Máximo:
Sonreí ansioso por la noticia que me estaba dando Siena, después de todo lo que hemos pasado claro que me daba mucha felicidad en tener un hijo.
Siena me abrazó acariciando mi espalda.
Siena: Te lo mereces.
Máximo: Sé que si.
Me aparté de ella levantando la mirada hacia las escaleras donde Nahir y Valentina venían, sostuve del brazo de Siena, ella pasó su mirada hacia las escaleras pasando su mirada hacia mi.
Me acerqué un poco hacia ella, como siempre teníamos una manera de llevarnos, sonrió con esa mirada extrañada y confusa.
Máximo: Nadie se debe enterar, al menos no ahora.
Siena: ¿Por qué?
Nahir: Acabaron con ese maldito.
Máximo: Si.
Siena se quedó mirándome bajando el documento que doblaba evitando que los demás lo leyeran.
Máximo: Willow, está contamida por el opio de nuestra droga. Por eso cuando llega a un punto logra un instinto.
Valentina: ¿Es asesina?
Sonreí negando con la cabeza, pasé mi brazo por encima de su hombro atrayendo, sé que se moría por saber lo que teníamos, pero era cosa mía.
Máximo: No, ella no es ninguna asesina.
Nahir: ¿Entonces?
Máximo: Está en el ultimo cuarto, aun duerme.
Valentina: Quien no dormiría despues de hacer el amor rudamente con nuestro semental.
Rodé los ojos sintiendo un golpe en mi brazo, Nahir y Valentina habían logrado armonizar sus diferencias, claro que no se comparaban con Willow que ella no conocía nada de pelea ni como a defenderse. Solté a Valentina entrando con Siena en el laboratorio. Esperé a que la puerta se cerrara, ella se fueron hacia el pasillo donde les había dicho que estaba Willow, en verdad esperaba que no fueran a molestarla para nada. Puse unos guantes acercándome hacia las muestras que tenía Siena.
Siena: Así no te acercarás a esas muestras.
Bajé la mirada viendo mi camisa con sangre de Denet, me arrojó una playera en color negro. La recibí al sentir la fuerza con que la había aventado.
Retiré los guantes arrojando al cesto de la basura, iba desabrochando botón por botón… ella me miraba haciendo que estaba ocupada.
Máximo: Angel, te mataría por ver que me cambio frente a ti.
Siena: Si, claro, Angel no es nada celoso, esa parte siempre me gustó de él.
Máximo: Con Bastian si lo fue… recuerdo cuando todos estaban agarandose de palabras mientras Renata y él ya estaban reconciliados.
Asintió con la cabeza, dejé la camisa en el cesto de basura, iba poniendo la camisa, solo me causó mucha gracia al ver morder su labio inferior.
Siena: Ustedes son hombres muy deseables.
Máximo: Lastima, llegaste tarde en la repartición de mi corazón.
Rodó los ojos acercándose hacia donde estaba, me entregó unos guantes, que me los fui poniendo, ahora si tenía todo el tiempo disponible para revisar el estado de Willow y lo que tenía en su cuerpo.
Siena se sentó a mi lado. Levanté un poco el microscopio acercándolo hacia mi.
Máximo: ¿Qué encontraste?
