Wellia:
Levanté mi mirada hacia mi casa, el hombre que me había traído se bajó abriendo la puerta de mi lado, bajé mordiendo mi labio inferior, me dolía todo el cuerpo y solo pensar que habían rastros de golpes en mi cuerpo y rostro, no tenía la mínima idea de lo que tendría que decir a mi hermana y mi madre cuando me pregunten.
(Escuchen- Don’t Forget About Me, Cloves)
El hombre extendió su mano, pasé de su mano bajando mi vestido al ver mis piernas con moretones, me sostuve de la puerta bajando por si sola. Una de mis zapatillas que llevaba en mano, se me cayó, sin importarme la dejaría, pero el hombre la levantó entregándomela, miré al hombre entre lagrimas…
Wellia: Ojala que todos ustedes se pudran en el infierno.
El hombre sonrió negando con la cabeza, se dio la media vuelta, arrojando la zapatilla, abrió la puerta entrando a la camioneta, la encendió empezando a conducir.
Caminaba lentamente, mis piernas me temblaban tanto que no podía mantenerme por mucho tiempo en pie sin soporte. Subí los dos primeros escalones sosteniéndome del barandal, buscaba mis llaves tomándolas, la puse en la cerradura girando, empujé con mucha suavidad, esperaba que mi madre no estuviera despierta esperándome como siempre lo hacía. Cerré la puerta con mucho cuidado de no hacer ruido, miré el reloj que marcaba la 1: 35 am. Mis lagrimas recorrían por mis mejillas, me acerque un poco a mi madre que dormía con la televisión encendida. Tomé el remoto apagando, ella se removió la miré que aun estaba con los ojos cerrados.
Di varios pasos hacia atrás, caminé hacia las escaleras, subirlas fue tremenda tortura, mis pies ya casi arrastrándolos, daban pasos con demasiada dificultad, llegué a la puerta de mi habitación abriendo, entré cerrando dejando reposando mi cuerpo en la puerta, daba pequeños golpes con mi cabeza… Negaba una y otra vez, arrojé mi bolso con la zapatilla… Mis lagrimas empezaban a caer de manera que me era imposible en contenerlas.
Odiaba lo que ahora representaba, odiaba el simple hecho que pudo más un hombre que mi amor que pude sentir por él.
Di varios golpes en la puerta sin tanta fuerza, no quería que mi madre se despertara. Todo era un completo caos para mi, me sentía sucia, denigrada, sobajada, estaba hecha una completa mierda. Mis manos se fueron hacia la cremallera del vestido, quería quitármelo, quería ya no tener esa asquerosa sensación de las manos de Máximo y de todo lo que me habían hecho esos hombres miserables, grabarme y lo peor es que pagaron para verlo.
Daba pasos hacia mi escritorio donde estaba mi portátil, abrí con fuerza el cajón sacando mi diario, me senté con mucha dificultad…
Quería que esto desapareciera de mi, quería olvidarme de todo y que si fuera posible nunca haber conocido a este maldito ser.
“Hoy, debió ser el mejor día de mi vida, hoy, mis sueños son truncados, hoy mis ilusiones se fueron a la basura….”
Tenía el corazón desecho, la traición de un hombre que creí que era diferente en todos los aspectos, que me hizo ilusionarme, hizo de mi la baraja más fácil de tirar, como si no le importara nada de lo que pude sentir.
Wellia: Ni siquiera te importé.
(Escuchen- Possibility Lykke Li)
Una vez te dije que haría cualquier cosa por ti, porque de verdad te amaba y de verdad quería pasar todo mi tiempo a tu lado. Había pensado que tú sentías lo mismo, pero jamás se me ocurrió sospechar que tan solo podrías estar utilizándome. Aún sigo preguntándome porque lo hiciste y porque permitiste que me ilusionara. Yo ya lo daba por ti. ¿Qué ganabas con jugar con mis sentimientos de aquella manera? ¿Por qué no fui suficiente para ti?
Me esforcé. Hice todo cuanto pude para ser la persona que tú querías que fuera y alguien a quien estuvieras feliz de amar. No entiendo en que me equivoqué o si pude haber hecho algo mejor, pero creo que ya no importa. No quiero seguir amándote porque claramente, no mereces todo lo que yo o alguien más pudiera sentir por ti. Y de verdad deseo que estés fuera de mi corazón, porque nada ha valido la pena.
Desperdicié una gran parte de mi tiempo, creyendo que de verdad compartíamos un vínculo que no se podía romper. ¿Y qué fue lo que hiciste tú con eso? Ni siquiera te esforzarte por mantenerlo a salvo y ahora jamás podrá recuperarse.
Supongo que fue mejor haberme dado cuenta de quien eras realmente, antes de que pudieras hacerme más daño. Me hiciste heridas que no sé si algún día pueda sanar, pero a pesar de eso me he hecho la meta de dejarte atrás y sacarte de mi vida por completo. Esto no va a significar nada para ti desde luego, porque yo nunca te he importado. Pero si significa bastante para mí, porque me estaré deshaciendo de una carga muy pesada, una que no sabía que arrastraba conmigo y que ya no me impedirá seguir adelante. Porque todo ese amor que sentía por ti, se ha esfumado detrás de todas tus mentiras y de todo lo que me hiciste no tiene nombre Máximo Rizzolli.
Aparté mis lagrimas cerrando mi diario, lo metí en mi cajón, metí una de las hojas que había escrito en un sobre, puse mi nombre acomodando encima del escritorio. Me puse de pie caminando hacia el armario, revisaba mi ropa interior tomando una y una pequeña pijama, quería cerrar los ojos y acabar con esta asquerosa pesadilla.Mis ojos acaparaban mi mirada, caminé hacia el baño, abrí la puerta entré cerrando, me quedé frente al espejo viendo como tenía marcas de los golpes que me había dado Máximo, negué con la cabeza llevando mis dedos en uno de mis ojos que estaba lleno de sangre, tragué saliva mirando hacia las gavetas, las abrí sacando unas cuantas cosas que iba a necesitar, desabroché el sujetador, mis lagrimas junto con mis sollozos estaban siendo controlados, no quería ser descubierta, estaba toda lastimada, uno de mis pe…ones no tenía una parte que sangraba… Me quité la tanga mis piernas con moretones y con la sangre que tenía entre ellas. Me acerqué a la tina, abrí la llave mirando como empezaba a caer agua, pasé mis dedos debajo del agua.
(Escuchen- The End)
Puse el tapón evitando que siga pasando el agua, sonreí percibiendo que estaba tibia, una buena ducha queriendo quitar la sensación de sus manos, de sus besos y hasta de todo los residuos de sus fluidos en mi. Sostuve las cosas que había sacado. Metí un pie en la tina, metí el otro, empezando a bajar, cerré los ojos con fuerza del terrible dolor que tenía en este momento.
Wellia: Mamá.. Willow. Francis, cuanta razón tenías.
TUN… TUN… TUN… TUN..
Mi corazón latía demasiado fuerte, sus latidos eran demasiado espaciosos pero ya sin el deseo que muchas veces tenía. El agua estaba a la mitad de mi cuerpo, mi cuerpo no tenía manera de como explicar como se veía, huellas de manos y dedos que presionaron por todas partes, el agua empezaba a quedar combinada entre mi sangre y el agua misma. Tragué saliva… "Esto es bastante surrealista, ¿no? Se podría decir incómodo. Discorde. Simplemente cierren la aplicación ahora si lo desean. Supongo que si no lo saben a esta altura, probablemente deberían sentarse" No quiero hacer eso, solo quiero dejar mi última huella en este mundo"
No tengo palabras para valorar a mi madre y a mi hermana que lo daban todo por mi, por eso: "Ustedes hicieron mi vida mucho más plena, brillante y feliz de lo que hubiera sido sin ustedes. Su apoyo, aliento, abrazos, invitaciones, sonrisas, mensajes de texto, etiquetado en fotos que creían que encontraría graciosos" "Ninguna de ustedes podría haber hecho nada, ni más, para evitar que esto sucediera. Ustedes hicieron lo mejor que pudieron y por eso les estoy eternamente agradecida. Espero que puedan encontrar un poco de consuelo al saber que ya no tengo dolor"
Miraba mis manos con las navajas de depilación, tomé una pasando en mi muñeca… cerré los ojos volviendo abrirlos, pasé de nuevo en mi otra mano. La solté viendo como la sangre empezaba a deslizarse por mis manos. Cerré mis ojos acomodándome en la tina, el agua estaba por cubrir mis pechos, empecé a sentir como mis ojos me iban pesando, ya no habrá dolor, ya no sentiré vergüenza ante mi madre y mi hermana al mirarlas a los ojos.
Me llevo como lección en que nunca se puede confiar en un hombre que apenas acabas de conocer, jurar que lo amas, cuando él de eso se aprovechaba. Deseo lo peor para ti Máximo Rizzolli. Eres tú quien me mataste sin necesidad de jalar un gatillo, eres quien me mataste en vida.
Las fueras de mi cuerpo me estaban venciendo, empecé a sumergirme por completo, esto no me lo merecía, ninguna jovencita de mi edad se lo merecía, nadie tiene derecho a ilusionarnos rompiendo todos nuestros sueños por dinero, menos por sentirse personas realizadas, cuando realmente solo han demostrado que SON UNOS MALDITOS COBARDES.