Un silencio descendió sobre la torre de la catedral, sonaba con tanta fuerza en las orejas de Felix como las campanas de hace un momento. Su rebelión rebotó contra el bronce y la madera. Esa única y sencilla proclamación: no.
Ace, con los brazos todavía extendidos por su gran discurso, se volteó hacia él lentamente. Después de años viendo cómo su cuerpo se deterioraba día a día, se sentía diferente verlo ahora con el casco puesto, su fuerza y vitalidad había sido restauradas con una velocidad increíble.
Felix siempre había asumido que el cambio sería para mejor, pero ahora, viendo la frialdad poco familiar en su mirada, sintió un escalofrío de temor en su columna.
—¿Pequeña Pesadilla?
Felix dio un paso hacia adelante, separándose del grupo.
—Comparto tus creencias, tío, y tu convicción. Pero no concuerdo con el camino que erigirías para alcanzar nuestras metas. Sé que hemos hablado por años de destruir a los Renegados. Comprendo que solo creas que podemos establecer una sociedad que funcione si primero desmantelamos la sociedad que funciona bajo el control de nuestros enemigos. Pero te equivocas. No necesitamos pelear. No necesitamos destruir. Necesitamos marcharnos —la expresión de Ace se tensó, pero Felix no se detuvo. Tenía que asegurarse de que lo comprendieran.— No necesitamos quedarnos en Gatlon. No hay nada que nos ate aquí. Dejemos que los Renegados tengan su ciudad. Podemos ir a otro lugar. Establecer nuestra comunidad bajo nuestras propias reglas, nuestros propios principios —sus nervios galopaban mientras hablaba, sabiendo que, de hecho, tenía algo que podría atarlo a Gatlon. Pero Hyunjin era solo un sueño. Solo un sueño. Algún día, el sabría la verdad. Y todo se desmoronaría. Era mejor que ese día fuera hoy.
—Los Renegados ya no están relegados a Gatlon City —dijo Phobia, su voz era seca y expresaba molestia, como si ello debería haber sido obvio—. Su influencia se ha expandido en todo el mundo. Tienen sindicatos en casi todos los países.
—En las metrópolis más grandes, sí —replicó Felix—. No sugiero que intercambiemos una ciudad por otra. Eso solo nos llevaría a los mismos conflictos que hemos enfrentado aquí. Digo que comencemos desde cero. Que encontremos un lugar que sea enteramente nuestro —inspeccionó los rostros que lo observaban con sorpresa, algunos teñidos de curiosidad, otros con un leve rastro de sospecha—. Somos prodigios y con Ace Anarquía liderándonos… —enfrentó a su tío—. Podemos construir la sociedad que hemos soñado. Literalmente construirla desde cero. Mira lo que has hecho aquí. En una cuestión de minutos, transformaste una pila de escombros en esto —gesticuló hacia la torre de la campana alrededor de ellos—. Podríamos instalarnos en cualquier terreno salvaje y transformarlo en el hogar que merecemos.
Ace lo observó, calculando. Pero el hecho de que no lo hubiera silenciado, le dio coraje.
—Escucha —dijo con más énfasis ahora mientras se movía para pararse en el centro de la habitación, en las viejas tablas de madera debajo de las campanas centrales que amplificaron su voz cuando habló—. Hablamos mucho de responsabilidad personal. Tal vez es tiempo de que asumamos responsabilidad por nuestro rol en lo que se ha convertido la ciudad. No me gusta la manera en que los Renegados dirigen las cosas, pero como Ace acaba de recordarnos, las cosas tampoco eran geniales cuando nosotros estábamos a cargo. Ayudamos a causar un caos en la ciudad y, a pesar de sus fallas, estoy… Estoy convencido de que los Renegados realmente están intentando mejorar las cosas. Puede que no estemos de acuerdo con sus métodos, pero el mundo es así ahora. Si no nos gusta, entonces quizás, en vez de intentar destruirlo, deberíamos liderar con el ejemplo. Construir algo nuevo, algo mejor. Si formamos una comunidad fuera del control de los Renegados y les mostramos que somos capaces de gobernarnos a nosotros mismos para variar, entonces… tal vez así es cómo cambiaremos este mundo. Y si no cambia el mundo, ¿a quién le importa? Tal vez no nos corresponde a nosotros solucionarlo. Por lo menos, la guerra habrá terminado.
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SUPERHERO • [Hyunlix] • ADAPTACIÓN
FanfictionEncontrar amor donde buscaba venganza... Encontrar venganza dónde una vez hubo amor... Felix decidió unirse al equipo de sus rivales con un único objetivo en la mente: Vengarse.