•: C. 63 :• [20]

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Felix se precipitó furioso por la callejuela que corría detrás de las decrépitas casas adosadas, apretando los puños a los lados.

¿Qué diablos le sucedía a Hyunjin?

Estaba haciendo lo posible por coquetear con él, pero lo único que conseguía era hacer el ridículo. No podía ser más obvio. Pero, o Hyunjin era el chico más ingenuo de este lado del puente Stockton, o…

Rechinó los dientes.

Odiaba la otra opción, y cada vez que pensaba en ello se sentía más ymás furioso.

O… ya no estaba interesado en él.

Quizás había perdido su oportunidad cuando huyó de él en el parque.

Ace le había dicho que permaneciera cerca de Hyunjin Bang, y estaba haciendo lo posible. Entendía los motivos que había detrás. Sabía que laconfianza que despertara en él podía volver vulnerables a sus padres, precisamente la razón por la cual resultaba tan exasperante cada vez que le volvía la espalda, o evitaba el contacto visual, o esquivaba tocarlo.

Una y otra vez.

Hacía que su misión fuera más difícil.

Lo detestaba.

Su enfado no tenía nada que ver con la punzada que sentía en el pecho cada vez que Hyunjin probaba que lo que había sentido una vez por el había terminado. Y, aparentemente, por muchos esfuerzos que hiciera, no lo recuperaría.

Por el rabillo del ojo vio revolotear algo dorado, y se quedó inmóvil. Una mariposa monarca aleteaba alrededor de una parcela de vernonia que había invadido uno de los jardines abandonados de los vecinos. El pulso de Felix tamborileó mientras observaba al insecto vacilar sobre una flor púrpura antes de desplazarse hacia otra, buscando metódicamente el néctar. Sus pies, que aún llevaban las botas oficiales de los Renegados, quedaron clavados sobre el asfalto cuarteado del callejón. Se dijo que no tenía miedo: él, Lee Felix, ¿miedo a una mariposa?

Pero la carne de gallina sobre sus brazos sugería lo contrario. ¿Y si Yeji lo había observado hoy al tomar la ampolla del Agente N? Había tenido cuidado, pero ¿fue suficiente?

La mariposa se dirigió a una hilera de plantas del otro lado del jardín. Una golondrina gorjeó desde un cable de alta tensión por encima. Felix casi deseó que el pájaro se abalanzara sobre la mariposa y la atrapara con el pico, porque entonces ya no tendría que preocuparse por si la criatura era o no una espía de Yeji. No tendría que pasar el resto del día preguntándose si lo estaba siguiendo. No estaría aterrado de que ya hubiera descubierto su secreto.

Empezaba a contemplar las posibilidades de que la mariposa permaneciera quieta el tiempo suficiente para correr dentro de la casa y encontrar algo para atraparlo cuando la criatura terminó de alimentarse y se alejó, elevándose sobre la casa adosada, hacia la siguiente calle. Por lo menos iba en dirección contraria al cuartel general. Probablemente, solo fuera una mariposa común, se dijo. Nada de qué preocuparse.

Felix se abrió paso penosamente el resto del camino hacia su propio jardín plagado de hierbajo, ignorando el zumbido ensordecedor de las colmenas de Hwa cuando entró con fuertes pisadas en la sombra de la casa derruida. Las manos le temblaban al deslizar la puerta corrediza de cristal con fuerza y entrar en la cocina sombría. Continuaron temblando al desabrochar su cinturón de herramientas. Lo dejó caer sobre la mesada junto a una cafetera medio llena de un café que hacía rato se había enfriado y una variedad de ampollas y cubetas, vestigios del último trabajo de Siwon.

Se arrancó el brazalete y lo arrojó sobre la mesa donde yacía olvidado un jarrón sencillo color gris. Un buqué de flores, que una vez había florecido del extremo del rotulador de Hyunjin, ahora se encontraba marchito, los endebles capullos muertos colgaban tristes de sus tallos. El corazón dio otro bandazo en su pecho, pero esta vez no de tristeza, sino de indignación.

SUPERHERO   •   [Hyunlix]  •  ADAPTACIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora