—Admítelo, sentías algo por él.
Felix volteó para mirar a Hwa, boquiabierto, expresando un marcado disgusto. Metidos en el coche deportivo color amarillo de Siwon, iba sentado a horcajadas de la consola central, entre Hwa y él.
—Claro que no.
Hwa soltó una risa tonta, desestimando el comentario de Felix con las puntas de sus brillantes uñas doradas.
—Ay, niño, ¿a qué chico de tu edad no lo seduce semejante rectitud moral, ese corazón de oro, la audacia, el extraordinario heroísmo? —a pesar de su tono socarrón, había algo soñador en su mirada mientras observaba la ciudad deslizarse del otro lado de su ventanilla.
—Repugnante —respondió Felix, mirándola incrédulo.
—Te aseguro —dijo Siwon, riendo burlonamente—, no es el heroísmo lo que Hwa encuentra atractivo, sino el poder.
Una risa aguda escapó de labios de la Abeja Reina, y se inclinó hacia delante para mirarlo por encima de Felix.
—Oh, es evidente que el Centinela no es para mí: tantos músculos y aquella virilidad excesiva —sacó la lengua—. Pero Siwon tiene mucha razón: esa clase de poder me fascina. El que lo niegue está mintiendo.
Felix sacudió la cabeza y miró la hilera de luces rojas que se extendía delante de ellos. Sabía que Siwon ignoraría la mayoría. Por suerte, a esta hora de la noche, el vecindario era un pueblo fantasma.
—Por supuesto que no. No era nada atractivo que siempre quisiera llamar la atención y fuera un pretencioso y arrogante…
—¿Renegado?
—Imitador barato.
Hwa sonrió con suficiencia.
—Tus protestas hablan por sí solas. Pero aún no han encontrado el cadáver, ¿verdad? Quién sabe, quizás tu Centinela sobrevivió.
Felix cruzó los brazos sobre el pecho. Sentía que estaba luchando por una causa perdida.
—Vi cuando lo arrojaron al río. Aquella armadura se hundió como si fuera de concreto. No hay manera de que haya podido quitársela con suficiente rapidez —vaciló antes de añadir con irritación—. Aunque no sería la primera vez que me sorprende.
—Qué pena —musitó Siwon—. Empezaba a disfrutar tus quejas acaloradas sobre su egoísmo y… ¿cómo lo dijiste aquella vez? ¿Una personalidad tan interesante como un bagre hinchado?
—En retrospectiva, aquello pudo ser un poco duro —dijo Felix—, dado que posiblemente se haya ahogado.
Siwon encogió los hombros. La brusquedad del gesto envió el auto al carril contrario, pero sonrió con picardía y corrigió el rumbo.
—Al margen de tus sentimientos personales, cualesquiera sean… —le dirigió a Hwa una mirada maliciosa de reojo— … la muerte del justiciero me entristece. Hizo más por beneficiar nuestra causa que cualquier otro villano clandestino de la actualidad.
—¿El Centinela? ¡Tomó como misión personal perseguirme!
—Cuando el mundo creía que Nightmare estaba vivo, sí, fue un problema. Pero desde que te declararon muerto, nos ha ayudado bastante, humillando a los Renegados a cada paso.
Felix sacudió la cabeza. No le gustaba pensar que el Centinela había beneficiado su causa. No le gustaba pensar nada positivo sobre ese vanidoso muñeco de acción.
Pero era posible que Siwon tuviera razón: el Centinela había estado activo desde el ataque al desfile, y aparecía con frecuencia en la escena de un crimen incluso antes de que llegaran las unidades de patrullaje de los Renegados, aunque nadie sabía cómo se enteraba tan rápido de los crímenes. Había atrapado a más criminales de poca monta que algunos Renegados durante toda su carrera, y su éxito se debía en gran parte a que rechazaba adherir a la autoridad del código de Gatlon. De hecho, algo le decía que no habría tenido ningún problema en dispararle a aquel tipo que tomó como rehén a la camarera del bar, hubiera o no riesgos potenciales.
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SUPERHERO • [Hyunlix] • ADAPTACIÓN
FanfictionEncontrar amor donde buscaba venganza... Encontrar venganza dónde una vez hubo amor... Felix decidió unirse al equipo de sus rivales con un único objetivo en la mente: Vengarse.