Hyunjin examinó el arma, volteándola en la palma de la mano. No era un ignorante completo respecto de las armas de proyectil, pero si bien había dedicado mucho tiempo a entrenarse e incluso a dibujar una buena cantidad de pistolas, jamás se había sentido cómodo con una en la mano.
No lo había molestado hasta hacía poco. Tal vez su frustración había empezado en el parque, cuando Felix mató a la Detonadora de un solo disparo en la cabeza, mientras que él había dudado. O quizás fuera porque ahora que el Agente N sería parte de sus prácticas regulares, pretenderían que las unidades de patrullaje fueran expertos tiradores. Sabía que estaba muy atrasado respecto de esa habilidad en particular. No es que fuera el único prodigio mediocre en cuanto al uso de armas modernas. Muchos Renegados preferían emplear sus propios poderes en lugar de armas manuales. Conocía a bastantes miembros de patrullas que jamás habían disparado un arma. Así que él mismo no podía ser tan terrible, se dijo. No podía ser el peor.
Pero luego apareció Felix en el puesto junto al suyo, y no pudo evitar echarle miraditas furtivas mientras revisaba el cartucho y el mecanismo de seguridad con tanta eficacia, como si todos los días empleara pistolas
tranquilizantes. Una vez que terminó su inspección, Felix alzó el revólver, sujetándolo con ambas manos, y disparó. Fue tan rápido que Hyunjin se preguntó si se había molestado siquiera en apuntarle a algo, pero un vistazo a los blancos mostró su dardo justo en el centro de una diana distante.Del otro lado de Felix, Yeji soltó un lento silbido.
—Bien hecho, Insomnia. No sabes cómo me alegra que estés de nuestro lado.
Felix pareció tensionarse ante el comentario, pero no respondió. Hyunjin exhaló, levantó su propio revólver y evaluó el campo de tiro que tenía delante. Había objetivos de todos los tamaños, algunos cercanos y otros lejanos. También había otros blancos: desde figuras de cartón que representaban a villanos conocidos de la Era de la Anarquía hasta una variedad de botellas, latas y tiestos de cerámica. Incluso notó un póster de SE BUSCA de Espina.
Preparándose para el retroceso, apuntó al póster y disparó. Su dardo voló por encima del anuncio y golpeó el muro distante.
—Pssst, Felix.
Hyunjin se volvió. Minho se hallaba mirándolo desde el último puesto. Él disparó otro dardo, derribando una botella de vidrio, y luego bajó el arma.
—¿Sí?
—¿Crees que podrías fabricarme un bastón pistola, como los que tenían aquellos caballeros elegantes de la era victoriana? Porque estoy pensando que, si ahora todos portaremos revólveres, más vale que lo haga con clase, ¿verdad?
Antes de que Felix pudiera responder, Thunderbird pasó caminando detrás de las estaciones de disparo.
—Mientras se familiarizan con sus armas, quiero que cada uno piense en cómo puede, junto con sus compañeros de equipo, emplear sus aptitudes singulares combinándolas con los proyectiles del Agente N. A menudo, poder pensar de prisa y emplear los recursos que tienen a su alcance durante un altercado es lo que separa a los que triunfan de los que son derrotados.
Los sonidos de los dardos acribillando los blancos golpeaban los oídos de Hyunjin.
—Intenten pensar fuera de lo establecido. ¿Cómo pueden utilizar más eficientemente el Agente N junto con sus habilidades?
—Yo podría sumergir mi cola en el suero —señaló una voz nasal. Dori Sakurada, o Stingray, uno de los miembros del equipo de Nayeon—.Perforaría la piel de un enemigo con la misma facilidad que un dardo.
—Bien, bien —respondió Thunderbird—. Es un punto excelente. Aunque creo que, por ahora, será más prudente limitarse a los dardos, ya que, por supuesto, si por alguna casualidad tuvieras un corte en tu cola, podría infectarse con el suero y no sería deseable.
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SUPERHERO • [Hyunlix] • ADAPTACIÓN
FanficEncontrar amor donde buscaba venganza... Encontrar venganza dónde una vez hubo amor... Felix decidió unirse al equipo de sus rivales con un único objetivo en la mente: Vengarse.