Willow:
Había demasiada clientela, no dejaban de llegar los clientes por donde me mirara estaba repleto.
Mis compañeras estaban de la misma manera como pulpos tratando de llevar las charolas sin que se nos cayeran ni uno sola.
Delia: Willow… aquí está el festejado.
Sonreí asintiendo con la cabeza, miré que se trataba una de las mesas que siempre se llenaba con los chicos que a mi punto de vista siempre venían por una de mis compañeras.
Gerente: TODOS APLAUDIENDO… QUE NUESTRA ESTRELLA FELICITARÁ A UNO DE NUESTROS CLIENTES FAVORITOS.
Me encantaba mi trabajo, siempre un ambiente donde nosotras nos sentíamos a gusto sin ni un solo cliente mañoso o peor de esos que solo quieren llamar la atención, por consiguiente todos nos conocían a nuestra manera de celebrar.
El bartender llenaba las copas de manera divertida, todos estábamos atentos para el efecto de la noche que le gustaba llamar la atención.
Los aplausos empezaban a escucharse, el juego de las botellas en las manos de Roberto hacía más emocionante la espera, muchos clientes se acercaban para ver los trucos en que las iba llenando, mi compañera y yo empezábamos a dejar los hielos fluorescentes donde con la luz casi sin dejar de ver hacia que tomaran sus colores correspondientes.
- Eso.
- Bravo.
- Genial
- El mejor lugar.
- Diversión absoluta.Uno de los clientes me tomó de la cintura dando vueltas en forma de baile, extendí mis manos con él haciendo un ligero movimiento de cadera…
Voz: VAMOS MUCHACHOS A ENCENDERNOS ESTA NOCHE QUE AUN EMPIEZA.
El cliente me soltó, las 10 camareras, pasamos al frente, los clientes se iban apartando dando espacio para bailar con el festejado que animadamente venía hacia nosotras dando pasitos chistosos, nuestras risas y carcajadas se podían escuchar a pesar de la música a todo lo alto.
Todos contaban en cuenta regresiva… Los chicos de las batucadas se estaban preparando levantando sus baquetas de la mano derecha. Las luces se encendieron de muchos colores, empezaron a sonar sus tambores…
El festejado demasiado animado estaba al frente, hasta sus amigos estaban aplaudiendo, emocionado, nosotras movíamos nuestros cuerpo al son de los batucazos, nos íbamos de un lado y del otro, teníamos que levantar el ambiente, aunque realmente no era tanto la necesidad de nosotros ya que siempre estaban los mismos que ya nos conocían.
Uno de los amigos del festejado se acerco tomando mis manos, sostuve las suyas motivando a que siguiera mi ritmo, él negaba con la cabeza pero le asentía para que lo intentara. Pasó su mano por mi espalda atrayéndome un poco.
Ni él ni yo dejamos de bailar. Así que correspondí a su gesto de dar vueltas mientras bailábamos.
Chico: Veo que estas comprometida.
Necesitaba acercarse demasiado para poder escucharlo, negué con la cabeza ya no lo había logrado escuchar a la perfección.
Willow: No te escuché.
Chico: Tu mano. Tu sortija.
Sonreí mirando mi sortija, la llevé a mis labios dejando un beso sobre ella.
Willow: En dos meses me caso.
Chico: Ohhh, perderemos a nuestra mesera favorita y ya no podremos bailar así.
Le di unas ligeras palmaditas en las manos. Lo solté llevando hacia las bebidas que ya iban a empezar a repartirse, el mesero jugó un poco más al servirlas, acercó un poco de fuego, donde cubría por encima de ellas, cada uno de sus amigos sostuvieron sus vasos, ellos nos entregaron las nuestras. Negué con la cabeza, pero hasta el cumpleañero asintió con la cabeza. Total que sería una.