• C. 97 • [8]

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Hyunjin caminaba de un lado al otro de la sala de espera. Seungmin estaba sentado al borde de uno de los sofás con las manos unidas, sus dedos se retorcían contra sus nudillos. No hablaron mucho desde que llegaron al hospital. Christopher había ido a ver a JeongIn, ya que era el único inmune a el. O eso se suponía. La confesión de Hyunjin estuvo en la punta de su lengua desde entonces. Era tan frustrante estar aquí afuera cuando no había ningún motivo por el cual no podía estar en la habitación con JeongIn en este momento. Su tatuaje lo protegería. Lo único que tenía que hacer era contarle a sus padres de sus tatuajes y explicarles que, en realidad, también era inmune al poder de JeongIn y que podía estar allí con su hermano.

Pero las palabras no llegaban. Harían demasiadas preguntas. Explicaciones que no estaba listo para dar. Entonces, en cambio, caminaba de un lado a otro. Pasaba por delante de las macetas con plantas falsas y de las mesas cubiertas con revistas de moda y famosos. Notó en una de ella los rostros de sus padres en un pequeño recuadro, pero no leyó el título. Nada importaba en este momento salvo JeongIn.

Cielos, ¿por qué no estaba allí con él?

Sintió que habían pasado horas antes de que finalmente, finalmente , Christopher apareciera detrás de las puertas dobles con una sonrisa estampada en su rostro. La esperanza brotó en las venas de Hyunjin. Seungmin incorporó de un salto.

—Estará bien —dijo Christopher.

Fue todo lo que logró decir antes de que todos se abrazaran. Christopher jaló de
Hyunjin hacia él y lo estrujó con fuerza alrededor de sus hombros, luego él y
Seungmin se abrazaron. Hyunjin luchó para contener las lágrimas de alivio que amenazaban con derramarse por todos lados. Se alejó con la cabeza baja y dejó que sus padres se abrazaran un momento más mientras él se recomponía.

—El doctor dice que ya superó lo peor —continuó Christopher, su voz era áspera por la emoción—. Esperan que se recupere completamente, aunque tendrá una cicatriz que mostrará con orgullo por el resto de su vida. Y JeongIn está… Está bien. Todavía débil, pero bien. Con el espíritu en alto. Si las cosas no fueran tan caóticas en el cuartel general, probablemente podríamos llevarlo de vuelta a fin de mes.

—¿Al cuartel general? —dijo Hyunjin, girando para enfrentarlos—. No puede
regresar al cuartel general.

—Obviamente no en un futuro cercano —replicó Christopher, pasando una mano por su cabello rubio—. Reconstruir el área de cuarentena demorará un tiempo. Tendrá que esperar hasta entonces, pero sé que el personal aquí se asegurará de que esté cómodo. Dicen que podrán moverlo a una nueva habitación en algunos días, una habitación pensada para pacientes con tratamiento prolongado.

—Aguarda —dijo Hyunjin—. ¿La cuarentena? ¿Reconstruirán el área de cuarentena? —Christopher y Seungmin lo miraron anonadados.

—Bueno… por supuesto que sí —respondió Seungmin—. No puede quedarse en el
hospital para siempre.

—No. ¡No pueden! —Hyunjin sacudió su cabeza.

—¿De qué estás hablando? —dijo Christopher—. ¿Qué pensabas que sucedería?

—Solo pensé… —Hyunjin retrocedió.

¿Qué había pensado que sucedería una vez que JeongIn pudiera abandonar el hospital? ¿Que iría a la mansión con ellos? ¿Que podría compartir el sótano con él y que serían hermanos de verdad?

Eso no era posible. No con Seungmin viviendo bajo el mismo techo. Pero ¿volver
al área de cuarentena?

—No puede ser la única opción. Odia el área de cuarentena. Y ahora que no lo necesitamos para el Agente N…

SUPERHERO   •   [Hyunlix]  •  ADAPTACIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora