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Phobia los estaba esperando fuera de la casa adosada de Wallowridge. Y todo el sentimiento de júbilo y euforia que los dominó durante el viaje se desvaneció con seis palabras sencillas:

Los Renegados se llevaron a Ace.

El corazón de Felix se contrajo. No lo creía… no podía creerlo. Cuando Phobia les contó todo, el ánimo celebratorio desapareció por completo. Siwon encendió la radio del auto, y todos quedaron de pie, escuchando, incapaces de poder creerlo. Los periodistas estaban fuera de sí, hablando a toda velocidad mientras repetían cada detalle pequeño y trivial de la captura. El hecho de que Ace Anarquía siquiera siguiera vivo les resultaba un shock, y saber que había sido encontrado y detenido… no por los Renegados, aunque una unidad de patrullaje había llegado para llevar al villano al cuartel general. No. El Centinela había atrapado a Ace. El solo hecho de pensar en su nombre hacía que la piel de Felix se le erizara de repugnancia.

Finalmente, cuando ya no pudieron negar la realidad de los informes, atravesaron con desaliento la puerta de entrada, devastados por la incredulidad.

Hwa pasó junto a Felix y se dirigió escaleras arriba, insultando furiosa. La puerta de la habitación se cerró de un portazo, y, segundos después, Felix alcanzó a oírla sollozar. Era la primera vez que no podía desestimar sus lamentos como un gusto por el melodrama.

—Esta noche hiciste un buen trabajo, pequeña pesadilla —dijo Siwon, apoyando una mano sobre el hombro de Felix. Él no respondió. Poco después, él también subió pesadamente a su habitación. La puerta se cerró chirriando sus goznes. Phobia permaneció un instante más, su presencia al acecho en los rincones del recinto. No dijo nada. Por una vez, Felix no tenía temor alguno que pudiera señalar. Todos sus peores temores se habían vuelto realidad. Los Renegados tenían a Ace. A pesar de todo, él había fracasado. Finalmente, él también desapareció, transformándose en una colonia de murciélagos y echando a volar por la puerta. Se cerró con fuerza tras él, sacudiendo la decrépita casa.

Felix se quedó de pie a algunos pasos de la entrada, mirando. El estridente empapelado de arabescos. Los muebles apolillados. La nada que se suponía que era su hogar. El casco colgaba de una mano; sus dedos atravesaban las aperturas de los ojos como si fuera una bola de bolos. Ya no lo sentía ligero y modesto. Y a medida que las sombras dieron paso lentamente a la luz polvorienta de la madrugada, Felix lo dejó caer al suelo. Golpeó contra la alfombra de manera anticlimática, y rodó bajo la mesa
de centro.

Felix soltó un aliento tembloroso.

Había fallado.

Ace había sido capturado. Ace había desaparecido.

Una campanada resonó en la casa silenciosa, interrumpiendo sus pensamientos con un sobresalto. Su brazalete de comunicación. Lo halló en la cocina. La mano le temblaba al levantarlo y desplazarse a través de incontables mensajes de Hyunjin y el resto del equipo. Incluso había una comunicación global enviada por el Consejo, confirmando los informes de los medios:

Ace Anarquía está vivo y bajo custodia.

El Centinela es el responsable de su captura.

La identidad del Centinela sigue siendo desconocida.

Los mensajes más recientes eran todos acerca de Nightmare, también confirmado vivo; el robo del casco de Ace Anarquía, y la destrucción del cuartel general.

Los mensajes no decían nada de Frostbite y su equipo.

No decían nada de JeongIn.

Felix leyó las alertas sobre Nightmare con más detenimiento, intentando determinar si la habían descubierto o no. Esta noche no se había preocupado demasiado por ocultar su identidad, creyendo que para cuando terminara, Ace habría recuperado su casco y habría acabado su farsa como Renegado.

SUPERHERO   •   [Hyunlix]  •  ADAPTACIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora