Willow:
El mesero llegó, Maximo rodó los ojos poniéndome de pie, lo miró casi fulminando con la mirada.
Mesero: Señor le traigo el champagne.
Maximo: si, pero sin alcohol, mi mujer no puede beber alcohol.
Se escuchaba tan lindo cuando lo decía que parecía que en verdad esto era el inicio de una vida juntos, cosas que nos empezarían hacer que unamos nuestras vidas, así como dijo, no se necesitaba un acta o una bendición para saber que eres la persona que quiere en su vida.
Los violines dejaron de sonar, Máximo miró hacia los músicos que parecían que tocarían música en vivo. Asintió con la cabeza quitándose el esmoquin, negué con la cabeza sonriendo… Los tambores empezaron a sonar, él desabrochaba los botones de sus mangas, las iba enrollando.
Máximo: Recuerdo la primera noche que te vi en uno de los restaurantes, bailabas muy bien las batucadas.
Willow: Pues, tomé mucho tiempo gimnasia artística y me encantaba todo tipo de baile.
Máximo: Movías esas caderas espectacularmente, claro que no podía ver desde lejos… así que quiero ver.
La batucada se acercaba hacia el lado donde nosotros estábamos, conocía el tango de Máximo pero este tipo de música no tenía idea.
Sostuve la orilla del vestido subiendo hacia mis labios, mis caderas se iban de un lado y del otro, Máximo estaba demasiado atento a cada movimiento que daba, el mesero dejó las copas empezando a servir las copas tomó la suya de un solo sorbo, hizo gesto de no gustarle algo que no tuviera alcohol…
Me acerqué a él tomando la orilla del vestido, daba ligeros brincos en el piso moviendo mis caderas en conjunto con mis pies de un lado y del otro, esa mirada no se apartaba de mi, sacudía mis caderas bajando sin detenerme…
Máximo: eso si que no me lo conocía.
Willow: Las danzas polinesias y árabes son mi fuerte.
Maximo: deberías usarlas mientras me haces el amor.
Negué con la cabeza me subía dando movimiento al vestido, mi cabello se removía al movimiento de cuello…
(Escuchen- Rema Calm down)
Mi cuerpo se detuvo, mis manos jugaban con mi cabello haciendo que se revolviera, mis manos iban buscando las de Máximo, dejó la copa, acercándose hacia mi, sus manos se reposaron en mi caderas, el movimiento de mi cadera con sus manos hacia que nos moviéramos dando pasos hacia atrás y luego hacia adelante, sujetó mi mano extendiendo, me atrajo hacia él removiendo mi cuerpo y del otro, su gran erección en mi trasero me encantaba sentirla, me dejó enfrente de él, mis manos en su cuello mientras damos los dos movimiento con las caderas su respiración estaba en mi cuello, un ligero mordisco haciendo resentir de nuevo ese deseo que tenía desde que entramos Aquí… extendió mi mano haciendo que diera vueltas como un trompo, se detuvo, donde nuestros cuerpos chocaron, sus manos se deslizaban en mi espalda, dejé caer un poco mi cuerpo hacia atrás, siguiendo el ritmo de la música donde era nuestro mundo en donde solo estábamos disfrutando de esta noche con la noticia de ser padres, y saber que no había ahora nada que nos impidiera ser los dos felices con los mejores momentos.
Tomó mi mano dando vueltas mi cuerpo alrededor de su cuerpo, dejó caer mi espalda en su brazo sin llegar al piso, me levantó, se acercó besando mis labios, se apartó, me detuve, podía ver como era hasta un buen bailarín seduciéndome, tenía una livianidad en su cuerpo extendió sus manos, entregué las mías los dos movíamos nuestros hombres al ritmo de la música… nuestras espaldas chocaron sin dejar de vernos.
