Willow:
Tragué saliva al ver como los soldados entraban y salían como dueños de este lugar, claro que para ellos era un deber muy grande al estar en la base.
Levanté la mirada hacia cada uno de los soldados que estaban al frente de nosotros, ni hacían nada por hablar a Máximo, él leí entretenidamente una revista, sonrió negando con la cabeza. Los soldados desviaron la mirada al notar que estaba mirándolos.
Willow: (susurrando) ¿Qué tanto te ven?
Máximo levantó su mirada hacia los soldados que ni sabían de que lado ir, cada uno se fue por su lado.
Máximo: Saben quien soy.
Willow: Igual lo sé.
La puerta de uno de los cuartos se abrió, salió una hermosa rubia con una sonrisa angelical, era una Siena dos de lo hermosa que era. Se puso de pie extendiendo su mano.
Grace: Hola Dimitri… amm Willow ¿Cierto?
Me puse de pie extendiendo mi mano, ambas nos la estrechamos mientras asentía con la cabeza.
Willow: si.
Grace: Soy la Doctora Grace Watts, estaré en lugar de Siena para revisarte. Pasen.
Hizo seña cediendo el paso, Máximo esperó hasta que entrara, miré por todo alrededor, no era como el hermoso consultorio de Siena pero era demasiado acogedor.
Cerró la puerta caminando directo hacia su lugar, nosotros nos sentamos frente a ella, para Máximo todo esto le era demasiado familiar, pero estar en una base militar mientras que él lucha en contra de las leyes, me daba un poco de nervios.
Grace: Veo que tienes 20 semanas, perfectas para saber el sexo de tu bebé.
Máximo: Lo necesario, esperemos que no se oculte.
Grace: Siena me pasó todo tu expediente, es una pena que no sea ella quien esté para darle seguimiento.
Maximo: Tuvo que ir de nuevo a Italia y ver el hospital.
Ella sonrió asintiendo con la cabeza, se puso de pie haciendo señal para que la siga. Eso fue lo que hice, en otro caso Siena me hubiera entregado mi batita que siempre me gustaba ponerme.
Grace: Te recostarás en la camilla, no te digo que es como el consultorio de Siena, pero la revisión sería la misma. Además tener a uno de los mejores médicos a mi lado, me hace asegurarme que tengo que hacer todo correctamente.
Máximo: Vamos, Vamos, tampoco te agaches para que te levante. Siempre has hecho un magnifico trabajo.
Máximo me alzó sentándome en la camilla, por suerte hacía traído ropa de embarazo y no un vestido que tendría que levantarme todo.
La doctora se acercó levantando mi blusa, tragué saliva cerrando los ojos al sentir sus manos heladas.
Willow: Estás muy helada.
Grace: Te has acostumbrado a las manos de Dimitri, todo el tiempo su temperatura es fuerte.
Máximo: Así me deja esta hermosa mujer.
Mordí mi labio inferior, Máximo no había dejado de mirarme. Pasé mi mirada hacia la doctora que estaba encantada de ver a Máximo.
Empezó hacer unas pequeñas presiones en mi vientre, asintió con la cabeza sentándose en su lugar, sostuvo un botecito dejando caer el gel sobre mi vientre. Hasta mis articulaciones se contrajeron al sentirlo muy helado. No sé si era yo, o en verdad hacía frío en este lugar.