Felix siguió a Hyunjin fuera del sótano y nuevamente escaleras arriba por la estrecha escalinata. La cabeza le trabajaba a toda marcha, intentando determinar qué posibilidades había de que esto fuera una trampa. No demasiadas, pensó. Había estado durmiendo una noche y un día enteros y, por más incómoda que la hiciera sentir, tenía que admitir que no había sucedido nada. Nadie lo había atacado ni atrapado. Y sin embargo, no podía bajar la guardia, no por completo. Siempre existía la posibilidad. Una posibilidad de que Hongjoong hubiera finalmente revelado la identidad de Felix, o de que hubieran sacado a la luz alguna
evidencia incriminadora contra el mientras dormía.Veinticuatro horas era más que tiempo suficiente para que algo fallara en los planes.
Hyunjin empujó la puerta en lo alto de la escalera, y el se preparó para lo que enfrentaría al volver a entrar en el imponente vestíbulo. Pero la mansión parecía tan silenciosa y ordenada como antes. Lo siguió a un comedor formal, con revestimiento de madera y una araña de cristal suspendida sobre una mesa de madera de cerezo, tan grande como para acomodar a doce personas o más. En lugar de estar servida con porcelana fina y cubiertos de plata, la mesa estaba cubierta de periódicos, muchos aún envueltos en bandas elásticas, pilas de correo basura y dos ejemplares de la revista Héroes Hoy.
Hyunjin se abrió paso a través de otra puerta, y Felix quedó envuelto en el sonido de vida: platos que tintineaban, el zumbido de un ventilador, el golpe rítmico de un cuchillo contra una tabla.
En el instante en que entró en la cocina abierta, sus ojos saltaron no a los dos hombres que se hallaban cocinando, sino a las enormes ventanas arqueadas que rodeaban un rincón informal de desayuno, y a una puerta que podría conducir a una salida... o tal vez a una despensa; al bloque de cuchillos sobre la mesada de granito; a la sartén de hierro fundido que hervía a fuego lento sobre el fogón, y a la hilera de taburetes que se harían añicos contra el Capitán Chromium, pero podrían ser capaces de dejar a Dread Warden sin sentido si se blandían con suficiente fuerza. Una vez que ubicó todas las salidas posibles y dedujo la cantidad de armas potenciales suficientes como para confiar en que no se encontraría impotente ni siquiera en esta situación, se atrevió a saludar a sus anfitriones.
Christopher Bang extendió una mano hacia el, sujetando una cuchara de madera en la otra.
—Felix, nos encantó enterarnos de que cenarías con nosotros.
Él contuvo el aliento al estrecharle la mano, preguntándose si su poder funcionaría contra el invencible Capitán Chromium. Preguntándose, en segundo lugar, en qué momento Hyunjin había subido para informarles a sus padres que tenía un invitado. ¿Fue antes o después de pasar la noche extraoficialmente?
Christopher le señaló la barra, donde Seungmin Kim cortaba zanahorias en
bastones delgados.—Estamos casi listos —dijo—, pero sírvete con toda libertad un bocadillo mientras esperas.
Seungmin empujó un plato en dirección a el, lleno de tomates cherry y bastones de pimiento crudo. La atención de Felix, sin embargo, se dirigió al enorme cuchillo de cocinero que tenía en la mano. Luego notó su delantal a cuadros azul, algo tan diferente a cualquier prenda en la que hubiera imaginado a Dread Warden que por un instante le pareció que podría estar soñando. Así eran los sueños, ¿verdad? Ridículos, absurdos y absolutamente imposibles.
Cuando pensaba en estos dos superhéroes, siempre los imaginaba en el medio de una batalla, generalmente, una en la cual él se encontraba descubriendo algún modo astuto de matarlos a ambos a la vez. Jamás los había imaginado en casa, haciendo algo tan mundano como preparar la cena juntos.
—Hyunjin —dijo Christopher, vertiendo las zanahorias sobre la bandeja—, ¿puedes ir abajo y traer otra lata de tomates de la despensa?
—Claro —respondió él. Se llevó un bastón de zanahoria a la boca mientras se levantaba de la mesada. Le dirigió a Felix una sonrisa rápida de aliento, y desapareció nuevamente por la puerta trasera.
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SUPERHERO • [Hyunlix] • ADAPTACIÓN
FanfictionEncontrar amor donde buscaba venganza... Encontrar venganza dónde una vez hubo amor... Felix decidió unirse al equipo de sus rivales con un único objetivo en la mente: Vengarse.