Capitulo 104

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Darío:

Miré la hora, era buen tiempo para dejar todo lo necesario en caso de que si requerían algo, estaba al día mi trabajo, dejé mi bata médica sobre el respaldo de la silla. Tomé mi móvil, busqué el contacto de Keila, negué con la cabeza, mejor llevaría algo especial para tener una buena cena. Metí mi mano en el bolsillo, sonreí sacando la cajita.

Siena: MMMM, vaya ya era hora.

Darío: ¿crees que le guste?

Siena se acercó admirando la sortija de compromiso. Sonrió reposando su mano en mi pecho.

Siena: Será la mujer más feliz cuando le propongas matrimonio. Aunque te has tardado demasiado.

Darío: Lo sé, el tener a Willow aquí me hacía entrar en dudas, pero me ha quedado claro que el corazón de Willow ya tiene dueño.

Sea apartó con su hermosa sonrisa, asintió con la cabeza revisando toda la información de los pacientes que habían solicitado las muestras.

Siena: cuando tu corazón es marcado por el verdadero amor, es muy difícil ver otros amores.

Asentí con la cabeza, guardé la cajita en mi bolsillo, sonreí acercándome a ella, dejé un beso en la mejilla, le entregué las fichas clínicas pendientes.

Darío: Mañana mismo, hablaré con Dimitri que me transfiera a Suiza.

Siena: Ojala acepte, aunque es difícil encontrar un excelente forense como tú.

Sonreí agradeciendo su gesto amable como siempre, no tenía ninguna queja de Siena, siempre siendo la mejor mentora en mi aprendizaje, les debo muchísimo a ellos por haber logrado mucho en el tiempo que ellos me dedicaban.

Siena: Máximo aceptará.

Darío: No tardo.

Siena: Espero aquí y me cuentes todo.

Puse mi código sonriendo, mi corazón latía de tanta emoción en darme cuenta que no tenía que esperar más tiempo por nadie, le había hecho mucho daño a Keila en ponerla en la duda si la amaba o no, pero ahora estoy seguro que la quiero en mi vida, lejos haremos una vida de pareja donde el pasado no sea testigo ni sombra.

Miré  a Suset, Hector nunca dejando a la esposa en vista de otros médicos, me acerqué a ellos sin interrumpir, se apartaron del mega beso que se estaban dando.

Suset: No te miré.

Darío: sigan en lo suyo.

Hector: Vamos, vamos, solo es momento de esposos.

Darío: Pronto estaré así.

Suset: Noooo… ¿Le propondrás matrimonio a Keila?

Darío: Quien más sino ella.

Suset: Pero mañana a primera hora estará viajando.

Darío: Pediré mi transferencia en el hospital de suiza.

Hector: En hora buena.

Las felicitaciones venían por parte de ellos, siempre muy buenos colegas en todo este tiempo, Suset, me entregó la lista de salida. La sostuve firmando puse mi hora de salida…

Darío: No me demoro.

Salí del hospital, resoplaba demasiado el viento, caminé hacia mi auto abriendo la puerta, me subí cerrando la puerta, reposé mi mano en mi pecho al sentir una pequeña punzada en mi pecho. Negué con la cabeza sonriendo, tenía que ser la espera de ver su hermoso rostro, quizá no acepte a la primera por todo lo que hemos pasado, pero sé que con el tiempo me dará el Si. Aceleré empezando avanzar, presionaba mi pecho, respiraba con algo de dificultad, mi padre, sin duda sería el hombre muy feliz en saber que estaré asentando cabeza al decirle que por fin me casaré con Keila, aunque él conocía a Willow, pero tengo la esperanza que mi padre al tratar a Keila, se sienta en confianza que es la mujer que quiero en mi vida.

Capitulonsin censura. Mi Cielo... Mi infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora