Capitulo 5

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Darío:

Escribía cada detalle del cuerpo de la chica que estaba sobre la plancha. Levanté su mano viendo las terribles huellas de ataduras en sus manos, negué con la cabeza al saber que había sido torturada, una de las enfermeras forense me miraba con esa mirada de intriga.

Enfermera: Es la número 9 de este mes.

Darío: Las autoridades se están quedando muy cortas en todo esto.

Enfermeras: Doctor, creo que las mafias se han incrementado, con eso que ahora es muy poco la presencia de oficiales leales a la patria.

Asentí con la cabeza, no podía negar el gran problema que tuvo hace unos meses la fiscalía, cada vez confiar en los abogados o en los oficiales nos daba pensar que nadie mueve un solo dedo, los padres desesperados reclamando justicia, pero la justicia solo la podían ver los ricos adinerados que mantenían una buena paga para cada representante que ellos querían.

Mi móvil empezó a sonar, me acerqué a la mesa donde lo tenía, sonreía al ver la llamada de Willow, levanté la mira viendo la hora del reloj de pared, marcaba las 10:10 de la noche, de seguro ya se iba a su empleo. Me quité los guantes tomando el móvil, esperé a que la enfermera saliera, había cosas que sabía que no me gustaba que escuchara entre la plática entre Willow y yo.

Llamada:

- ¿Ya al trabajo?
- Se saludo muchachito.
- Si, buenas noches amor.
- Si, ya yendo al bar, espero no tener que lidiar como siempre con los borrachos que no se saben controlar.
- Me imagino que Wellia está muy feliz.
- Si, se fue a celebrar con Mili y Sali a su casa.
- Al menos en su casa de ellas y no fuera, esto se está poniendo cada vez peor.
- ¿Por qué?
- Otra menor sin poder identificarla, estamos esperando algún aviso de desaparecida, pero lo extraño es que llevamos 9 y ninguna ha sido reclamada como desaparecida. Todo esto me da muy mala espina.
- ¿son del país?
- Por los rasgos si, otras quizá no. Pero a lo que me refiero, al ser menores el registro es peor por que no hay maneras de como contactar con familias.
- No me gustaría pasar por nada de lo que esos padres pudieran pasar al no saber de sus hijas.
- Lo sé, ¿mañana vamos no podremos salir a cenar?
- Lo sé cariño, debes tener mucho trabajo. Bueno ya voy llegando al trabajo.
- Te amo Willow.
- Yo a ti.

Terminé la llamada, levanté la mirada viendo a la enfermera de brazos cruzados.

Enfermera: La doctora está esperando el informe.

Darío: aun no termino.

Enfermera: si las llamadas fueran menos, ya lo hubiera terminado.

Rodé los ojos pasando de las palabras de ella, me acerqué de nuevo a la chica, ella sostenía la cámara empezando a tomar las fotos correspondientes, la puerta se abrió cuando entró la doctora, caminó hacia la mesa tomando unos guantes. Se los iba poniendo en cada mano.

Siena: ¿Qué tenemos?

Darío: Otra menor, le calculo entre los 15 a 17 años.

Siena: Las ultimas 4.

Enfermera: 15, 15, 16, 16.

Levantó una ceja un poco intrigada… Se acercó tomando la ficha clínica, empezaba a leerla detalladamente, negaba con la cabeza acercándose hacia mi lado, ella me sonrió dejando a un lado la ficha clínica. Sostuvo su mano revisando por ambos lados.

Siena: La torturaron.

Darío: He revisado entre sus piernas.

Siena: ¿Muestras? ¿ADN?

Darío: Agresión sexual, pero usaron preservativo.

Negó con la cabeza, se apartó revisando los pechos de la pequeña, levantó la mirada hacia la enfermera.

Capitulonsin censura. Mi Cielo... Mi infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora