SUPERHERO • [Hyunlix] • ADAPTACIÓN

• C. 91 • [2]

—Escuché que Nightmare realmente aplastó a Frostbite y a su banda —dijo Minho mientras asimilaba el nivel masivo de destrucción del vestíbulo.

—Más o menos —replicó Hyunjin—. Frostbite, Gárgola y Temblor fueron
neutralizados.

—Odio decirlo, pero… quiero decir, eso es una especie de punto a favor de Nightmare, ¿no?

—Casi mata a In, ¡idiota! —Jisung golpeó a Minho en el hombro.

—Sí, lo sé. Pero si alguien tenía que ser neutralizado, no puedo decir que lamento que hayan sido Nayeon y sus secuaces.

—Está bien —dijo Hyunjin—. Tampoco estoy muy molesto por eso. Y, como dijiste, In estará bien —pausó antes de añadir en voz baja—. Tiene que estarlo.

—Santos humos, ¿qué es eso ? —ladró Minho. Levantó su bastón como preparándose para apuñalar a algo entre las baldosas destrozadas.

Una pequeña criatura corría de prisa hacia ellos entre yeso y concreto quebrado: un velocirraptor feroz y pequeño como el pulgar de Felix.

—No puede ser —balbuceó Hyunjin—. ¡Turbo! —se acuclilló y tomó a la criatura con su mano. La criatura chilló y lo mordió.
—¡Ay! —gritó Hyunjin dejándolo caer.

Aterrizó en el suelo y salió disparado
entre las piernas de Minho. Felix saltó hacia él, sujetó a la criatura por la parte de atrás de su cuello. Emitió un maullido patético y agitó sus garras hacia él, dejando pequeños
cortes en sus dedos.

—¿Cómo puede ser que esta cosa siga viva? —preguntó.

Sentía como si hubieran pasado siglos desde que había dibujado a la pequeña bestia en la palma de Felix para mostrarle que sus poderes no habían sido absorbidos por JeongIn cuando entró al área de cuarentena para rescatarlo.

Hyunjin se inclinó para inspeccionar al pequeño dinosaurio mientras se retorcía en los dedos de Felix.

—Está vivo, pero no ileso. Mira, se está poniendo gris. Y sus movimientos son un poco extraños ahora, como los de una máquina. Eso siempre sucede cuando dibujo animales. De todos modos, duró mucho más de lo que hubiera imaginado.

—Disculpa —intervino Minho observando a la criatura con inquietud—. Pero ¿qué es?

—Es un velocirraptor —explicó Hyunjin —. Lo dibujé hace un tiempo y In lo estaba conservando como mascota. Se llama Turbo. Un momento.

Hyunjin se encorvó, tomó su marcador y dibujó una jaula del tamaño de su palma en una baldosa blanca. Con un movimiento de sus dedos, la jaula se hizo real. Un transporte tridimensional para un dinosaurio muy pequeño. Abrió la puerta mientras Felix dejaba caer la criatura adentro.

—Se lo llevaré a In al hospital. Estará feliz de verlo cuando despierte.

Cuando despierte.

Felix no pudo evitar notar que, por primera vez, Hyunjin sonaba verdaderamente optimista sobre la posibilidad de que JeongIn saliera del coma. Tal vez veía la supervivencia de Turbo como una buena señal.

—De seguro tiene hambre —dijo Jisung—. Quiero decir, tus dibujos también tienen que comer, ¿no?

—Supongo que sí —Hyunjin lucía como si nunca hubiera pensado mucho en ello—. In solía compartir bocadillos con él.

—Iré rápido al comedor y le traeré… no sé, pollo o algo —asintió Jisung—. Volveré en seguida.

Antes de que alguien pudiera decir algo, Jisung desapareció entre los Renegados que se acumulaban alrededor del vestíbulo destrozado.