Máximo:
Entré en el área de la sección 1, Darío estaba terminando de revisar las muestras que le había dejado en pendiente, levantó la mirada hacia la entrada.
Darío: Máximo…
Máximo: ¿Siena?
Darío: está en su consulta.
Asentí con la cabeza, me acerqué a las fichas clínicas que tenía sobre el escritorio.
Darío: Todas son la misma respuesta.
Máximo: Si me dijo Bastian, que los casos han ido en aumento. ¿Qué sabemos de estas personas?
Darío: Lo mismo, atacan a menores, pero esta vez rompieron el patrón.
Máximo: ¿Cuál?
Darío: Ya son todas las edades.
Me senté frente a la portátil, empecé a teclear bajando la información que necesitaba, esta sustancia había entrado por alguna razón a nuestro país, siempre llegaban a nuestro hospital, por lo que teníamos en cuenta era ensuciar mi nombre, además de la mayoría de nosotros que habíamos pasado por algo.
La información se iba desplegando, dejé caer mi espalda en el respaldo del asiento rosando mis dedos sobre mis labios, levanté la mirada hacia Darío, él esperaba mi respuesta en saber lo que tenía en mente.
Darío: Amm, ¿Cómo está Willow?
Levanté una ceja no muy de mi agrado que me preguntara por ella, no me gustaba dar información y menos hablar de ella ante alguien que fue su pareja.
Máximo: ella está bien.
Darío: Pregunto, por que hace tiempo que la dejé de ver, pensé.
Me puse de pie tomando unos guantes, los puse en mis manos sentándome frente al microscopio.
Máximo: Ya te dije que está bien. Las muestras.
Se dio la media vuelta tomando las pipetas, se acercó dejando sobre la mesa, tomé la primera poniendo sobre la planita, gradué los lentes acercándome, las revisaba minuciosamente, quería respuestas y aunque Darío me había dado algunas, habían cosas que no me cuadraban, las muestras mostraban lo mismo que hace tiempo sabíamos.
Darío: Máximo…
Rodé los ojos apartándome de los lentes, giré un poco la silla reposando mi brazo sobre la mesa de investigación.
Darío: quería saber si la plaza para Suiza estaba aun en oferta.
Respiré profundamente girando de nuevo, miré hacia el frente viendo las fotos que aun conservaba de Willow y de Keila. Podía entender en parte a Darío, pero no comprendía por que aun sentía cosas por Willow cuando él mismo tomó malas decisiones.
Máximo: ¿Puedo saber los motivos?
Darío: Creo que los sabe.
Giré nuevamente mirándolo fijamente, me puse de pie caminando hacia la nevera, la abrí sacando las muestras de Willow que hace tiempo tenía que haber revisado, pasé de largo sentándome de nuevo. Vertí un poco de su muestra sobre una de las plaquitas.
Máximo: ¿Willow?
Darío: En parte.
Le hice seña que siguiera hablando, él tragó saliva, quería saber los verdaderos motivos, aunque él era uno de los mejores médicos forenses si quería marcharse le tomaría la palabra, más que nada por que nadie se merece estar atados a recuerdos de lo que ya no puede ser. Su presencia de Willow en este hospital podía ser cuando ella lo decidiera, no tendría cerradas las puertas menos una vez que nos casemos.