Capitulo 25

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Máximo:

Miré a la chica que estaba toda mojada, claro que la lluvia debe estar haciendo de las suyas, traté de hacer platica con ella, pero era imposible, las puertas del ascensor se abrieron, la seguí con la mirada viendo que se quedó sosteniendo una de las puertas del ascensor. Mi móvil empezó a sonar.

Willow: ¿sabe donde encuentro al doctor y Director Maximo Rizzolli?

Me quedé con los dedos quietos en el móvil, revisaba el mensaje que me habían mandado por Nahir. Miré fijamente la foto de la hermana de Wellia, levanté mi mirada hacia la chica que estaba aun en la puerta, tragué saliva, hasta en sus palabras lograba detectar esas palabras de tanto dolor, ella al parecer no sabía quien era le persona que estaba buscando.

Máximo: ¿Para que lo necesitas?

Willow: Necesitaba revisar con el director la factura y alta de mi madre. Es paciente.

Máximo: (negando con la cabeza) No, no sé donde pueda estar.

Ella asintió con la cabeza, esbozando una pequeña sonrisa, sonrisa que para nada era de felicidad, conocía esos gestos cuando pierdes a un ser querido y la tristeza te inunda hasta calar los huesos. Apartó su mano viendo que las puestas se cerraron. Pasé mi mano por mi rostro negando con la cabeza. A una corta distancia de tener a la hermana de Wellia.

Tomé mi móvil haciendo la llamada.

- ¿Qué sucede Máximo?
- Estas segura que la foto de la persona que me mandaste es de la hermana de Wellia.
- Si, es Willow Zanetti, 24 años, ahora trabaja como camarera, pero si tiene conocimiento de medicina.
- Dile a Siena que proceda para notificar a Darío, pero sin decirle para lo que realmente la queremos.
- Ya sé, ya sé.
- Ya están todos.
- Falta Daemon y Valentina, ya avisaron que no tardan.
- De acuerdo, ahora bajo.

Las puertas se abrieron, respiré profundamente saliendo del ascensor, tenía que ir a revisar a la madre de Wellia, esperando que estuviera más tranquila. Me acerqué a la puerta abriendo tranquilamente, miré a la mujer que apartaba sus lagrimas suavemente. Ella levantó su mirada hacia la entrada.

Madre: Doctor.

Máximo: Señora.

El otro médico me miró asintiendo con la cabeza, se apartó de revisar los medicamentos que tenía en ya transfundiendo. Cerré la puerta acercándome a la mesa, sostuve su ficha clínica.

Madre: doctor…. Necesito que me dé de alta, no quiero que sea un cargo la facturación para mi hija.

Asentí con la cabeza, leía todo los apuntes de los médicos, pasé una de las hojas negando con la cabeza, estaba el estado de cuenta que Mavie había autorizado para esta paciente, lo saqué de la carpeta empezando a romperlo.

Madre: ¿Qué hace doctor?

Sonreí mirándola, esto no era lo principal y el total sobrepasaba lo que pudiera costar su estancia, además estas personas tenían demasiado dolor y preocupación para darle uno más. Me acerqué a la mujer empezando a revisarla, sostuve su mano mirando mi reloj, su frecuencia estaba normalizada. Solté si mano dejando reposarla en la cama.

Máximo: No se preocupe por la cuenta, el hospital se hará cargo, fue por la impresión de ver a su hija.

Las lagrimas de la mujer me partían el corazón me senté a su lado mirándola.

Máximo: soy el doctor Máximo Rizzolli, cualquier cosa que necesite puede acudir a mí.

Madre: ¿Puede devolverme a mi hija Wellia?

Sonreí negando con la cabeza, que fácil era como por arte de magia acceder a ese tipo de peticiones, tanto que podía decir que si se la podría devolver, pero no había manera.

Capitulonsin censura. Mi Cielo... Mi infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora