la aparente respuesta al ser diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista, tres...