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Hyunjin se agazapó sobre el tejado, escudriñando la puerta de servicio en la
parte trasera del Hospital de Gatlon City.

Aunque era muy temprano y el sol aún no había despuntado, algunas pinceladas de luz teñían el cielo plomizo de un pálido color violeta. La penumbra hacía difícil ver cualquiera de las diez plantas que estaban más abajo, salvo un par de camionetas y furgonetas de reparto.

—Tengo en la mira el vehículo de huida —dijo Felix, que observaba las calles silenciosas a través de un par de binoculares.

—¿Dónde? —preguntó Hyunjin, inclinándose hacia él—. ¿Cómo te das cuenta?

—La furgoneta de la esquina —giró la vista hacia la entrada del hospital y de inmediato volvió a posarla sobre el vehículo—. Ventanillas anodinas y polarizadas; el motor encendido, aunque está estacionado desde que llegamos.

Hyunjin buscó la furgoneta con la mirada. Grandes nubecillas blancas de vapor se elevaban del conducto de escape.

—¿Hay alguien adentro?

—Un sujeto, en el asiento del conductor. Podría haber más, pero no veo el asiento trasero.

Hyunjin llevó la muñeca a la boca, hablándole al brazalete de comunicación.

—Sketch a Cortina de Humo y Red Assassin. El vehículo de huida bajo sospecha está estacionado en la Setenta y nueve y Fletcher Way. Instalen sus puestos en las vías de escape sur y este. Seguimos esperando el reconocimiento interno de Monarca.

—Entendido —la voz de Minho crepitó en su oído—. Vamos en camino.

Hyunjin golpeteó los dedos contra el alero. Deseaba que la entrada trasera del hospital estuviera mejor iluminada. Había seis farolas, pero tres estaban quemadas. ¿No debió alguien ocuparse de cambiarlas?

—¿Puedo ver? —preguntó.

Felix alejó los binoculares fuera de su alcance.

—Consíguete los tuyos.

Aunque quiso irritarse por la respuesta, no pudo evitar un asomo de sonrisa. Parecía justo, ya que aquella mañana Felix le había explicado a Minho, durante veinte minutos, todas las modificaciones que le había realizado a este par de prismáticos genéricos. Ahora contaban con autofocus y estabilizador de imagen, indicador de blancos móviles, vigilancia nocturna, aparato de video y lentes computarizadas donde se proyectaban los valores de las coordinadas de GPS y el pronóstico del tiempo. Y como si todo ello no fuera lo bastante impresionante, también añadió un software que combinaba un programa de reconocimiento facial con la prodigiosa base de datos de los Renegados.

Indudablemente, había estado equipándolos durante meses.

—De acuerdo, conseguiré unos para mí —respondió. Extrajo su rotulador de punta fina de la manga de su uniforme de Renegados y empezó a bosquejar un par de binoculares sobre el costado de una caja de herramientas metálica—. Quizás equipe los míos con visión de rayos X.

—¿Siempre fuiste tan competitivo? —preguntó Felix, tensando la mandíbula.

Hyunjin esbozó una amplia sonrisa.

—Solo bromeaba. Necesitaría al menos un conocimiento básico acerca del funcionamiento de los rayos X. Pero definitivamente les pondré aquel indicador de blancos móviles que mencionaste. Además de asideros ergonómicos. Y quizás una linterna... —terminó su bosquejo y tapó el rotulador. Presionó los dedos contra la superficie de metal y jaló el dibujo de la caja de herramientas, transformándolo en un objeto utilizable de tres dimensiones.

Se arrodilló nuevamente junto a Felix, ajustó el ancho de la pieza para ojos de sus prismáticos nuevos y escudriñó la calle. La furgoneta no se había movido de lugar.

SUPERHERO   •   [Hyunlix]  •  ADAPTACIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora