Felix sabía que el salto desde la plataforma inferior de la escalera de incendios de la sala de cine hasta el callejón resultó completamente inelegante, pero lo tenía sin cuidado. Le dolían las piernas, y además no había nadie cerca que lo estuviera mirando. Si bien había sentido el hedor del humo en el techo, aquí abajo era cien veces más fuerte, espeso e irremediable. Hundió la nariz y la boca dentro del pliegue del codo y, al abrirse paso entre los escombros, se mantuvo lo más cerca posible de la sala de cine, para evitar el calor que emanaba de la biblioteca.
La muchedumbre había crecido, aunque la mayoría de las personas se habían alejado del edificio en llamas. Alguien lanzó un grito esperanzado al ver a Felix saliendo del humo, pero fue de inmediato seguido por un gemido de decepción. Dejó caer el brazo, frunciendo el ceño, en el momento en que un chico soltó un alarido. Un instante después, un cuerpo se estrelló contra él, brazos pequeños se enlazaban alrededor de su cintura. Soltó un grito ahogado y bajó la mirada a la cabeza del niño. Se trataba del pequeño que había hallado en la planta de arriba. El que había rescatado… con ayuda de Jisung y de Minho. Jamás lo vio llegar al final de la cuerda de Jisung, y le sorprendió la sensación de alivio que lo invadió.
—Gracias –—dijo el niño, sus palabras ahogadas contra las costillas de Felix. Tan sencillo. Tan completo. Con una sonrisa de cansancio, Felix le dio una palmadita en la cabeza. En ese momento, comenzó a entender por qué una persona en su sano juicio podría querer convertirse en Renegado.
—Minho, ¡no! —Felix levantó la mirada y vio a Han y a Minho. Se destacaban entre la multitud, aventurándose a estar más cerca de la biblioteca que cualquier otro. Y posiblemente también porque sus rostros no reflejaban asombro ni curiosidad, sino angustia.
Desligándose de los brazos del chico, Felix se abrió paso hacia ellos. Las lágrimas relucían en los ojos de Jisung, aunque aún no lloraba. De hecho, a medida que Felix se acercaba, advertía que ambos contenían las lágrimas, aunque Minho se esmeraba en ocultarlas con un gesto resuelto. Intentaba apartarse de Jisung, pero él le sujetaba la manga, negándose a soltarlo.
—Sobreviví a un incendio —dijo—. ¡Sobreviviré también a este!
—¡No lo sabes!
—¡No dejaré que muera allí dentro!
—Tal vez, ya se encuentre…
—¡No digas eso!
Jisung retrocedió un paso, con el rostro contraído.
Felix se acercó.
—¿Hyunjin?
Jisung levantó el rostro, contorsionado por el dolor.
—Aún no hay señales de él.
Un sollozo siguió a sus palabras, pero se cubrió la boca con una mano, el esfuerzo por contener sus emociones se veía aparente en el temblor de sus hombros.
—¿Te dijo algo?
—Dijo… —Felix se esforzó por recordar. Parecía que había pasado una eternidad desde que él se había ofrecido a cargar a Yuna en su lugar—. Estaba buscando al chico perdido.
Su mirada se deslizó nuevamente al niño, que había regresado con los demás pequeños del otro lado de la calle.
—Entraré de nuevo —dijo Minho, arrancando el brazo de manos de Jisung. A medida que se abría paso hacia la biblioteca, su cojera se fue acentuando. A pesar de las llamas y del humo que arrasaban las ventanas destruidas, la fachada principal del edificio se encontraba relativamente intacta comparada con el resto de la estructura. La piedra exterior seguía de pie, pero Felix sabía que, a estas alturas, el interior apenas sería poco más que una cáscara. Una cáscara renegrida y humeante.
ESTÁS LEYENDO
SUPERHERO • [Hyunlix] • ADAPTACIÓN
FanficEncontrar amor donde buscaba venganza... Encontrar venganza dónde una vez hubo amor... Felix decidió unirse al equipo de sus rivales con un único objetivo en la mente: Vengarse.