Willow:
(Escuchen- On My Way, Alan Walker, Sabrina Carpenter, Farruko)
Mordí mi labio inferior, me miraba hacia el espejo, miré la hora del reloj de pared. Estaba por dar la hora.
Willow: ¿Creen que Máximo me esté esperando?
Valentina: Te apuesto que desde hace 10 min, algo que tiene Dimitri es que es muy puntual.
Respiré profundamente, me gustaba como me había dejado Nahir el cabello completamente lacio… asentí con la cabeza, no quería hacerlo esperar, además me moría por ver a ese hombre que me esperaría en alguna parte de la casa.
Valentina abrió la puerta de la habitación, mis pasos eran lentos pero seguro, visualicé a Máximo que estaba con el móvil quizá mandando un mensaje o algo por el estilo, se veía… Levantó la mirada, volviendo a bajarla, la volvió a levantar ahora su móvil pasaba a segundo término, que lo dejó sobre la mesa caminando a las escaleras. Que podía decir de este hombre que se veía super guapo, un esmoquin, demasiado formal, bajaba las escaleras tranquilamente, extendió su mano llegando a media escalera, le entregué la mía sonriendo.
Máximo: No tengo palabras ante la belleza que veo.
Mordí mi labio inferior, Santino llegaba con Daemon. Los dos nos miraron contemplando el momento, pero era nuestro momento y al menos para mi era como si ellos no estuvieran para nada cerca. Me ayudaba a bajar las escaleras, caminamos hacia la salida, Máximo ni los miró a ver, no sé si había algún problema pero prefería estar lejos de ellos antes que perder la oportunidad de no aprovechar esta noche que nos dejaba ver lo perfecta luz de la luna, uno de los hombres de seguridad abrió la puerta de mi lado, como todo un caballero me ayudaba a subir, cerró la puerta mirando al hombre, pasó a su lado rodeando la camioneta me iba acomodando el cinturón cuando abrió la puerta.
Máximo: solo abro la puerta y mira como me dejas.
Bajó la mirada haciendo que mirara su entrepierna, lo miré coquetamente, cerró la puerta masajeando un poco el miembro.
Willow: Ese efecto ¿soy la única que lo causa?
Máximo: Por supuesto.
Encendió la camioneta empezando avanzar, sostuvo mi mano llevando a sus labios, Santos cielos, sus labios tibios parecían que eran fuego sobre mi piel.
Apartó mi mano mirándome, pasando su atención al camino.
Máximo: ¿Qué has pensado en lo que hablamos el otro día?
Willow: amm, hemos hablado de muchas cosas.
Máximo: Lo que quieres hacer en tu vida, si quieres ser parte de la mía, pero ser parte de la mía implica muchas cosas.
Me acomodé en el asiento girando un poco, quería mirarlo, era una manera de conocer un poco de sus expresiones y para lo que a él le significaba.
Willow: ¿Cómo que cosas?
Máximo: Estar en el mismo mundo, no solo manejamos cargamentos de droga, de armas, negocios como restaurantes, centros nocturnos, hospitales, es más, hasta la misma fiscalía.
Entreabrí mis labios, claro que él era un hombre de mundo, donde parecía que el miedo no conocía de razones en la vida de él, pero más que miedo él sentía que la vida es un presente.
Willow: quiero conocer más de ti, prepararme, terminas mis estudios, graduarme y aprender de ti en cuanto a la ciencia y la medicina.
Máximo: Uno nace con la vocación, no se aprende.