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A Hyunjin le dolía el pecho por el nuevo tatuaje; seguía con llagas tras los miles de pinchazos de la aguja. De todos los que tenía, este fue el que menos le costó convencerse de hacerse. Supo que se lo haría en el instante en que el Talismán de la Vitalidad le permitió estar en presencia de JeongIn.

El Talismán funcionó, y este tatuaje también funcionaría. Después de realizarlo, podría entrar y salir del área de cuarentena cuando quisiera. Tan importante era el dibujo que no copió sencillamente el símbolo sobre su piel. Había pasado horas estudiando minuciosamente diccionarios, enciclopedias y tomos sobre simbolismo y prácticas de sanación antiguas. Los símbolos que el herrero había grabado hacía mucho tiempo sobre el medallón se encontraban en múltiples religiones y culturas, a menudo con mensajes de protección y salud.

Se decía que la mano derecha abierta protegía del mal, y las serpientes se habían asociado durante siglos con la sanación y la medicina. Cuanto más leía, más comprendía el modo en que este diseño podía proteger a alguien de fuerzas que intentarían debilitar a quien fuera.

Protección. Salud. Fuerza.

Las palabras surgían una y otra vez en sus investigaciones, y se repitieron como un mantra en la mente de Hyunjin mientras realizaba el tatuaje. Una serpiente, enroscada dentro de la palma de una mano abierta. La mano, levantada en actitud desafiante: Deténgase. Prohibido pasar. La serpiente, lista para devorar cualquier desgracia que se atreviera a ignorar la advertencia de la mano. Juntas… la inmunidad.

El tatuaje, aplicado directamente sobre el corazón, funcionaría. Hyunjin ya había conseguido logros notables trazando dibujos sobre su piel. Había llevado al máximo los límites de su poder, más allá de lo que jamás imaginó posible. Se había convertido en el Centinela, y el alcance de sus habilidades parecía infinito, limitado solo por su imaginación. Entonces, ¿quién negaría que no pudiera darse también a sí mismo esta habilidad? No era la invencibilidad absoluta, como tenía el Capitán. La única forma que creía que podía lograrse algo así era con un tatuaje que abarcara cuan largo era su cuerpo, y no estaba listo para ese tipo de compromiso.

Pero ¿invencible ante In? Podía lograrse. Era posible. Jamás en su vida había estado tan seguro de algo. Se dirigió al espejo para inspeccionar su obra. El dibujo lucía bien. Nítido y bien delineado. A pesar de haber tenido que trabajar al revés sobre sí mismo, estaba contento con lo equilibrada que le había salido la forma en su totalidad. Había conseguido exactamente lo que imaginó: una réplica perfecta del símbolo sobre el Talismán de la Vitalidad.

Hyunjin relajó los hombros y presionó la palma sobre el tatuaje, dejando que el poder penetrara su cuerpo. Sintió el mismo escozor tibio que sentía cada vez que lo hacía, a medida que el dibujo se hundía en su piel y sus músculos, atravesaba la caja torácica y penetraba su corazón, que latía a un ritmo constante. A medida que se convertía en parte de él. Cuando apartó la mano, la tinta brillaba color naranja, como una incrustación de oro fundido sobre su piel. Pero se desvaneció rápido, y solo
quedó el tatuaje, igual a como lucía al quitarse la venda. A diferencia de sus otros dibujos, los tatuajes no desaparecieron después de ordenar que se hicieran realidad. Quizás porque estaban destinados a ser permanentes. Quizás porque no estaba creando una manifestación física del dibujo, sino usándolo para cambiarse a sí mismo.

Hyunjin confiaba tanto en sus tatuajes y sus nuevas habilidades como nunca lo había hecho respecto de algo. Mientras guardaba su kit, se encontró deseando haber podido estar al menos la mitad de seguro respecto de Felix y las señales contradictorias que le había estado enviando últimamente.

Estaba seguro… bueno, bastante seguro… con una seguridad del 83% que Felix había estado coqueteando con él en la sala de entrenamiento. Y también en el parque. Una decena de pequeños movimientos le venían a la cabeza constantemente: una sonrisa demasiado luminosa; los ojos, demorándose en los suyos un segundo de más; el modo en que se sentaba un poco más cerca de lo necesario; el roce de sus dedos sobre la espalda cuando había estado enseñándole a disparar.

SUPERHERO   •   [Hyunlix]  •  ADAPTACIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora