Dejé el móvil a mi lado, jalé el asiento más cerca del escritorio, a pesar de este momento y todo lo vivido con Máximo, las palabras de Mavie me había dejado inestable, miré por ambos lados, giré un poco viendo hacia la puerta, me levanté acercándome hacia la puerta, las asistentes ya no estaban, habían entrado a las oficinas de sus jefes, casi de puntillas me acerqué en la puerta acercando mi oído, no se podía escuchar absolutamente nada, me aparté apresurándome a llegar a mi lugar, me acomodé corriendo por completo la silla en el escritorio, entré a la pagina de los registros de los pacientes.
Escribí con determinación… Wellia Zanetti. Mi corazón estaba latiendo tan fuerte, que hasta mis pobres dedos me estaban temblando, endurecí la quijada esperando que todo fuera solo palabras de Mavie para hacerme molestar. Tragué saliva cuando se desplegó una pequeña ventana.
“PACIENTE CONFIDENCIAL… CONTRASEÑA”
Entrecerré mis ojos, por que tendría que ser confidencial, ella estaba muerta, todo su informe nos lo entregaron. No esto no estaba claro. Sostuve una de las carpetas de una paciente cualquiera, puse el nombre… Ceci Carrasco.
La pagina emergente salió enseguida desplazándose toda la información.
“Paciente fallecida por negligencia médica del hospital Vita Sinistra, donante de órganos registrados en el inscripción para entrega al hospital HOPE”
Willow: Por que la información de esta paciente si salió y la de Wellia no.
Me puse de pie, miré hacia mi bolso, sonreí recordando que tenía la tarjeta que una vez tomé de Máximo. Me acerqué revisando, la miré sonriendo, no sabía que sentir en este momento, la saqué del bolso metiendo en mis jeans, dejé todo como estaba, total solo era asegurarme de las cosas que estaban en mi cabeza, caminé hacia el ascensor, oprimí el botón dando pasos hacia atrás, las puertas se abrieron, viendo a unos médicos que estaban en grupo, me aparté dando paso a que salieran, ellos me miraron pasando a mi lado como si no existiera, cosa que agradecía. Un medico les decía que eran las oficinas del hospital, que la oficina de los directivos eran aquí.
Todo parecía que eran médicos nuevos que les daban la ronda para conocer el lugar. Entré poniendo… amm, no había ala 1… metí mi mano deteniendo que las puertas se cerraran, salí del ascensor, ahora que recuerdo la ultima vez fue por las escaleras que encontré esa puerta. Abrí la puerta de las escaleras de emergencia, muchos del personas subían y bajaban, algunos con prisa, otros en compañía de pláticas entretenidas.
Me detuve al ver a que Keila leía unos documentos, sonreí acercándome hacia ella, quedé frente a ella, dejó de escribir en sus anotaciones en una ficha clínica que levantó su mirada, apartó su ficha mirándome fijamente. La verdad no tenía ganas de pelear, solo quería respuestas, claro que ella nunca me las daría, tampoco se las iba a pedir.
Keila: Willow.
Willow: Necesito hablar con Darío.
Rodó los ojos cruzando sus brazos, negó con la cabeza, pero lo que ella estuviera pensando era cosa de ella, nunca me preguntó y ya se estaba haciendo sus propias opiniones.
Keila: Hasta cuando lo vas a dejar en paz.. Todo este tiempo que no te vimos en el hospital fue paz, fue lo mejor.
Sonreí negando con la cabeza.
Willow: Keila, solo es hablar de cosas del trabajo. Es más hasta tú puedes estar presente. Darío como hombre no me interesa. Producto caduco, no se vuelve a comer.
Sonrió negando con la cabeza, se apartó un poco haciendo señal que la siguiera, no es que fuera mi mejor amiga, pero al menos era una oportunidad de acércame a Darío y que él me dijera que es lo que sucede. Además por el tiempo que fuimos pareja, él me contaba muchas cosas, nada fuera de lo normal, pero me hacía saber cosas que a lo mejor eran confidenciales o no, pero si sabía de la muerte de las menores era por él.