• C. 94 • [5]

15 1 0
                                    

Hyunjin estaba contemplando la invisibilidad. En lo que se refiere a
superpoderes, era uno con usos infinitos. Particularmente si uno pasa gran parte de su tiempo escabulléndose y espiando, como él durante estos últimos días. Su papá Seungmin, Dread Warden, podía hacerse invisible. Al igual que JeongIn, quien absorbió algo de la habilidad de Seungmin cuando era un bebé, aunque solo podía desaparecer por cortos períodos de tiempo. Hubo un Renegado que entrenó en Gatlon City unos cuantos años atrás que siempre era invisible, lo que a Hyunjin le pareció levemente desconcertante cuando estaba cerca. (Al día de hoy, todavía no estaba seguro de su género y su alias, Espectro, tampoco ofrecía ninguna pista). Pero lo enviaron a un sindicato del otro lado del océano y Hyunjin no había pensado mucho en ese Renegado o en su poder desde entonces.

Ahora, pensaba mucho en eso. Ninguno de los poderes que se había otorgado a si mismo, tatuándose, le ofrecía sigilo. Al contrario, la armadura que surgía del cierre en su esternón era grande y voluminosa, brillante y reflectante. Se sentía invencible al usarla, pero también muy visible. No podía imaginar qué tipo de tatuaje podría permitirle invisibilidad completa. Concluyó que un tatuaje de ese estilo tendría que cubrir su cuerpo de pies a cabeza para ser efectivo, pero tal vez necesitaba pensar de manera menos convencional. Tal vez solo necesitaba inspiración. Se preguntó si Felix tendría algunas ideas, salvo que él no sabía sobre el Centinela o los tatuajes y Hyunjin no sabía cómo debía contárselo, o siquiera si
quería hacerlo, especialmente, considerando el desprecio manifiesto que Felix expresaba hacia su alter ego vigilante.

Pero, de pie en una cornisa fuera de una ventana de hospital, a cinco pisos de altura, plena luz del día y en su armadura pesada y reluciente, decidió que era hora de comenzar a considerar otras maneras de escabullirse para visitar a JeongIn. Y la invisibilidad facilitaría todo eso.

Muy pegado contra el lateral del edificio, posicionó un pequeño espejo de mano hacia la ventana, siguió los movimientos de una enfermera que monitoreaba los signos vitales de JeongIn y tomaba nota de la información en una tableta. Ajustó algo en el suero intravenoso al costado de la cama, alisó la manta sobre sus hombros finos y firmó con sus iniciales una hoja de papel al lado de la puerta. Finalmente, se marchó y dejó la puerta levemente abierta detrás de ella. En el momento en que la enfermera salió de la habitación, Hyunjin se inclinó y ubicó las puntas de sus dedos cubiertas por guantes debajo de la ventana. Se abrió con la misma facilidad y el mismo silencio de las últimas dos veces. Entró a la habitación e hizo una mueca por el golpe seco de sus botas. Presionó su pecho con un dedo y la armadura se retrajo dentro del bolsillo debajo de su piel. Con pies mucho más sigilosos, atravesó la habitación y cerró completamente la puerta. No tenía una traba, pero los movimientos de las enfermeras seguían un cronograma estricto y, a esta altura, Hyunjin ya estaba familiarizado con sus métodos y sabía que nadie volvería a revisar a JeongIn por un par de horas. Y, tristemente, el chico no podía esperar muchas visitas. Tras vivir en el área de cuarentena del Cuartel General de los Renegados la mayor parte de su vida, no tenía amigos o conocidos más allá de los Renegados, y solo dos de ellos podían acercase a JeongIn sin que él absorbiera sus poderes. Uno era el Capitán Chromium: inmune a todo, incluso al Bandido. El otro era Hyunjin, aunque nadie más que JeongIn lo sabía.

Después de descubrir el Talismán de la Vitalidad y lo que podía hacer, Hyunjin se inspiró y diseñó un tatuaje que podía ofrecer las mismas medidas de protección, incluso contra un poder como el de JeongIn. Y había funcionado. Finalmente podía estar cerca de su hermano pequeño sin una barrera de vidrio entre ellos. Pero hasta que encontrara una manera de explicarles los tatuajes a todos, especialmente a sus padres, tenía que mantenerlo en secreto. Y ahora que el Talismán de la Vitalidad había desaparecido, no podía utilizarlo como excusa para visitar al niño. Pero no había forma de que pudiera permanecer alejado por completo. Solo tenía que ser cuidadoso al respecto.

SUPERHERO   •   [Hyunlix]  •  ADAPTACIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora